Diez Años Después. [Wigetta]

Capítulo 17

Los ojos de Guillermo se abrieron de par en par, y Alex podría haber jurado que incluso el pobrecillo había dejado de respirar por unos segundos antes de voltearse y notar que todo era una cruel broma por parte suya. Sólo en ese momento el color volvió a su rostro, seguido de su característico ceño fruncido, que lograba hacer desaparecer aún más sus ojos. Alex sonrió.

-No te entiendo. -dijo por fin, luego de quedársele observando unos segundos. Alex no entendía cómo Guillermo podía decir todo eso, y aún así mirar tan esperanzado cualquier acercamiento a un contacto visual o incluso físico si se llegara a dar el caso. Decía odiarlo, pero a la vez cualquiera podría darse cuenta que aquello no era odio, se podría traslucir como decepción. ¿Pero decepción de qué? ¿De que no se pusiera en contacto con él? Era comprensible, pero de ahí a no hablarlo y sólo dedicarse a intentar convencerse a él mismo de que lo odia y que cuanto más lejos mejor, era algo que nadie podría entender jamás. Bien, sí, el chaval nunca se puso en contacto y, según Willy, miente que envió cartas. ¿Pero qué si no es mentira? En ese caso sería Guillermo el equivocado y ambos estarían sufriendo por culpa de su estupidez y poca confianza... y él acabaría por verlo sufrir todo nuevamente, y eso era lo que quería evitar a toda costa.

-¿Qué es lo que no entiendes? -Lo miró mal, luego de volver a girarse para corroborar de que Samuel no estaba yendo hacia ellos. Alex volvió a sonreír.

-Cómo cabe tanta tontería en ese cuerpecito. -dijo tomando uno de los brazos del pelinegro como si fuese una pluma. Por primera vez desde que tocaban el tema, Guillermo sonrió y algo se removió dentro de Alex. Tal vez, sólo tal vez, estaba cayendo nuevamente por aquel tonto chico de ojos achinados y hermosa sonrisa.

Hacia más de diez minutos que Luzu no decía una sola palabra sobre lo que ocurrió con Guillermo. Estaba molesto. Molesto con Guillermo y más que molesto ¡furioso! Con Samuel ¿Acaso no había aceptado que él vaya a hablar con aquel chico para no armar un escándalo? Sí, lo hizo, pero ¡el señorito se pone tras una columna que no llega a esconder ni la mitad de su espalda y espía como todo un maldito mirón! Luzu creyó haber sido claro al decirle que no se acercara a ellos por si acaso, para evitar cualquier nuevo conflicto entre ellos, pero cómo no, el niño quería saberlo todo por él mismo y nadie más ¡Y allí tenía el resultado! Un Guillermo incluso más repugnante de lo que ya era y un Luzu completamente enfadado con él. Y por cierto ¿Qué diablos le veía Samuel a aquella mata de malhumor e insultos? Porque, a ojos de Luzu, el chico no tenía nada llamativo o algo por el estilo. Era alto, sólo eso, porque todo lo demás dejaba mucho que desear ¿y en cuanto actitud? Mejor ni se hable, hasta le dieron ganas de golpearlo cuando lo observó con esa cara de desagrado ¡¿Qué mierda le había hecho él para que lo mirara así?!

Bufó nuevamente y frunció más -si es que era posible -el ceño. A Frank comenzaba a causarle demasiada gracia el grado de indignación que tenía su amigo, mientras que Samuel sólo lo observaba desde una distancia considerable como si fuera un perrito al que acababan de regañar. Aunque no lo hubieran hecho, pero él sabía muy bien que lo haría en cuanto tuviera la bendita oportunidad o en cuanto dijera una palabra. Y así fue.