Diez Años Después. [Wigetta]

Capítulo 15

Tal vez estos serían los peores meses de su vida, quizás terminaría por abandonar la carrera que adora sólo porque por una de esas malditas casualidades de la vida Samuel había decidido tomar la misma. Y en su misma ciudad. O podría ser que no todo fuera tan malo, ya que segundos después de hablar con sus amigos y maldecir internamente en treinta y cinco idiomas distintos, una cabellera rubia se dejó ver por la puerta. Lana. Decir que la chica estaba feliz por conocer a alguien en ese salón era poco, su sonrisa se ensanchó y saludó con la mano a Guillermo desde el lado contrario del salón antes de salir casi corriendo hacia el lugar libre que estaba a su lado.Los amigos de Guille estaban entre mirarlo con cara de no entender nada a él, o caer de trasero al suelo por la respuesta del saludo.

-¡Lana! -sonrió una vez ella estuvo frente a él por poco abalanzándose para abrazarlo. El cual él respondió. Desde una de las puntas, alguien observaba a la chica como si fuese una diosa que había descendido a la tierra, mientras que la persona que creía querer lo observaba divertido.

-Creí que esto sería una pesadilla. -dijo ella aún sonriente por la coincidencia. -¡Pero si estás aquí no puede ser tan malo!

La mandíbula de Mangel estaba por caer al suelo, seguida por la de Rubén y la de Alex.

-¿Yo hago las cosas mejores? -rió él. -¿Estamos hablando de mí, en serio?

-Sí, ¿en serio? -dejó escapar Alex. -Ups. -rió. Guillermo lo miró mal. -Tranquilo, macho, era sólo una broma, anda, relájate. -comentó en tono burlón mientras se acercaba a él para hacerle un pequeño masaje. Muy mal hecho, y con la mera intención de que se cabreara más, cosa que no sucedió ya que al pelinegro no le causaba molestia alguna ser tocado por Alex.

-Oh, lo siento, no me he presentado. -sonrió. -Soy Lana. -se giró para darles la mano a los amigos del pelinegro.

-Un gusto. -dijeron los tres al mismo tiempo. Lana rió.

-Por cierto, Willy -dijo Lana y Alex la observó extrañado, sin dejar la tarea anterior. -¿Cómo estás con respecto...? -hizo un silencio que lo dio a entender todo. Si antes los amigos de Guillermo estaban sorprendidos, luego de que lo llamara Willy y de que preguntara por ese tema, estaban perdiendo la cabeza. Incluso el más pequeño de estatura cesó lo que estaba haciendo para observarla.

-Oh, genial, por cierto, él está sentado cinco asientos detrás de ti. -dijo de mala gana. Lana rió. -¿Qué es tan gracioso?

-Tu suerte. -volvió a reír, esta vez acompañada de los amigos de Guillermo.

-¡Claro, únanse en mi contra! -bufó y se giró hasta quedar con la vista directo hacia el pizarrón. Sus amigos rieron aún más.

La expresión perfecta a la reacción de Luzu al ver entrar a Lana al salón era que no le había quitado los ojos de encima, o que parecía que la estaba devorando con la mirada, pero seguramente todos preferirían la primera. Poco les había importado a ellos que aquella chica tan bonita estuviese sentada al lado de Guillermo.