Capítulo 12

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Por la poca luz que se colaba por las ventanas y el poco movimiento por las calles, parecía que ya estaba anocheciendo, aunque no fuera algo que influyera mucho en su estado de ánimo. A decir verdad, que sea de noche le hacía sentir incluso un poco más miserable aún. ¿Cómo había sido capaz de hacer aquello? No sólo la había cagado con su mejor amigo de la infancia, sino que también con quien se había convertido en su hermano en esos diez años, ¿y todo por qué? Por un pequeño ataque de nervios y su típica ida de olla de "exijo explicaciones y las quiero ahora", se sentía realmente culpable por lo que había dicho, bueno, en realidad sólo por la forma en que lo dijo... porque no había sido más que la verdad presentada de una manera cruda y dura, tal vez demasiado para su gusto. Pero en aquel momento lo único que tenía en mente era el cabreo gigante que le había tomado a Samuel por su actitud tan estúpida de querer guardarse todo para él y luego andar de depresivo encubierto por la vida, y ahora sólo tenía un sentimiento horrible en el pecho y en su mente se volvían a repetir las palabras de Frank, sumadas a su cara de desilusión al escucharle hablar así a Samuel.

Luzu seguía recostado en aquel sofá en la manera más incómoda conocida por el hombre, pero parecía no importarle en esos momentos, ni siquiera parecía importarle demasiado el terrible dolor de espalda que aquella posición le estaba causando, ahora la mesa ratona con aquel portarretrato con una imagen de ellos tres cuando apenas se habían mudado allí, cuando no tenían el problema de un Guillermo presente y la pelea con Samuel, cuando parecía que todo mejoraba poco a poco... se sentó en el sofá y no pudo evitar soltar un pequeño quejido al hacerlo.

–No es tan cómodo para dormir como parece ¿verdad? –habló Frank detrás de él. Luzu bajó la mirada.

–No. –sonrió un poco, aquello había sido más como una mueca. –Oye...

–¿Qué quieres hablar? –preguntó, adivinando el rumbo hacia el cual se dirigía su amigo. Él suspiró.

–De lo de antes... –sonaba como un niño que acababa de ser regañado. Y es que, en cierto modo, así había sido. –Lo siento, sabes que yo no quería decirlo de ese modo, pero... no sé qué me pasó, a decir verdad. –rascó su nuca. –hubiese preferido... tener más tacto. –repitió las palabras de su amigo y éste rió.

–No es conmigo con quien tienes que disculparte, ya conozco tus enojos repentinos. Y también sé todo el rollo de "Samuel nunca cuenta todo sobre las cosas", porque yo también lo pienso. –le dijo acercándose a él. –pero no lo presiono, y tú tampoco deberías hacerlo, Borja. –otra vez llamándolo así.

–No me digas así.

–Es tu nombre. –se encogió de hombros, sabiendo a qué se refería.

–Sólo me llamas así cuando la he cagado. –lo miró.

–¿Te parece que no lo has hecho? Escuchaba los sollozos de Samuel desde mi habitación, B... –pensó un momento. – Luzu.

Y allí iba otra vez el sentimiento de culpa.

–Tendré que disculparme con él luego. –suspiró frustrado. Frank sonrió. –¿Qué ocurre?

–Nada, sólo que recordé algo. –lo miró sonriente. ¿Qué le sucedía ahora? –Dijiste la misma frase con el tono exacto.

Lo que Frank había recordado no había sido más que a Luzu arruinando su primera cita con el chico que le gustaba en aquel entonces, tal vez unos dos o tres años atrás. Luzu estaba lleno de celos hacia aquel chico que le estaba "robando" a su Frank, ¿Y qué mejor forma de separarlos que arruinar su cita? Eso había sido, sin duda, lo más infantil que se le había pasado por la mente en muchos años, pero no se arrepentía de ello, porque luego Frank descubrió que el tío ya estaba saliendo con alguien cuando quedó para juntarse con él.

Diez Años Después.  [Wigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora