-Se está pasando - digo. Me quitó el cinturón de seguridad y me muevo para abrir la puerta, pero Edmund es más rápido y las bloquea - ¡¿Qué te pasa hermano?! - le gritó.
-¿Qué me pasa? - se pregunta - ¡¿Qué carajos te pasa a ti?! ¡No podemos estar más en esta situación! ¡No puedo! y ¡No puedes! Busca ya una solución, ¿Te imaginas si alguien nos ve persiguiendo a unos adolescentes a unas carreras ilícitas? ¿Cómo queda mi nombre ahí? Soy el líder de este pueblo, es un acto infantil y malo de mi parte. ¡También para ti! ¡has ganado respeto en este pueblo! ¿Dónde queda la admiración si ven que no puedes controlar tus malditos celos y posesión? ¿Qué pensarán si se enteran que sabemos que existen carreras ilícitas y no acabamos con ellas? ¡¿Te has detenido a imaginarlo?!
Me quedo callado. No puedo discutir contra la verdad.
-Sí, sé que tienes razón - digo calmado - pero... ¿Qué hago? ¡No puedo irle a mi hermana con el chisme de que su hija se va todas las noches con un tipo pandillero! Eso es estúpido e infantil.
-Más estúpido e infantil que esto... no lo creo, ¡No lo creo! - se queja - debe haber otra solución.
Claro que la hay, los enfrentaré como he querido hacer desde el día que permití que ella se fuera con él. ¡Que estúpido fui!
-Tengo una solución.
-No es una opción que los enfrentes - me dice Edmund - sé que eso pasa por tu cabeza, pero no puedes hacerlo así. Con esa frustración que llevas encima capaz e irás directo a golpear a Alex, además de que formaras un escándalo, y... – corta - mejor no tengas esa solución en mente, prefiero ahorrarme la fatiga y mal genio.
-Ya no tengo una solución, ¿Qué haremos? - le pregunto. Veo como Mahia y Alex embarcan la moto - ¡Carajo!, ya se van.
La moto arranca, no espero a hacer más distancia y prendo el carro de una.
-Tengo una solución - dice Edmund cuando arranco el carro.
-¿Qué tienes en mente?
-Esto pondrá en peligro a todos, pero te sacara a ti de esta estúpida situación - me dice - Peter también participa en esas carreras, estoy poniendo el todo por el todo.
-Ni a tu hermano, ni a Mahia les pasara nada - le aseguro.
NARRA MAHIA:
-¡Felicitaciones! - le digo a Alex cuando esta lo suficiente cerca de mí.
-Gracias - me contesta sonriente.
-Has estado increíble - le digo y lo abrazo, siento su cuerpo tenso ante mi acto y dudo si seguir abrazándolo hasta que siento como sus brazos se envuelven en mi cintura.
Su respiración choca contra mi cuello y me acerca más a él.
-Tu compañía me permitió ganar - dice muy cerca de mi oído. Todavía seguimos abrazados.
YOU ARE READING
AMOR PROHIBIDO © (#1)
Romance"Nadie elige de quien enamorarse." Una historia que nace de aquellos sentimientos que generamos en la adolescencia por personas que no debemos, y por más que intentamos, no podemos evadirlos.
Capítulo 16.
Start from the beginning