-Y creo que sois adorables. –Siguió la frase que había empezado al principio antes de que la interrumpiese, y me sentí una auténtica idiota, porque si la hubiese dejado hablar quizás me habría ahorrado todas aquellas palabras.

-¿No te vas a Nueva York? –Lauren negó con las manos en mi cintura, y la abracé, escondiendo mi rostro en el hueco que dejaba su cuello, sonriendo ampliamente.

-¿Recuerdas lo que te dije? Que no te creyeses nada de lo que la gente dijese hasta que te lo dijera yo. –Sus labios dieron un tierno beso en la punta de mi nariz, y otro en mi mejilla. –Así que... -Suspiró separándose un poco, ladeando la cabeza. –Camila, quiero salir contigo. Y si la gente me pregunta, podré decir, sí, tengo novia y es preciosa, y si la veis con su hija aún lo es más.

-No he estado en una relación desde hace cinco años, ¿crees que lo haré bien? –Mordisqueé mi labio inferior algo nerviosa, y ella frunció el ceño.

-Lo has estado haciendo hasta ahora sin ser mi novia, así que, sí. –Asintió, y volvió a besar mi labio inferior casi como si quisiese quitar las marcas que había dejado con los dientes al mordisquearla, provocando una sonrisa en mis labios. –Por cierto, se me olvidó preguntarte... ¿Qué tal fue el otro día? ¿Lo hice bien, mal...? –Entreabrí la boca soltando una carcajada, negando.

-¿Te tengo que contar eso? –Dije soltando su mano, cruzándome de brazos.

-Claro, ahora eres mi novia y me interesa saber eso.

-Y yo creo que ya sabes la respuesta y por eso lo preguntas. –Entré en la cocina intentando no reírme, apretando los labios.

-Ya, pero me gusta escuchártelo decir. –Se puso detrás de mí y suspiré cerrando los ojos.

-Me gustó mucho

*     *      *

Lauren's POV

Desde el calentamiento, pude ver en los asientos a Camila con Maia de pie entre sus piernas jugando con algo. Iba vestida con la camiseta negra, el pantalón y las botas que le regalé, justo igual que yo iba vestida aquél día. La vista se me iba hacia ellas pero tenía que concentrarme en el partido, y además en el calentamiento. Pero no podía, aquella mañana todo había sido mejor de lo que esperaba, y sin duda alguna, no me arrepentía.

Volvimos al vestuario, última charla y al campo de nuevo, pero esta vez paré para coger a Maia en brazos, que se agarró a mi cuello.

-Suerte. –Me dijo Camila justo a la salida del vestuario, y sonreí.

-Gracias. ¿Te gusta esto? –Le dije a Maia que miraba a la gente con la boca abierta, y yo la sostenía llegando hasta el grupo para hacer la foto.

-Es muuuy enorme. –Dijo ella abriendo la boca, sonriendo. Me coloqué en mi sitio, con Maia en brazos y señalé al frente, justo donde estaba Camila cruzada de brazos.

-Mira a mamá. –Dije para que mirase al frente al hacer la foto, y la dejé en el suelo luego, cogiéndola de la mano y la llevé hacia donde estaba Camila.

-¡Suerte Lauren! –Gritó Maia alzando los brazos, antes de que le diese un beso en la mejilla, a ella y a Camila.

Camila's POV

Cuando el partido comenzó nos sentamos donde siempre, los dos sitios estaban libres y ya casi parecía que lo tenían reservado para nosotras.  El camarero se acercó a Maia, agachándose un poco.

-Vaya, hacía mucho tiempo que no te veía por aquí, Maia. –Dijo él, abriéndole un zumo de melocotón poniéndole la pajita.

-Yo a ti tampoco. –Arrugó la nariz cogiéndolo con las manos, dándole un pequeño sorbo. El camarero se rio, y volvió a su sitio dejando que Maia se girase para ver el partido, señalando a Lauren.

La verdad es que a mí me daba bastante miedo que Lauren se hiciese daño, como le pasaba usualmente. Quizás yo era una exagerada, porque sólo eran arañazos leves, pero cuando se los hacía siempre pensaba que podrían ser algo más, y entonces es cuando Lauren me llamaba paranoica. Maia estaba a mi lado moviéndose de un sitio para otro siguiendo el partido, señalando el balón y saltando cuando había alguna jugada. Quizás, ella con cuatro años entendía mejor el fútbol que yo.

-¿Camila? –La voz de Dinah me sorprendió entrando por detrás, y me di la vuelta con una sonrisa. –Vaya, ¿qué haces aquí?

-Vengo a ver todos los partidos de Lauren, lo que me sorprende es verte a ti aquí. –Ella rodó los ojos con una risa, sentándose a mi lado.

-No suelo venir para ver cómo le pegan, ¿sabes? Pero tenía una reunión con los agentes de Nueva York.

-¿Nueva York? –Me giré hacia ella casi alarmada, y asintió cogiendo un vaso de refresco que le tendió el camarero.

-Sí. ¿No te lo ha dicho? Se queda en Portland, así que quedé con ellos para rechazar la oferta. –Solté un suspiro de alivio relajándome en el asiento, cerrando los ojos.

-Dios, deja de asustarme de esa forma. –Ella rio, y Maia señalaba el partido. Comenzaba a haber un murmullo general, y cuando giré la cabeza es que Lauren corría por el campo con el balón, mirando al frente y de nuevo a la pelota entre sus pies. Esquivaba a una, a otra, la pasaba, corría más rápido, controlaba el balón y lanzó este dándole una patada. El balón chocó contra el poste para acabar dentro, y a sus compañeras no le dio tiempo a reaccionar porque vino corriendo hacia nosotras, saltando una de las vallas de publicidad y subiendo entre los asientos del público hasta llegar hasta a mí. Me levanté e incliné mi cuerpo cuando llegó a la zona más reservada donde estábamos, y me besó. Pude sentir su respiración inestable y el sudor leve en su cara, antes de separarse de mí con una sonrisa y volver a bajar, dejándome allí como una idiota.

Cuando me giré, Maia me estaba mirando con las dos manos puestas en la boca, y eso había sido un factor que no había tenido en cuenta. Soltó una risa señalándome, y Dinah la tenía agarrada por la cintura.

-¿Qué opinas de eso? –Le preguntó a la pequeña, y me senté cogiéndola de las manitas para tenerla frente a mí.

-Mami es novia de Lauren. –Se las volvió a poner en la boca sonriendo, y la abracé contra mí cerrando los ojos, llenándole la cara de besos.

-Sí, mamá es novia de Lauren. –Ella se abrazó a mí, y la senté en mi regazo, dándole un beso en la cabeza porque no parecía que le molestase, es más, le gustaba.

-Así que, ¿ya lo habéis hecho oficial? –Dinah frunció el ceño bebiendo del vaso, y asentí dejando que Maia jugase con mi mano, como solía hacer.

-Sí... Es decir... Después de todo, hay cosas que no puedes dejar pasar. –Me encogí de hombros sonriendo, y ella asintió cruzando las piernas, quedándose medio recostada.

-Me alegro mucho por vosotras, Lauren estaba colada por ti, en serio. –Alcé las cejas, y ella asintió, porque prácticamente le estaba preguntando con gestos. –Nunca la había visto así, y la conozco desde hace muchísimo.

-Creo que ella hace las cosas con mucha... Pasión, no sé si me entiendes. Juega al fútbol porque le encanta, escucha música porque le apasiona, y me quiere porque... -Me quedé en silencio, encogiéndome de hombros.

-¿Por qué te ama? –Dijo ella, y negué soltando una risa, dirigiendo la vista al partido.

-Porque cuando quiere a alguien, no importa de qué forma sea, lo hace de una forma muy entregada, pasional, le da igual hacerse daño. –Dinah asintió, mirando las dos a Lauren que corría por el campo.

-¡¡ESO ES UNA PUTA FALTA MÁS GRANDE QUE TU PUTA CABEZA!! –Dinah se levantó señalando al árbitro, y tuve que taparle los oídos a Maia mientras yo me reía, porque había saltado de una forma tan espontánea que aún me sorprendía.

Lauren giró la cabeza hacia Dinah mientras caminaba hacia atrás, haciéndole un gesto para que se callase, y volvió a correr un poco.

-Ya está, ya me quiere callar, siempre lo mismo. –Negó refunfuñando Dinah.

-Quizás es porque eres su representante.

-O quizás es porque ella es idiota.

-También es una opción.

a coat in the winter; camrenWhere stories live. Discover now