CAPÍTULO 25: NOCHEBUENA DE AMOR, NAVIDAD MARAVILLOSA

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Capitulo 25: Nochebuena de amor, Navidad maravillosa

Pov Edward

Llevaba a mi hija en uno de mis brazos mientras que con el otro rodeaba la cintura de mi esposa en un apretado y pasional abrazo. Íbamos caminando por el sendero hacia la casa Swan, donde nos esperaban para celebrar la Nochebuena más maravillosa de mi vida. Y digo que era la más maravillosa, porque no solo tenía a Bella conmigo de vuelta, además seguía siendo mi esposa a ojos de la ley y encima me había perdonado y si le añades una hija preciosa a esa ecuación, puede comprenderse lo extremadamente feliz que me encontraban en ese momento.

Cuando me leyó en voz alta aquella frase grabada en el fabuloso reloj de oro, me sentí el hombre más dichoso del mundo. Realmente no hay palabras que puedan describir mis sentimientos, era feliz, muy feliz, pero al mismo tiempo me sentía libre, limpio, sin ataduras. En el mismo momento en que ella pronunció esas mágicas palabras, me perdoné a mí mismo, solo necesitaba su perdón para hacerlo yo también y ese era el mejor regalo de Navidad. Me sentía dispuesto a enfrentar cualquier cosa que de ahora en adelante me depara el destino.

Entramos en la casa Swan. La mesa estaba dispuesta y todos nos estaban esperando. Y como pasó la otra vez, los ojos de mi madre se posaron directamente en mi muñeca donde descansaba mi magnifico reloj y una sonrisa maliciosa se dibujo en su cara. Lo mismo le sucedió al duende hiperactivo, con la diferencia de que miró a Bella inquisitivamente y esta asintió en respuesta. La cena fue muy agradable, Jasper cada vez me caía mejor y estaba estrechando fuertes lazos de amistad con él. Se le veía muy buena persona y muy, muy enamorado de su mujer, igual que yo de Bella. Carlisle y Esme, también interactuaban muy bien con el resto, parecía que llevábamos juntos toda la vida.

Mi madre me estaba poniendo histérico pues no hacía nada más que mirar hacia el reloj y sonreír, Rose también lo miraba pero en su cara no se reflejaba ningún sentimiento. Cuando llegamos a los postres, llamé de nuevo la atención de mi familia, caray, esto se estaba convirtiendo en una costumbre.

—A ver familia, escuchadme un momento.

—Vaya hijo, al fin vas a decirnos el significado de ese reloj que llevas en la muñeca.

—Mamá, ¿es que a ti nunca se te va a escapar nada? –le dije rodando los ojos.

—No, cuando se trata de la felicidad de mis hijos no.

—Bueno pues sí, mamá tiene razón, veréis... este magnífico reloj que Bella me acaba de regalar es especial, muy, muy especial, porque en la parte interior de la esfera, están grabadas las palabras que yo he deseado y necesitado tanto oír. Bella me ha perdonado y yo me siento el hombre más feliz del mundo por eso. Además los documentos que acreditan que mi matrimonio con Tanya es historia y que sigo oficialmente casado con esta diosa de aquí, han llegado a mí poder hace unos días. Bella, a petición mía, ha roto en mil pedazos los famosos documentos de divorcio que yo jamás firmé. Así que familia, y en espera de renovar nuestros votos, Isabella Marie Swan y Edward Anthony Masen, siguen oficialmente casados.

—Brindemos por eso –dijo Emmett levantando su copa ante mí al tiempo que nos abrazaba—. Cuanto te ha costado decirlo hermanita, desde luego, hay que ver, si todos ya sabíamos que lo habías perdonado.

—Pero tenía que encontrar un momento especial para decírselo, pedazo de atún –dijo mi Bella siguiendo el juego a su hermano. Y así empezó una divertida discusión sobre que Bella ya me había perdonado desde el primer momento en que se enteró por Rose de la verdad, pero que se había hecho la dura un poquito y que yo me lo merecía. Y sí para que nos vamos a engañar, por supuesto que me lo merecía. Lo que no me merecía era a la maravillosa mujer que tenía a mi lado, esa mujer que me había despertado de mi letargo y me había dado con su actitud y su comportamiento una nueva razón para vivir. Tampoco me merecía el cariño de esa niña tan estupenda a la que dejé abandonada pero que gracias a la bondad de su madre nunca dejó de quererme. Desde este mismo instante me busqué un nuevo propósito en mi vida y este era cuidar y hacer felices a estos dos soles que Dios había tenido a bien poner de nuevo en mi camino.

RECUPERANDO TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora