Capitulo cuatro.

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Me levanto por el irritante ruido de la alarma, estiro el brazo perezosamente y la apago.

Me levanto de la cama y Daniel ni se ha inmutado, lo meneo con la mano pero nada.

Lo dejo y voy al baño a vestirme, rezo por no cruzarme esta mañana con Jesús y lo consigo, me lavo la cara y me peino. Vuelvo a la habitación y Daniel sigue igual, abro la persiana y la luz entra, pero eso no impide que Daniel siga durmiendo.

-Daniel, me voy, nos vemos en el instituto - le digo cogiendo mis cosas.

-Espera, dame cinco minutos y te acompaño - dice levantándose adormilado.

-Vale pero date prisa - le digo sentándome en el escritorio mientras espero.

Unos minutos después ya esta vestido y peinado a la perfección como siempre, coge su mochila y la chaqueta y vamos al piso de abajo, donde Jesus está apoyado en la pared.

-Jesús nos vemos en el instituto, voy a acompañar a Tris a casa para que de cambie - le dice y coge un bollo para desayunar.

-Voy con vosotros - dice mirándome.

Mierda otra vez.

Daniel espera mi respuesta pero no digo nada, asiento, y salimos. El camino hasta mi casa es en silencio, y con tensión, nadie abre la boca.

Llegamos y les digo que esperen un momento en el comedor, pasan y se sientan y aparece mi madre.

-Buenos días Tris - dice abrazándome.

-Hola mama - le doy dos besos - van a esperar que me vista y los vamos - digo señalando a los gemelos.

-¡Daniel! ¡Que guapo estas! Hace mucho que no te veía - dice mi madre acercándose a el y dándole dos besos.

-Tu si que estas guapa Maria - le dice a mi madre sonriendo.

Después se apartan y mira a Jesús, y después me mira a mi.

-¿Tris...? - me dice ella.

-No digas nada mamá - le digo y subo corriendo.

Me visto, voy baño y me hago una trenza, después vuelvo a mi habitación y cojo el movil y la mochila, me pongo una chaqueta y bajo al comedor.

-Vámonos - les digo a los chicos y se levantan rápidamente - ¡mamá me voy! - le grito.

-¡Vale hija, te quiero! - me grita desde la cocina y salimos a la calle.

Caminamos en silencio mientras andamos hasta que Dani rompe el silencio.

-Tu madre nos ha invitado a comer - me dice mirándome.

-¿Como? - digo parándome en seco.

Maldigo a mi madre por invitar a Jesús, pero sería un gesto feo decirle a Daniel que viniera y Jesús se quedará mirando. Al menos yo no soy tan maleducada como él.

-Quiero decir... Que vale - digo haciendo que no se note que no quiero que venga.

-Tranquila si no quieres que vaya, dímelo - habla Jesús.

Le miro extrañada porque estoy acostumbrada a que me hable con insultos, todo esto me parece demasiado irreal.

-Da igual - digo y aparto la vista.

-Vale, oye, siento haberme metido contigo todos estos años Beatríz... Lo siento muchísimo de verdad, te juro que no lo volveré a hacer. - dice bajando la cabeza.

-Está bien - digo asintiendo con la cabeza.

Aunque no me ha caído bien desde nunca, me parece un buen gesto que se disculpe, aunque no creo que seamos amigos.

Miro a Daniel y va mirando al suelo en silencio.

-¿Miraste ayer la lista? - le digo dándole un codazo.

-Si, vamos juntos - dice forzando una sonrisa.

-Genial - le digo.

Llegamos a la que sería nuestra clase este año y me siento en la mesa que esta al lado de la ventana esperando a que Daniel se siente a mi lado, pero no lo hace.

Se sienta en el de atrás con una chica muy guapa a la que no había visto nunca, vaya que bien empezamos.

Le miro fastidiada y me aparta la mirada, este chico es bipolar. Miro hacia delante otra vez y veo como Jesús viene hacia mi.

-¿Te importa si me siento contigo? - dice con una expresión difícil de explicar.

Bea la fea ||gemeliers||Where stories live. Discover now