Capítulo uno.

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Daniel en multimedia

Cuatro años antes.

Tris.

-Mira a quien tenemos aquí - dice Maria acercándose a mi - la gorda de Bea la fea - se ríe junto a sus amigas -¿quieres un bollito cariño?

Aprieto mis puños y labios mentalizandome que no debo llorar delante de ellas, aunque sea difícil.

-¿Y tus amigos cariño? - dice una de ellas - ah, es verdad, que no tienes - dice haciendo que las demás se partan de risa, como si fuese la mejor broma del mundo.

-Dejadme en paz - logró decir armándome de valor.

-¿Que? Perdona, ¿que has dicho?- dice Maria acercándose a mi.

El miedo se apodera de mi cuerpo, y las piernas me tiemblan, las lágrimas amenazan con salir de mis ojos pero hago un esfuerzo monumental y no las dejó salir.

No puedo permitir que me vuelvan a ver de llorar, o todo será siempre así.

-Maria, dejala en paz - se oye una voz masculina detrás de nosotras.

Todas se apartan dejando ver al chico, Daniel Oviedo.

-Dani, ¿enserio? - dice Maria incrédula.

-Si, iros - les dice serio y no tardan en hacerle caso.

Dani clava su mirada en mi y sonríe.

-Soy Dani - sonríe dándome la mano.

Lo sé, yo y todo el Instituto.

-Bea - digo sonriendo junto a él.

-¿Qué te pasa con Maria y sus amigas? - pregunta.

-Desde hace unos meses no me dejan en paz, y aún no sé el por qué - contesto sincera.

-¿Y por qué te llaman Bea La Fea? - sigue con su cuestionario.

-¿No es obvio? - pregunto con ironía.

-No, no lo es - dice simple - en mi opinión de fea no tienes nada.

Por la cabeza se me pasa la idea de que se esta riendo de mí, y luego se irá con Maria y las demás a burlase de mi, pero borro esa idea rápidamente.

-Bueno, gracias - digo mostrando una pequeña sonrisa.

-¿Que hacías aquí sola? ¿Donde están tus amigas? - pregunta mirando los pasillos.

-Bueno - río levemente - desde que Maria empezó todo, me quedé sola.

-Joder - dice con un semblante triste - lo siento mucho.

-No tienes que sentir nada - le digo.

-Bueno, ¿Beatriz no? - pregunta y asiento - ¿Y por qué no Tris? Me gusta más.

-Como tu prefieras - digo encogiéndome de hombros.

-Sí, Tris, definitivamente - sonríe.

Cuatro años más tarde.

Recuerdo la primera vez que hablé con Daniel y es el mejor recuerdo que tengo del primer año de instituto.

Esas chicas me hicieron la vida imposible y sólo porque pesaba un par de kilos más que ellas, y llevaba gafas.

De pequeña me consentían todo, y al ser hija única mucho más. Así que yo siempre les pedía comida, comer era lo único que me hacia sentir bien.

Pero ya no, eso es pasado y como dicen 'pasado pisado', y tan pisado que esta, por mi enterrado a metros de profundidad.

Me levantó de la cama y bajo a desayunar, después me ducho rápidamente, me lavo los dientes y me seco el pelo.

Vuelvo a mi habitación y abro el armario, cojo unos pantalones negros y una camiseta de manga larga roja junto a mis All Star blancas.

Me visto y tras coger mi móvil salgo rápidamente de cada, ya que, para variar, voy tarde.

Hoy es mi primer día de instituto después de verano, y estoy verdaderamente nerviosa.

Primero porque voy a ver a Daniel por primera vez después de tres meses, y segundo porque he cambiado, y tengo miedo de nuevo a las críticas.

Mientras camino hacia el Instituto recuerdo el día en el que le dije que no nos veríamos en tres meses.

Tres meses antes.

-Este verano va ser genial - dice Daniel mientras coge sus notas.

-Mierda - digo llevándome las manos a la frente - se me olvidó contártelo.

-¿Contarme el que? - dice preocupado.

-Este verano me voy a un campamento fuera de España - digo triste.

-¿Que? No, claro que no - dice el.

-Lo siento Daniel, mis padres son los que deciden - le digo.

-Joder, ¿como voy a pasar el verano sin ti? - pregunta retóricamente - bueno, al menos te llevarás el móvil ¿no?

-Que va - niego - campamento de desconexión.

-Mierda - dice frustrado - prometeme que no me vas a sustituir por un chico mejor eh - dice con una sonrisa de medio lado.

-Uy es verdad, como tengo tantos candidatos - digo creída.

Rueda los ojos y pasa un brazo por mis hombros.

-Te quiero mucho Tris - dice sincero.

-Y yo a ti Daniel - termino abrazándole.

Tres meses después.

Recuerdo todo lo que le dije como si fuese ayer. Lo que no le dije fue de que tipo era el campamento. Un campamento para adelgazar.

Estaba demasiado mal con mi cuerpo, no me sentía agusto. Probé mil y una dietas pero ninguna duraba más de una semana.

Recuerdo la sensación que tuve al ver el anuncio del campamento en el periódico, en verde deprimirme hice todo lo contrario, pensé que era el momento de cambiar.

Hace unos meses pesaba ochenta y ocho kilos más o menos. Tras este campamento, haciendo deporte diariamente y comiendo sano y conseguido bajar unos treinta kilos más o menos, mi objetivo es bajar unos pocos más, obviamente con mucho esfuerzo.

Espero que Daniel siga tal y como estaba, y espero que no me haya sustituido, aunque la verdad no es difícil.

Lo que más miedo me da es su reacción y como se tomará que no le dijera lo que verdaderamente iba a hacer este verano.

Hace dos días fue la presentación del curso y demás, pero como yo llegué ayer del campamento tengo que ir a Secretaría para ver cuál es mi clase.

Pero cuando voy a entrar alguien con un montón de papeles en las manos sale corriendo de la sala haciendo que nos choquemos y que los papeles vuelen.

-Perdona, no te he visto, iba despistado - dice nervioso mientras recoge los papeles del suelo.

-Tranquilo, no pasa nada - le digo para tranquilizarle.

-Soy Daniel, pero todos me llaman Dani - hace una leve pausa - encantado - me da dos besos y suelto una carcajada.

-Ya lo sé - le digo, él se queda totalmente perdido - solías ser, ¿mi mejor amigo? - digo sonriendo ligeramente.

-¿Tris eres tu? - pregunta, y asiente él mismo - estas... - otra pausa - estas preciosa - me dice y me sonrojo, - joder, no te conozco, ¿qué te has hecho?, dios, lo que te he echado de menos - dice y me abraza fuertemente.

-Y yo a ti Daniel - sonrío y lo abrazo.

Bea la fea ||gemeliers||Where stories live. Discover now