Bea la fea ||gemeliers||

Capítulo dos.

Tris.

-Pero, ¿como?- me mira de arriba abajo anonadado.

-Bueno, necesitaba cambiar - me sincero.

-¿Por qué no me lo dijistes? - dice.

-Quería darte una sorpresa - sonrío y le miro a los ojos - ¿te ha gustado? - le pregunto.

-Me ha encantado - sonríe y me abraza.

Me da la mano y vamos hasta su casa. Hemos quedado para ver una película, y ha venido a recogerme a casa.
Nosotros somos mejores amigos, llevamos siendolo muchísimos años, y alguna vez que otro cuando vamos por la calle nos damos la mano, pero nada más que eso, es una muestra de cariño.

Aunque si me sincero... llevo enamorada de Daniel desde que empezó nuestra amistad, él fue la única persona que se fijo en mi cuando yo era invisible.

No quiero ir a su casa, porque esta su hermano, Jesús, todo lo contrario a él, un egocéntrico creído y estúpido. Siempre, siempre se ha metido conmigo y últimamente menos porque Dani no se lo permitía, pero siempre no me podía defender.

(...)

Entramos en su casa y vamos hasta la cocina donde esta Eva.

-Hola - nos saluda ella sonriendo - ¿como te llamas preciosa?

-Soy Beatríz, Eva - le contesto riendo.

-¿Tris? - deja de hacer lo que estaba haciendo y me mira impactada - Dios, estas preciosa, Tris, dios - viene hacia a mi y me da un gran abrazo.

-Gracias, tu también estas preciosa Eva - digo guiñándole un ojo.

-Vamos a ver una película - le dice Dani cogiendo una bolsa de palomitas.

Eva asiente y sigue haciendo sus cosas mientras Dani mete las palomitas al microondas y yo me siento en una silla de la isla.

-Voy al baño - digo y ellos asientes.

Sabía que esto iba a pasar, sabía que tendría que encontrarme con Jesus, pero no esperaba que fuese tan inmediato.

Entró a la cocina y todas las miradas se posan en mí, Dani me mira preocupado al igual que Eva, en cambio Jesús me mira de arriba abajo y sonríe, gilipollas.

-Hola guapetona, ¿como te llamas? - dice Jesús.

-Beatríz - digo sería y mirando a Daniel.

-No me jodas que eres tú, ¿Bea la fea? ¡Joder que bien te ha sentado el verano! - dice asombrado.

Por mi mente se me pasan mil insultos que decirle pero Eva esta delante, y no es el momento.

-Jesús a tu cuarto inmediatamente - ordena Eva.

-Pero mama... - intenta reprocharle el.

-Que te vayas tío - dice Dani cabreado.

El se levanta y sale de la puerta indignado, mediano imbécil.

-Lo siento - se disculpa Eva - no volverá a ocurrir Tris.

-No pasa nada Eva - le contesto - ya estoy acostumbrada, lo mejor es ignorar los malos comentarios.

Dani coge las palomitas y las echa en un cuenco mientras yo voy al comedor y pongo una película.
Al rato llega y se sienta a mi lado.

-Mi hermano es imbécil - me susurra al oído pasando su brazo por mis hombros, me arrecuesto en el y cojo palomitas.

-No te preocupes, todo está bien - digo convincente.

(...)

-La próxima de miedo - dice Dani mordiendo un trozo de pizza - vas a hacer que me convierta en un ñoño romántico - río ante su comentario negando con la cabeza.

-No veo nada de malo en eso - opino yo mientras me encogo de hombros.

-Quedate a dormir - me dice haciendo pucheros.

-No creo que me dejen, acabó de llegar a casa... - digo escudándome.

-¡Mama! - llama a su madre a los segundos viene - no se quiere quedar a dormir - me señala.

-¿Por qué Tris? ¿Es por Jesús? No te va ha decir nada, si no quieres dormir con Dani puede dormir en el sofá.

Y finalmente como siempre, Eva y Dani me convencen.

-Duerme conmigo mama, como siempre - dice Dani.

(...)

-¿Y que tal en el campamento has tenido algún novio? - me pregunta el.

-Obvio que no - me río - ¿y tú? he a chicas guapísimas en el instituto.

-Ninguna como tú - sonríe y se sienta en la cama.

Me sonrojo y me giro para ver una foto que ocupa toda la pared de encima del escritorio, es una foto nuestra, salimos sonriendo en unos columpios.

-Me encanta que te sonrojes - dice el y me río tontamente - te hace más adorable de lo que eres.

-Para ya Daniel - le advierto - por cierto, tenemos que renovar esa foto, no me trae buenos recuerdos.

-Todos los momentos contigo fueron y serán geniales, ya sabes que a mi no me importa tu fisico - admite el.

Me giro y le miro a los ojos mientras me acercó a él, hasta llegar a él y sentarme en sus piernas.

-¿Que pasa? - me dice sonriendo de medio lado.

-Que te quiero y te he hechado muchísimo de menos - le abrazo muy fuerte.

-Y yo a ti enana, esto no ha sido lo mismo sin ti - dice dejando un beso en mi pelo.