»7: Traje:

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Él estaba allí, sonriendo con sorna mientras el sol bañanaba su rostro en una abrazadora luz.

—Calum, él es Luke, mi nieto—empezó el abuelo, señalándome al hacerlo—. Y Luke, él es...—levanté una mano.

—Tranquilo, abuelo. Tengo la desdicha de conocer a este tipo en anteriores visitas a la playa.—comenté, de pronto avergonzándome por mi traje de surfista incómodamente ajustado. Casi podía leer su mente, y en ella él solo reía de lo, tal vez, rídiculo que me veía con el atuendo.

—Si ya se conocen, entonces me retiro para que comiencen con las prácticas.—dijo el abuelo, caminando hasta subir las escaleras de la casa.

Ahí va mi última esperanza, pensé con agobio. Demonios.

—Sí, pues, dos cosas-la voz de Calum me trajo a la realidad-. Uno, quítate eso. Ve por unas bermudas y una camiseta. Te vez ridículo—sentí el calor estallar en mis mejillas—. Dos, discutiremos una forma de pago.

Parpadeé, ¿oí mal acaso?

—¿Disculpa?—quise saber. Él me dirigió una mirada con cierto toque hostil... luego sólo estalló en carcajadas.

Menudo idiota.

Pero con una linda sonrisa.

Y seguía siendo un imbécil.

Un verano en 50 palabras - cakeWhere stories live. Discover now