―¿Fueron los que intentaron asesinarte? ―Gira despacio, observándome sorprendido―. Estoy enterada.

―Sí.

―¿Te hicieron daño? ―Ladea el rostro, frunciendo el ceño.

―¿Te preocupas por mí?

―¿Qué?

―De todas las cosas que podrías preguntar, has preguntado por mí. ¿Te preocupo? ―Acorto la distancia y sujeto su rostro, mirándolo con reproche. No hay burla en sus ojos, pero me sorprende que no se dé cuenta de lo que significa para mí.

―¿Cómo puedes preguntar algo así? Por supuesto que me preocupo. ¿No lo sabes? ―cuestiono dolida.

―Soy una sanguijuela. ―Abro la boca para protestar, pero ¿ha dicho sanguijuela? ¿Cómo lo sabe? ¿Me escuchó decirlo?

―Nunca he dicho eso... ―Sus labios se curvan ligeramente, formando una de esas escasas sonrisas que iluminan su rostro. Coloca sus manos sobre las mías, que aun sujetan su rostro, y apoya su frente contra la mía.

―Eres tan mala mintiendo ―me acusa sin parecer del todo serio.

―Lo siento...

―Está bien ―afirma―. Supongo que, en términos generales, ambos tenemos cosas en común.

―Eres diferente. ―Niega mirándome con gesto atormentado.

―Ya te lo dije. Soy igual a todos. Soy un vampiro. ―Es la primera vez que percibo un atisbo de desagrado al pronunciar la palabra. Es como si no le gustara admitirlo en voz alta. No es como Irina o Anisa que sencillamente lo dicen. ¿Acaso Armen no quisiera ser uno de ellos? Nunca antes me planteé esto y recuerdo la forma tajante en la que evitó el tema de su transformación. Aún siento el pavor, la desesperación y el dolor de aquel sueño.

―No, no lo eres, Armen. ―Me mira con ternura.

―Bebo de ti y te quiero para mí, ¿no soy egoísta? ―Libero su rostro y lo abrazo con fuerza. Quisiera borrar el dolor de su expresión, de su voz, de su mirada.

―No, porque yo también te quiero a ti.

―Gema ―susurra pegándome a su pecho―. Estoy intentando solucionar las cosas de la mejor manera posible. ―¿Realmente es Pen quien está haciendo esto? ¿Será posible que haya hecho una alianza con los impuros para matar a Armen? Me cuesta creerlo, pero siempre fue decidido y sabía cómo convencer a las personas, era un líder nato, lo que se suma a su odio por ellos. Pen perdió todo lo que tenía aquella noche y juró vengarse―. Y si no te conté nada, fue para que no te preocuparas.

―Me preocupo más no sabiendo las cosas. ¿Hay algo que pueda hacer? ―Levanto el rostro. Sus facciones se endurecen ante mi pregunta―. Puede que sea una humana, pero he visto que ustedes no son lo que todos creemos. Quizás...

―No te lo he dicho para que intervengas, Gema. Sino para que estés al tanto y sepas que no dudo de ti.

―Pero... ―Sacude la cabeza.

―No, nunca pensaría en utilizarte a mi favor. Además, nadie lastimará a un humano, no pienso comenzar una guerra, quiero solucionar las cosas. Esta ciudad es de ambos. ―Sus palabras son sinceras y solemnes. Realmente es un buen líder, le preocupan los humanos también. No solo los suyos.

―Lo sé.

―¿Qué? ―inquiere desconcertado. Supongo que esperaba que dudara, pero no es así.

―Sé que tú no nos odias. ―Ahora entiendo los comentarios de Irina sobre él―. Creo en ti. ―Me mira con un brillo diferente en los ojos y se inclina sobre mi rostro―. No quiero que te pase nada.

La donante (#1 ) *Resubida*Where stories live. Discover now