Prólogo

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La tercera guerra mundial comenzó en el año 2027. Pequeños desacuerdos se convirtieron en intensas disputas, las cuales terminaron siendo el detonante de la casi extinción de los humanos. Lo que se inició como un enfrentamiento entre dos líderes acabó dividiendo al resto del mundo en dos bloques. Las grandes y pequeñas potencias no tardaron en elegir bando, enviando a sus mejores hombres y armas, y olvidándose completamente de los civiles. Los primeros ataques destruyeron ciudades enteras dejando miles de muertos y heridos. Pero eso no detuvo a ninguno de los dos bandos. El siguiente paso fue bloquear y colapsar las comunicaciones del enemigo inutilizando los satélites e imposibilitando así la transmisión de información con los aliados. Los caminos y edificios se redujeron a escombros intransitables; la muerte y el hambre emergieron provocando que la desesperación reinara. Sin embargo, eso no fue suficiente y el deseo de destrucción superó la razón y finalmente, uno de los participantes, mostró al mundo que no existía enemigo pequeño lanzando la que sería la primera arma biológica. Esto no solo acabó con su rival, sino que arrasó el continente americano, donde todavía vivía más de la mitad de los supervivientes del mundo hasta ese momento. Llevando así a la raza humana al borde de la extinción.

El caos prevaleció durante los siguientes años, en los cuales los campos perdieron la fertilidad, los animales comenzaron a morir y el agua potable escaseó. Los sobrevivientes lucharon por hacerse de las pocas cosas que aún eran funcionales y así una nueva guerra empezó. Sin un gobierno, ni bandos que proteger, solo provocada por el instinto de supervivencia.

Pero todos ignoraban que lo peor estaba por venir. Nadie previó la aparición de los vampiros. Las criaturas que todos creían eran una fantasía se convirtieron en seres reales y malvados. Los primeros supusieron una absoluta sorpresa para los humanos, ya que no tenían claro qué intenciones traían. Después llegaron hordas que sembraron el terror y el pánico en una deteriorada raza humana, la cual aún luchaba entre ella por los pocos recursos que quedaban y que no podía ser rival para criaturas sobrehumanas sedientas de sangre. Era inútil luchar. Durante el día podían escapar, pero al caer la noche no había lugar donde esconderse. Los gritos y lamentos desesperados eran la antesala de la muerte que la luz de un nuevo día dejaba al descubierto.

Cuando la raza humana pensó que había llegado su fin, un nuevo grupo de vampiros llamados "fundadores" apareció. Eran vampiros de sangre pura con habilidades especiales, extremadamente intimidantes y con la facultad de poder caminar durante el día a la luz del sol. Estos vampiros eran temidos incluso por los de su misma especie. Los fundadores ofrecieron paz a los humanos, una especie de alianza para la supervivencia de ambos grupos. Era un hecho que para existir necesitaban la sangre y al mismo tiempo los humanos necesitaban su protección. Algunos declinaron la oferta, pero la mayoría estaba demasiado atemorizada como para resistirse, así que aceptaron quedar bajo su mandato. Las condiciones eran sencillas, ellos no beberían sangre sin el consentimiento previo del humano y los tratarían como iguales.

Así fue como una nueva sociedad nació. Una sociedad que ha prevalecido más de 500 años, gobernada por vampiros y sustentada por humanos.

Esa es la historia que todos cuentan, una en donde estos vampiros son nuestros nobles salvadores, pero no todo es como parece. Ellos simplemente aprovecharon nuestra debilidad para someternos, ya que la realidad es que nunca hemos sido iguales. Somos el último eslabón de la cadena, un grupo débil que con el paso de los años se ha deteriorado cada vez más hasta el punto de agachar la cabeza y obedecer.

¿Realmente nuestro único propósito en la vida es servirles?

No, yo no estoy de acuerdo. 

La donante (#1 ) *Resubida*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora