Capítulo 1

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Mi nombre es Alaska Wilde, tengo 17 años y acabo de mudarme a Toronto, Canadá junto con toda mi familia: mis padres y mi increíble, aunque fastidioso, hermano Jack. Llevamos aproximadamente una semana en la ciudad y los vecinos se acercaron para darnos la bienvenida con deliciosos postres, lindo ¿no?
La razón por la que mi familia y yo nos mudamos es porque mi papá es un muy buen abogado y consiguió un empleo en una firma de abogados aquí en Toronto.
La verdad, cuando me dieron la noticia de que nos mudaríamos no lo tomé del todo bien. Definitivamente no es fácil dejar a tus amigos y novio para comenzar de nuevo en una ciudad diferente, pero bueno, aquí estoy, dispuesta a hacerlo por mis padres.    

-¿Te sirvo más ensalada, cariño?-preguntó mi mamá sumergiendo el cucharón en la ensalada y sirviendo una porción en su plato. 

-No gracias, estoy bien así-me levanté de la espaciosa mesa y fui a la cocina para lavar mi plato-por cierto, ¿dónde están papá y Jack?

-Tu padre no me dijo a donde iban, ya sabes, chicos-mi mamá puso una galleta en su boca.

-Está bien–la miré desde el marco de la puerta–tengo que preparar mis cosas para mañana el colegio, buenas noches.

Salí de la cocina y me acerqué a mi mamá, quien aún permanecía sentada en el comedor, y le planté un beso en la mejilla. Ella me sonrió.


Subí corriendo las largas escaleras de mi casa y rápidamente me metí en mi habitación. En el suelo, a un lado del closet, había cajas que debía desempacar. Ahora que lo analizaba con más tranquilidad, mi habitación estaba hecha un desastre.
Me decidí por sacar la ropa de la última maleta que me faltaba y la metí en el closet con puertas color blanco tratando que la pila de ropa que ya estaba amontonada dentro de el no se me cayera encima, lo logré.

Mi celular sonó.

Mensaje de Izzy

¡Alaska! Dylan y yo te extrañamos mucho, las chicas te mandan saludos.

Izzy

Leer ese mensaje me sacó una sonrisa, la verdad es que los extraño mucho.
Izzy es mi mejor amiga desde los seis años y ahora las dos tenemos diecisiete. Ella es la única persona en quien puedo confiar realmente, después de mi hermano Jack, y bueno, también está Dylan, mi ex novio, él es un gran chico con el que pasé buenos momentos, pero por ahora tenía que preocuparme porque mañana será mi primer día en la escuela, tal vez no sea tan malo hacer nuevos amigos aquí. Apagué la luz de mi cuarto y me tiré a la cama.

Mañana será un nuevo comienzo.


-¡HERMANITA!-me gritó Jack en el oído. Me levanté de golpe de la cama aventando todas mis almohadas.

No pude haber despertado de mejor forma.

-Jack ¡¿QUE RAYOS TE PASA?!-grité, sacudí la cabeza un poco aturdida Me senté en la cama y Jack a un lado de mi.

-Si no quitas tu gordo trasero de mi cama...

-¿Qué me vas a hacer?-dijo retándome y mostrándome la lengua como un niño de cinco años. 

-No quieres que te diga en realidad.

Él sabe que puedo ser muy mala cuando me molesta, recordé la vez que estábamos peleando y le mordí la oreja, teníamos cuatro y cinco años.

-Como sea princesita-dijo Jack, se levantó de la cama y caminó directo a la puerta de mi habitación-nos vamos en treinta minutos

Salió y dio un portazo.

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