capítulo 26

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Sentía como el agua tibia caía por todo mi cuerpo, llevándose todo el cansancio del viaje, haciendo que disfrutara del momento tan cotidiano. Lave mi cabello y mis extremidades, salí de la ducha embolviendo una tohalla al rededor de mi cuerpo y otra en mi cabeza.

Unos toques en mi puerta llama mi atención.

- ¡Ya voy! - grito.

- ¡Todavia no estas lista! Sam, llegaremos tarde a la cena - Carla me riñe, yo ruedo los ojos y vuelvo al interior de la habitación para seguir arreglandome.

- Me visto en seguida. Tranquila no tardo nada. Además, seguro que estare lista antes que los chicos - río con lo último.

- Es verdad - ríe mi amiga - Y... ¿que te parece? - da un pequeño giro para que admire su vestimenta. Un hermoso vestido blanco de corte corazón se ciñe a su figura, realzando su busto, y ajustándose a su perfecta cintura, calza unos tacones rojos con toques de brillitos que estilizan sus largas piernas. Su maquillaje es formado por delineador negro, rímel y labial rosa.

- Estas estupenda. Espero que Marco lleve un cubo...

- ¿un cubo? - pregunta confundida.

- Sí... ya sabes, para la baba - digo y rompemos en risas.

Quince minutos después y ya estoy lista. Un vestido negro con escote V que llega casi hasta mi ombligo, con un poco de vuelo en la parte de la falda, y sandalias negras de tacón de unos seis centimetros. El cabello lo llevo liso y suelto, el maquillaje consiste en sombra de ojos claro, colorete y labial rosa.

- ¡Te ves preciosa! - chilla Carla al ver todo el conjunto - Ese escote va a causar ataques al corazón ¡esta noche! - sigue gritando como loca.

*****

Narrador Omnisciente.

Cameron, Ashton, Ana y Marco se encontraban en la barra de bebidas en la zona de ocio del hotel esperando a Carla y Sam.

- Qu'est-ce que ça va prendre? - preguntó el barman.

- Quatre martinis - contesta Cameron con una perfecta pronunciación en francés.

El chico los prepara con habilidad y se los sirve.

- ¿Que te pasa? Parece que vas a la orca - se burla el moreno.

- Callate Ashton - sisea Cameron.

- No ya en cerio, dime - dice y toma del liquido refrescante de su copa.

- No sé, digo... no es nada.

- Okey...

El moreno sabe de sobra lo que le pasa a su amigo, pero también sabe lo cabezota que es, por lo que todavía no quiere aceptar que los celos lo están consumiendo de poco en poco. Pero dejara que toque fondo, así aprenderá a no cerrarse tanto y dejar fluir sus sentimientos.

Carla y Samantha se encuentran en el ascensor, Sam siente como burbujas afloran en la boca de su estomago, con tan solo pensar en ver a Cameron. Después del ataque que le dio en el avión sabe que cada vez es mas complicado ocultar sus sentimientos. En sus adentros ruega para que la noche no se estropee, ya que apenas es la primera de las dos semanas que estarán en La ciudad del amor.

- En cerio no viste cómo te miro el clon de ¡Jonny Depp! - vocifera la castaña.

- No te pases, solo me sonrió - dice entre risa la ojigris.

- ¡Una sonrisa que derrochaba ambre de lujuria! - dice con obviedad su alocada amiga.

- Creo que la laca te a afectado el cerebro Carla - se burla la mas baja.

- Es posible - ríen las dos mientras bajan a recepción y pasan las puertas de la sala de ocio.

Cameron escucha con atención la anécdota que esta contando su amigo sobre un día que se encontró a sus padres teniendo relaciones sexuales, cuando él tenia catorce, casi le da un infarto por tal escena. El rubio bebe de su copa para calmar el dolor de la garganta que le a causado el reír tanto, lo cual fue mala idea porque el líquido no duro ni dos segundos en su boca, ya que al ver entrar a Samantha dicho liquido quedo esparsido en la camiseta de Ashton.

- ¡Carajo Cameron! - el castaño se queja mientras intenta secarse con casi todo un paquete de servilletas la camisa y parte de la cara.

El rubio tosía para librarse del mal estar en la garganta y pasaba saliva.

Cameron sintió que su corazón iba a salir disparado de su pecho al ver entrar a la que robaba su sueño por las noches y le hacia soñar despierto durante el día.

Observó con detenimiento a su chica, y casi le da un infarto. De inmediato supo que esa noche no tomaría ni una gota de alcohol. Tendria que estar como un balcón con la morena. Obviamente no toleraría que ningún idiota se le acercara mas de dos metros y menos que se la comieran con la vista.

¿A caso lo hace a propósito? Dijo el rubio en sus pensamientos.

- ¡Oh la madre que me parió! - grita la pelirroja, haciendo sobre saltar a todos.

- ¡Joder Sam! ¿Quieres matar a todos los hombres del local hoy? - dice riendo Ashton.

La ojigris no pudo mas que sonrojarse y pedir su primera copa de la noche.

Samantha tenía un plan para esta noche. La cual había planeado mientras se duchaba.

Solo rogaba a todos los dioses existente para que dicho plan no se fuera al retrete.

Crucemos los dedos por la sexy y nerviosa Sam.



Foto del vestido de Samantha *-*

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Y llegue a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora