capítulo 7

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- No, esa no - dice Ana, tirando la camisa a la montaña de ropa que han ido almacenando en la cama.

Creo que mañana tendré agujetas en los brazos de tantas veces que me he puesto y quitado camisas.

- ¡Este! - chilla Carla, mostrando un vestido de verano color rosa pálido, es de tirantes con un poco de vuelo en el bajo, llega a mitad de las piernas.

- ¡No! - digo - Rotundamente, NO - me niego a ponerme el vestido. No es que sea feo, al contrario es precioso. Pero es que si me lo pongo, va a ser una cita en toda regla, es demasiado cómo para una salida de amigos.

- ¡Pero, es perfecto! Es como tu....sencillo, pero hermoso - dice Ana con una sonrisa y ojos suplicantes y Carla la imita.

De mala gana, le arrebato el vestido de las manos, y me lo pongo.

- ¡Tachan! - digo sarcásticamente gesticulando con las manos. Ignoran mi mal humor y aplauden.

- ¡Te queda genial! - dicen

- Vale, ¿hemos acabado por hoy?... ¿O le digo a Tayler que me recoja en unas cuantas décadas?.

Fruncen el ceño.

- JA JA JA - Dice Carla.

- Eso es un , ¿sí? - pregunto intentando parecer seria.

- Sí...- contesta Ana...- Oh falta el cabello - le vuelve la sonrisa a la cara.

Me giro - ¡Oh, no! Estoy bien así, pero gracias - las beso en las mejillas antes que puedan responder, salgo de la habitación y bajo las escaleras.

Las escucho que vienen detrás de mi.

Me detengo en el umbral de la puerta del salón. Cameron está viendo televisión y Tayler esta con el móvil. Cuando me escuchan, levantan la vista.

- Ya estoy - digo con la boca seca. Tayler va con unos pantalones cortos azules, una camiseta gris con el logotipo de The rolling stone, unos Converce azul oscuro, leva el pelo perfecto como siempre. Él también inspecciona mi atuendo. Una sonrisa le ilumina la cara.

Se pone de pie y camina hacia mi - ¡Wow!, estas...preciosa - dice y siento la intensa mirada de Cameron que observa mi reacción.

- ¡A que sii! - dicen las chicas que pasan por nuestro lado hacia el el sofá.

- Antes también lo estaba - murmura Cameron girándose hacia la TV.

En cuestión de segundos mis mejillas se tiñen de rojo.

- Venga, vayámonos - digo. Quiero salir de aquí. No se a que ha venido la actitud de Cameron...parecía.... ¿Celoso? Me río por dentro, es imposible. Nos conocemos desde hace unas pocas horas. Y lo que sé de él hasta ahora, no es muy bueno.

Tayler me abre la puerta de su camioneta (2004 Ford f150) de color negra. Me subo, él rápidamente la rodea y se sube en el asiendo del conductor.


- ¿A dónde vamos? - pregunto un poco nerviosa. Él sonríe sin quitar la vista de la carretera. Llevamos como veinte minutos y no hemos parado en ningún sitio.

- Es una sorpresa - dice agrandando la sonrisa, dejando ver sus perfectos dientes.

- Hmmm...no me gustan mucho las sorpresas - le suelto. Me han empezado a sudar las manos.

Él se ríe por lo bajo - Esta te gustará, o eso espero - dice de repente nervioso.

Veo por la ventana, el paisaje es precioso, hay arboles a donde quiera que veas.

- Ya estamos - dice. Gira a la izquierda y entramos en un camino mas pequeño. Se detiene, apaga el motor - Venga, vamos - los ojos le brillan, ahora se le ve mas nervioso. Yo no me quedo atrás me siguen sudando las manos.

Sale de la camioneta, camina hasta mi puerta y la abre, me tiende la mano para ayudarme a bajar. Al bajar veo a mi alrededor, en los dos lados del pequeño camino solo hay arboles, y no se ve mas allá de ellos.

Como no puede ser de otra manera, mi mente comienza a trabajar en pensamientos malos.

¿Y si me ha traído aquí para matarme y dejar mi cuerpo entre los árboles?... Nadie me encontraría.
O...¿Ha quedado con unos secuestradores? O...¿Me vende en un mercado de blancas?

Vale, vale, valee... No te pongas paranoica ahora. ¡TIENES QUE DEJAR DE VER CSI! - me riñe mi conciencia.

Okey....

Tayler abre la puerta de atrás y saca una cesta de picnic.

Vaya...esto no me lo esperaba.
Me coge de la mano y me lleva en un sendero que no había visto, esta a un lado del camino.

- ¿Estas bien? - pregunta. Solo soy capas de asentir - es uno de mis lugares favoritos - dice examinando mi cara.

Miro hacia atrás para comprobar que no hay secuestradores que nos sigan.

¡PARA! - chilla la voz en mi cabeza.

¡Valeee! (Tengo que dejar de discutir conmigo misma, o tendré que ir a un psiquiatra)

- Cierra los ojos, quiero que sea una super sorpresa - dice emocionado.

Dudo por unos segundos, pero accedo. Tayler cubre mis ojos con su mano libre.
Damos unos cuantos pasos y nos detenemos.
Retira la mano de mi cara, pero sigo con los ojos cerrados. No sé porqué, pero siento un poco de miedo por lo que pueda ver.
- Ya puedes abrirlos - me susurra en mi oído, doy un salto al sentir su aliento acariciarme la mejilla.
Lentamente abro los ojos....y mi mandíbula cae hasta el suelo.
- ¡Wow!... es ...preciso - murmuro.

- Sí que lo es...- le veo y él me esta mirando intensamente. Y creo que no se refiere al increíble jardín de laberinto que tenemos enfrente. Es como sacado del cuento de "Alicia y el país de las maravillas" En medio del laberinto está una estatua de dos ángeles besándose, hay flores de todas las especies y colores existentes. El color naranja rojizo del atardecer le hace ver mucho mas precioso y realza los rasgos de las estatuas, hace que parezca que en cualquier momento empezaran a moverse y saludarte.

Tayler saca un mantel blanco con florecillas rojas. Se sienta y tira de mi mano para que también lo haga.

Comemos sandwich y coca-cola. Y pasamos la tarde hablando sobre temas comunes, para conocernos. Después de todo Tayler es un buen chico, mi opinión de él ha cambiado radicalmente. Tenemos algunas cosas en común, cosa que me sorprendió, como que...también es alérgico a los cacahuetes, o que le gustan algunos grupos de música que a mi también.

Cuando llegamos a casa de Ana ya es de noche.
Estamos en el porche, estoy apunto de tocar el timbre, cuando me coge de la muñeca y hace que me gire. Y me besa.

Siento sus carnosos labios presionando los míos, mis ojos se abren por la sorpresa. Pero no puedo resistirme, y correspondo su beso.

- Buenas noches - dice separándose despacio.

Ahora mismo solo soy capaz de asentir con la cabeza. Observo como su coche desaparece y dejo salir el aire que no sabia que retenía.

¡¿Esto de verdad acaba de pasar?!

Me giro hacia la puerta, y suelto un grito al encontrarme con Cameron que esta con la puerta abierta de brazos cruzados.

- ¡Me has asustado! - me quejo. No tiene cara de buenos amigos, así que paso por su lado y subo a la habitación de Ana - ¿Que mosca le a picado a tu hermano? - le pregunto a Ana y Carla que están en la cama con el ordenador.

Chilla y tiran de mi hacia la cama.

- ¡¿Cómo ha ido?! - preguntan. Les cuento todo y cuando termino están con los ojos como platos. Me río por sus reacciones y bajamos a cenar.


Y llegue a tiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt