capítulo 25

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En las cinco primeras horas he conocido a Mark mas a fondo. Es de Vermont y estudia Historia en la misma universidad que los chicos. Está en tercer año, por el brillo que aparece en sus ojos cuando habla de su carrera, se nota que le apasiona. A simple vista no parece un cerebrito, pero lo es en toda la extensión de la palabra. Ahora mismo estamos metidos en la Segunda Guerra Mundial...

- Hasta ahora hay muchas cifras de las muertes... Hay unos que dicen que fueron setenta millones y los más optimistas entre cuarenta y cuarenta y cinco millones...

- Wow... Eso es horrible... Espero que Hitler esté ardiendo en lo más profundo del infierno - comento con cierta amargura en la voz.

- No lo dudes... - dice sonriendo.

En todo el trayecto hecho Cameron no nos ha quitado ojo, está en la fila de al lado pero una fila más adelante que la nuestra. Ana y Ashton van detrás de nosotros, y Carla y Marco delante.

- ¡Oh! Eres un niño muy adorable... - dice la anciana que está al lado de Cameron, la muy cariñosa ancianita le pellizca la mejilla a Cameron, lo que me hace reír por lo bajo. Pensé que había sido lo suficientemente sutil, pero por la mirada que me lanza él no lo fui.

- Y... ¿Tú lo crees? - la voz de Mark hace que mi atención este otra vez en sus ojos marrones.

- Oh, lo siento... Si creo qué...

- Que Hitler era gay...

Un poco del agua que empezaba a beber es esparcida en la parte trasera del asiento delante mío, comienzo a toser como loca.

- ¿Estas bien? - Mark me acaria la espalda haciendo círculos con la palma de su mano.

Asiento mientras intento tragar saliva para quitar la sensación fea en la garganta.

- ¿Segura?... - pregunta haciendo los círculos más grandes.

- Te a dicho que está bien, así que no hay necesidad de que le metas mano - la gruesa voz de Cameron dice casi en la cara del chico. El pobre sólo puede ponerse como un tomate y asentir con dificultad.

- Apuesto a que tienes ganas de ir al baño... - comenta con tono amenazante el chico grande y rubio dueño de los ojos que hacen temblar mis piernas.

- E-es justo lo q-que iba hacer... - Mark se levanta tan rápido que parece que pasa flotando por encima mío.

- ¿Por qué has sido tan grosero? - una punzada de ira va creciendo en mi pecho.

- ¿Qué querías que hiciera?... ¡Técnicamente te estaba violando! - dice dramáticamente mientras se sienta en el asiento de Mark.

- ¡Oh, por favor! Casi me ahogo - intento explicar.

- Sí y por eso él se aprovechó de eso... Vete a saber que te habría hecho si no llego a estar aquí... - abro la boca para responderle pero se me adelanta - Además ¿Porque le defiendes? No lo conoces de nada. Puede que sea un asesino en serie... O un Kamicase o...

- ¡Ya basta! Que más te da lo que sea. No es asunto tuyo - las palabras salen antes de que pueda detenerlas. Él me mira sorprendido por mi arrebato, pero logra ocultar rápido su asombro, se levanta y se dirige a su asiento. Nuestras miradas no se cruzan en ningún momento durante el resto del viaje.

Y gracias a Dios nadie prestó atención a nuestra discusión.

****

- De verdad que lo sentimos muchachos. La llegada de la Convención nos tomó por sorpresa y tienen ocupado mas de la mitad del hotel - explica la señora de mediana edad con su demasiado pronunciado asento.

- Pero nosotros ya habíamos reservado las habitaciones. ¡Desde hace dos meses! - Ana contesta furiosa.

- Lo sé. El problema fue que el recepcionista es nuevo y no sabía bien lo de las habitaciones reservadas - la directora del hotel se justifica.

- Chicos no hay problema... Podemos compartir... Podemos dormir dos chicas en una habitación, dos chicos otra habitación y la chica y chico que queden dormiran en una habitación cada uno... ¿Entendieron? - les intento explicar mi idea.

- Voto porque las habitaciones sean mixtas - dice Ashton divertido. Rápidamente es fulminado por la mirada de Cameron.

- ¡Tu no compartiras habitación con MI hermana! - gruñe amenazante. Pero a su amigo no parece asustarle, ya que suelta una carcajada.

- La idea de Sam me parece bien... - comenta Marco con cara de cansancio.

- ¡Que levante la mano a quien le agrade la idea! - toma parte Carla.

- ¡Pues esta solucionado! - sentencia la directora - Y como disculpas, el hotel les brinda una cena gratis y entradas a la discoteca más concurrida de París - dice con su divertido asentó francés.

Con las tarjetas de las habitaciones en las manos asignamos las habitaciones.

Yo dormiré sola, Ana y Carla juntas, Cameron sólo, y Marco y Ashton juntos. Por ahora todo marcha bien.

Pero muy en el fondo siento que algo está por pasar... Pero el problema es que no sé si es bueno, o malo...

Y llegue a tiWhere stories live. Discover now