Capítulo veinte y tres.

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29 de Julio de 2013.

Veo a un enojado Colín ir y venir, maldecir y llamar de todas formas a Zeev Clayton. Estoy segura que Colín no solo esta enojado, si no también esta preocupado por mi salud.

Suspiro. No tengo la menor duda de que Zeev me hubiera hecho daño de no ser por Jesse, sí, Jesse me salvo de las manos de Zeev. Aun no puedo explicarme a mi misma de como pudo entrar al apartamento de Colín, se supone que la seguridad no es mala y no le permite la entrada a cualquiera.

Yo igual estoy enojada.

Siento a mi bebé moverse, pongo mí mano en mi vientre, sonríe. Falta poco para conocerla y siento la emoción de la cual mí madre me hablaba.

Tú no seras como él.

No me doy cuenta de que he estado tocando mí vientre hasta que siento la mano de Colín arriba de la mía. Sonrió.

—Estamos bien, Colín —murmuró.

Se que él solo regreso por nosotras, sabia que Corey se lo diría. La verdad que no quería a Colín aquí, el tiene un trabajo con el cual debe cumplir y yo no voy hacer la excusa perfecta para que deje de hacerlo. Primero están sus fans.

—Él pudo haber hecho qué abortaras al bebé, Whitney —dice Colín.

—No me hizo daño, ni a mi, ni al bebé.

—Sabes que tienes un riesgo de abortar, eso es un daño y ahora tengo miedo de dejarte sola aquí por ese psicópata.

Veo como el rostro de Colín se pone rojo, sus manos se convierte en puños. Se aleja de mi, cierra los ojos y respira profundo.

Se que esto lo pone más que de malas.

—No me paso nada —ruedo los ojos.

Colín esta exagerando.

—No te paso nada porque Jesse lo detuvo, pero si Jesse no hubiera querido arreglar las cosas contigo en ese momento... —grita, cierra los ojos y después abre sus ojos mostrando una tonalidad más clara. —. Te hubiera perdido a no ser porqué Jesse quería arreglar todo, y no sabes como me siento al saber que yo pude estar ahí y evitar todo pero no lo hice.

»Me fui y ahora estoy pagando las consecuencias.

—Colín —lo llame pero él no me miraba, él estaba mirando hacia otra parte en lugar de mirarme a mí.

Colín niega con su cabeza, suspira.

—Tal vez tenias razón.

No, no digas nada. No te arrepientas, Colín.

— ¿En qué?

—En que tu y yo no podemos estar juntos y ser algo, yo soy una figura pública y tu solo eres alguien que no tolera a los demás.

— ¿Te arrepientes, verdad?

Sabia que no quería escuchar su respuesta, sentia como cada parte de mi felicidad se estaba destrozando. Yo me estaba rompiendo y lo peor era que no tenia ni idea de que hacer.

Puedo vivir una vida sin Colín, nací sin él y puedo superarlo pero lo que nadie sabe es que, no podre dejar de quererlo y recordarlo cada día de mi vida. Que siempre lo estaré comparando con otra persona, siempre querré escuchar su voz y no lo haré.

Lo que muchos no saben es que el amor nunca muere, ni hoy,  ni mañana, siempre estará vivo. Y tal vez solo no sienta tanto dolor después pero sentiré y eso es lo que cuenta.

Colín me mira, él esta enfrente de la camilla del hospital y esta mirándome como si estuviera en un estado crítico. Suspira y niega, se da la vuelta para después retirarse de la habitación. Si antes no me habían roto el corazón, ahora con su comportamiento lo esta.

Pequeña Mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora