۞༆E͜͡S͜͡T͜͡A͜͡ H͜͡I͜͡S͜͡T͜͡O͜͡R͜͡I͜͡A͜͡ M͜͡E͜͡ S͜͡U͜͡E͜͡N͜͡A͜͡༆۞

♫︎𝔸𝕄𝕆ℝ 𝔻𝔼 𝕊𝕀𝔼𝕄ℙℝ𝔼♫︎

Clyde nunca había entendido a los enamorados.

Los miraba desde lejos en la escuela: tomados de la mano, compartiendo audífonos, sonriendo sin razón. Siempre pensó que era algo exagerado. O falso. Algo que solo pasaba en las películas.

Hasta que Token le sonrió diferente una tarde cualquiera.

No fue una sonrisa como amigo. Fue una de esas que te atraviesan. Que se quedan clavadas en la mente, que te hacen repetirlas en sueños.
Clyde no supo qué hacer con eso.
Así que no hizo nada.

Pero Token sí lo hizo.

Un día, después de clases, lo llevó a un lugar que Clyde no conocía: un parque escondido entre los árboles, donde no se oía nada más que el viento y las hojas.
Se sentaron en el pasto. Token sacó su celular y puso una canción suave, con letras en español que Clyde no entendía del todo, pero que sonaban como promesas.

-¿Por qué me trajiste aquí? -preguntó Clyde.

Token no lo miró. Solo dijo:

-Porque cuando veo tus ojos, ahí es donde quiero vivir.

Clyde se quedó en silencio. Sintió cómo su pecho se apretaba y se abría al mismo tiempo.

-No digas cosas así -murmuró-. Me vas a arruinar la vida.

Token se giró hacia él, tranquilo, y le dijo:

-No vine a arruinarte nada. Vine a enseñarte a volar.

Y volaron.

No en el aire. Sino en risas, miradas, secretos.
Cada "te amo" de Token era una canción.
Cada beso era una caída suave en un lugar seguro.
Cada mañana juntos era un milagro que Clyde nunca pensó que viviría.

"Quiero ver esa sonrisa en mi cama al amanecer..."

Y la veía.
Todos los días.
Aunque no dijeran nada.

Clyde le confesó una vez:

-Tenía mil kilos rompiéndome la espalda. No sabía quién era, ni qué quería. Y tú llegaste sin advertirme.

Token lo abrazó, con calma.

-Yo tampoco sabía. Pero ahora sí.
Te quiero, Clyde.
Te quiero como para quedarme.

Un día, estaban acostados mirando el techo de la habitación de Token, sin hacer nada, solo escuchando otra vez esa canción. Clyde, con la voz baja, casi susurrando, dijo:

-Siempre veía a los enamorados... y pensaba que eso no era para mí.
Hasta que tú me hiciste uno de ellos.

Token le besó la frente.
-Y yo que pensaba que no creía en la suerte.
Pero míranos.
Aquí, en la luna.

Ahora, cuando Clyde cierra los ojos, no sueña con lugares, ni con cosas.
Sueña con mirar los de Token.
Porque ahí es donde quiere vivir.
Y si lo besan esos labios, sí, que lo maten.
Porque ya vivió lo suficiente como para saber que esto... es amor.

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Olaaaa como están?, espero y muy bien <3 buenooo les traigo otra parte de estos one-short tocó el tydeee yeeei lo malo es q no tuve imaginación para esta pareja D: ojalá y les guste por q a mí no me gustó nadota, lo quiero mucho cuidense y tome agüita, byeee💓

(Voten plis 🥲🙏 y si quieren una historia con su canción favorita solo comenten y también pongan el ship)