La lluvia caía suave sobre South Park esa tarde de otoño. Las calles mojadas reflejaban las luces cálidas de los faroles, y el cielo gris parecía envolver el mundo entero en una manta húmeda. En la pequeña cafetería de la esquina, Tweek Tweak servía el último capuchino de la jornada, con sus manos temblorosas pero precisas.
-¡Craig! -gritó desde detrás del mostrador, con su característico tono nervioso-. Tu café está listo.
Craig Tucker, como siempre, estaba en la mesa del fondo, la que daba justo al ventanal empañado por el vapor del interior. Tomó la taza entre sus manos enguantadas y sonrió, apenas.
-Gracias, Tweek.
No era un día especial. No había un evento, ni un recuerdo particular atado a ese momento. Pero para Tweek, cada tarde que Craig aparecía en su café era una especie de milagro silencioso. Como si el universo le recordara que, en medio de su caos interno, había algo que sí podía contar con certeza.
Se sentó frente a él, sin preguntar, como ya era costumbre.
-¿No tienes que cerrar? -preguntó Craig, mirándolo de reojo.
-Puedo esperar un poco... si tú te quedas -dijo Tweek, intentando controlar su respiración.
Craig no respondió con palabras. Solo lo miró con esos ojos que para Tweek siempre parecían esconder un mundo tranquilo, un mundo al que él quería pertenecer.
-Oye, ¿sabes esa canción vieja? -empezó a decir Tweek, jugando con un sobre de azúcar entre sus dedos-. "Piel canela". Mi papá la ponía cuando estaba de buenas...
Craig asintió lentamente.
-"Que se quede el infinito sin estrellas, o que pierda el ancho mar su inmensidad..." -citó en voz baja.
Tweek lo miró, sorprendido. No pensaba que Craig recordaría la letra.
-¿La conoces?
-Claro. Mi abuela la ponía en su cocina. Me gustaba cómo sonaba, como si todo fuera posible mientras sonara esa canción.
Hubo un silencio suave, no incómodo. Afuera, la lluvia seguía cayendo, pero dentro del café, el tiempo parecía haberse detenido.
-¿Sabes qué me gusta de esa canción? -dijo Tweek, su voz temblando por algo más que sus nervios usuales-. Que habla de cómo el amor puede hacer que todo lo demás deje de importar. Como si bastara con... estar contigo.
Craig lo miró fijamente. Luego, tomó su mano por encima de la mesa.
-Para mí, tú eres mi piel canela.
Tweek tragó saliva, con los ojos húmedos.
-¿En serio?
Craig asintió. -Aunque el cielo se caiga, mientras estés aquí... todo va a estar bien.
Y allí, entre el aroma del café, el murmullo de la lluvia y los versos de una canción que no sonaba pero se sentía en el aire, Tweek y Craig encontraron un pequeño refugio en el otro. Uno donde ni el infinito sin estrellas, ni el mar sin inmensidad, podía tocar lo que habían construido juntos.
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Holaaaaa cómo están, espero y muy bien :D aquí otra parte de estos one-short jajsjaja ahora tocó el Creek, buenooop espero y sea de su agrado, no olviden seguirme y votar está historia para q pueda seguir asiendo otras :3, bueno los quiero muchooo byeeee.
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۞༆E͜͡S͜͡T͜͡A͜͡ H͜͡I͜͡S͜͡T͜͡O͜͡R͜͡I͜͡A͜͡ M͜͡E͜͡ S͜͡U͜͡E͜͡N͜͡A͜͡༆۞
Romance༒︎𝙴𝚜𝚝𝚘 𝚟𝚊 𝚊 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛 𝚙𝚎𝚚𝚞𝚎𝚗̃𝚘𝚜 𝚘𝚗𝚎 𝚜𝚑𝚘𝚛𝚝𝚜, 𝚖𝚎 𝚒𝚗𝚜𝚙𝚒𝚛𝚎 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚌𝚑𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚖𝚞𝚜𝚒𝚌𝚊 𝚢 𝚖𝚎 𝚊𝚌𝚘𝚛𝚍𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚗𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚛𝚎𝚕𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚋𝚊𝚗 𝚞𝚗𝚘 𝚊𝚜𝚒 𝚡𝚍 �...
