Con un último y brutal golpe de cadera, se enterró profundamente dentro de el y rugió su liberación. El Omega gritó al sentir su esperma caliente llenar dentro de su coño. Mientras In-ho se desplomaba encima de el, jadeando y agotado, el Pelirrojo cerró los ojos y dejó que la oscuridad se lo llevara, rezando para que cuando despertara, todo esto fuera un sueño terrible.

El nudo se deshizo algún tiempo después, bastante minutos después. Gi-hun hizo una mueca cuando el pene se deslizó fuera de el, una mezcla de sus fluidos se filtró sobre las sábanas. Se sentía dolorido, usado, pero también extrañamente satisfecho.

In-ho rodó sobre su espalda, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras recuperaba el aliento. El otro yacía a su lado, mirando al techo.

El Omega se acercó y abrazó el pecho del Alfa, con una pequeña sonrisa en sus labios. - Te odio - murmuró, sus dedos trazando patrones en su piel.

In-ho la rodeó con un brazo, acercándola más. - Tonto...no he follado así en mucho tiempo - replicó él, con la voz aún ronca por sus esfuerzos. - No desde que te fuiste.

Gi-hun acarició su cuello, inhalando su aroma. - Yo tampoco - admitió el. - Olvidé lo bueno que podía ser contigo, In-ho.

La mano de del el bajó hasta su trasero, apretándolo suavemente. - Y nunca olvidé lo perfecto que eres - dijo, rozando su oreja con los labios.

Gi-hun se estremeció, su cuerpo respondió a sus tactos y palabras. - ¿Y ahora qué?- preguntó en voz baja, sus ojos escrutando los suyos. - ¿Que pasa después de esto, In-ho?

Antes de que el Alfa respondiera, la puerta de la planta baja se abría.

-¡Papá! ¡Ya llegamos!- gritaron los cachorros al unísono, sus risas resonando en el aire, llenando la casa de una energía vibrante. Dae-ho y Min-su entraron, sus mochilas golpeando suavemente el sofa.

Gi-hun sintió una oleada de emoción por tener una oportunidad de ver a los niños. Era un recordatorio de la familia que alguna vez había soñado tener. Sin embargo, una sombra de duda cruzó su mente. Sabía que su ex-alfa no le permitiría acercarse tanto como deseaba. Después de todo le había metido ideas que no era su madre...

El brazo de In-ho se apretó alrededor de Gi-hun posesivamente mientras el sonido de las voces de los niños resonaba en la mansión. - Carajo - susurró, entrecerrando los ojos. - Olvidé que iban a volver a casa temprano hoy.

El Omega lo observo con ojos suplicantes, con una pregunta en los ojos. - ¿Me dejarás verlos?

La mandíbula del Alfa se apretó, un destello de molestia en sus ojos. - Haz lo que quieras - dijo bruscamente.

El Alfa se levantó de la cama, sus movimientos bruscos y agitados, como si cada gesto reflejara la tormenta de emociones que lo invadía. Mientras se vestía, sus pensamientos giraban en torno a lo que había sucedido, una mezcla de deseo y confusión que lo mantenía en un estado de alerta constante.

El Omega, sintiendo la tensión en el aire, hizo lo mismo. Se limpió apresuradamente, intentando recomponer su semblante mientras el corazón le latía con fuerza. Observó al Alfa salir de la habitación, su figura se desvanecía en el pasillo, dejando un vacío que parecía resonar en el aire.

Cuando el Omega estaba a punto de buscar su blusa, un recuerdo lo detuvo en seco: In-ho había destrozado la prenda en un arranque de pasión. Un suspiro escapó de sus labios, resignado, mientras se preguntaba cómo había llegado a este punto. Lo único que le quedaba eran sus pantalones holgados, cómodos pero no del todo adecuados para lo que necesitaba.

Se acercó al armario, abriendo las puertas con la esperanza de encontrar alguna prenda que le favoreciera. Sus dedos recorrían las telas, buscando algo que le diera confianza, algo que le recordara quién era más allá de lo que había ocurrido.

឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵ ឵឵឵឵឵ ⩇⩇ . ┊ TERMINADO - 𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang