឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵ ឵឵឵឵឵ ⩇⩇ . ┊ TERMINADO - 𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘

𝙓𝙓𝙄𝙓 - 𝙀𝙥𝙞𝙡𝙤𝙜𝙤

Las llamas danzaban en el aire, desatando un espectáculo de luces y sombras. El crepitar de la madera ardiente resonaba como un eco de despedida, y el humo se elevaba hacia el cielo como un lamento ahogado. En medio de ese caos, una figura se encontraba tendida en el suelo, su cuerpo inmóvil y empapado en un charco oscuro. El dolor era un compañero constante, un recordatorio de la fragilidad de la vida.

La tarde era un manto de silencio, roto solo por el sonido distante de sirenas y gritos que se desvanecían en la distancia. Había un momento, un instante en el que la conciencia se desvanecía, y la mente se sumía en un abismo de pensamientos confusos y recuerdos lejanos. La sensación de muerte era inminente, como una sombra que se cernía sobre él, esperando el momento adecuado para reclamar su alma.

Pero, en ese rincón oscuro de su existencia, una chispa de esperanza iluminó su mente. Alguien había llegado, alguien que rompió la oscuridad que amenazaba con consumirlo por completo. La presencia era cálida y familiar, un susurro en medio del estruendo. Con esfuerzo, la figura se giró ligeramente, su visión nublada buscando un rostro conocido en medio del humo y las llamas.

— ¡Aguanta! - la voz resonó, clara y decidida, atravesando la neblina de su confusión. Era un sonido que lo anclaba a la realidad, que lo mantenía aferrado a la vida. Un antiguo lazo se tejió entre ellos, un hilo de conexión que desafiaba el destino. El mundo exterior se desvanecía, y en su mente solo existía la promesa de rescate, la certeza de que no estaba solo.

El dolor en su pecho era agudo, como si el fuego que consumía la mansión también ardiera en su interior. Pero a través del sufrimiento, la voz seguía insistiendo, llenándolo de una determinación que creía perdida.—  Vamos, no es hora de darse por vencido.

Las llamas rugían a su alrededor, pero esa voz se mantenía firme, una ancla en medio de la tormenta. La figura se acercó aún más, y en un instante de claridad, comprendió que había más en juego que su propia vida. Había visto un destino compartido antiguo, un camino que ambos habían recorrido juntos, uno que no terminó así.

Con un esfuerzo titánico, la figura comenzó a moverse. Cada movimiento era una batalla, cada respiración un desafío. Pero la voz seguía allí, guiándolo, empujándolo hacia adelante.— Estás a salvo.

Fue un viaje a través del dolor, la desesperación y la oscuridad, un recorrido por un mundo que se desmoronaba a su alrededor. Y aunque el fuego devoraba todo lo que alguna vez conoció, había un resplandor de esperanza, un destello de vida que se negaba a extinguirse. La figura avanzaba, luchando para salir de las garras de la muerte.

Finalmente, el aire fresco y la libertad se hicieron presentes. La sombra emergió de las llamas, aún tambaleándose, pero con una nueva determinación. El cielo se extendía sobre ellos, y el sonido de las sirenas se hacía más fuerte, más cercano. Habían sobrevivido a lo imposible.

Un susurro de alivio se escapó de los labios, pero el momento de tregua fue breve. La realidad se cernía sobre ellos, y el camino por delante estaba lleno de sombras. No había tiempo para celebraciones, solo para seguir adelante. La figura se giró, buscando la mirada de su salvador, un agradecimiento silencioso que flotaba entre ellos.

Pero había más por descubrir, más que el simple acto de sobrevivir. El eco de aquellos momentos se aferraba a su mente, y la incertidumbre comenzaba a hacer mella en su corazón. La noche era joven, pero el futuro, incierto. ¿Qué caminos tomarían a partir de ahora? La figura sentía que algo más grande los aguardaba, un destino que aún no estaba revelado.

Mientras se alejaban de la mansión en llamas, el viento soplaba con fuerza, llevando consigo los ecos de lo que había sido. La vida, a pesar de su fragilidad, seguía adelante. Y en el silencio que seguía al caos, una pregunta flotaba en el aire, una que resonaba en lo más profundo de su ser: ¿Y ahora qué? La pregunta persistía en el, cargada de emociones no expresadas y futuros inciertos. La figura miró a su salvador, buscando respuestas en sus ojos. El camino por delante era incierto, lleno de sombras y dudas. Pero también había un rayo de esperanza, una oportunidad de reconstruir lo que se había perdido.

† A qué no se esperaban estoooo.

Ya lo voy a soltar ok? Esto es lo último que publicó, está semana publicaré la segunda temporada de este Fic.