Gi-hun sintió un nudo en el estómago, su corazón latiendo con fuerza. La desesperación lo invadía, y con cada palabra de In-ho, la sensación de impotencia crecía. Con una última sonrisa cruel, lo soltó y se dio la vuelta, agarrando las manos de los gemelos y llevándolos entre la multitud. Gi-hun los vio irse, las lágrimas corrían por su rostro, su corazón cargado de dolor y arrepentimiento.

¿A quien engañaba? In-ho tenía razón, esa noche dejo a los cachorros y nunca volvió por ellos...Los habia abandonado dejándolos en manos de un monstruo. Y ahora, al verlos de nuevo, se dio cuenta del impacto devastador de sus acciones.

Retrocedió tambaleándose, con las piernas temblorosas, mientras el peso de su culpa lo aplastaba. Las lágrimas corrían por su rostro, nublando su visión. Sintió una mano en su hombro, sosteniéndolo, y levantó la vista para ver la cara preocupada de Jun-ho.

— Amor, ¿Qué pasa? — Preguntó el Alfa, con el ceño fruncido por la preocupación. — ¿Qué pasó?

Gi-hun negó con la cabeza, incapaz de hablar, incapaz de formar las palabras que explicarían el dolor y el arrepentimiento que lo consumían. Enterró su rostro en el cuello de Jun-ho, sollozando incontrolablemente.

Jun-ho envolvió sus brazos alrededor de Gi-hun, sosteniéndolo con fuerza mientras lloraba. Murmuró palabras tranquilizadoras en su cabello, tratando de calmarlo. Pero los sollozos de su prometido no hicieron más que intensificarse, su cuerpo temblaba con la fuerza de sus emociones.

Miró a su alrededor, notando las miradas curiosas de los otros invitados. Sabía que tenía que sacar a su Omega de allí, lejos de miradas indiscretas y susurros.

— Vamos — dijo en voz baja, guiandolo hacia la salida. — Vamos a llevarte a casa. Puedes decirme lo que pasó allí.

El menor dejó que su Alfa lo sacara de la convención, su mente era un torbellino de recuerdos y arrepentimientos. Mientras salían del lujoso lugar, Jun-ho caminaba detrás del Omega, al levantar la vista del suelo sus ojos siguieron a su hermano quien subía a los dos niños a su limosina lujoso, ambos hermanos se lanzaron miradas bastante penetrantes llenos de odio.

Cuando subieron al coche, los sollozos de Gi-hun se calmaron lentamente, reemplazados por un pesado silencio. El Alfa encendió el motor, apretando la mandíbula con fuerza mientras se alejaba de la acera.

— ¿Qué te hizo In-ho? —preguntó Junho, con voz baja y controlada. — ¿Te amenazó? ¿Te golpeó?

Gi-hun negó con la cabeza, secándose las lágrimas con el dorso de la mano. — No — dijo con la voz ronca. — No me amenazó. Él sólo... me recordó lo que hice antes...

Se giró para mirar a Jun-ho, con los ojos rojos e hinchados. — Los abandoné, dejé a mis cachorros con él. Y ahora... ahora ni siquiera saben quién soy...

Junho se quedó callado sin decir ni una palabra...

El silencio en el coche era ensordecedor, el único sonido era el zumbido del motor mientras Jun-ho navegaba por las calles de la ciudad. Sus manos agarraban el volante con fuerza, sus nudillos blancos por la tensión.

El Omega lo observó, con el corazón dolorido por una mezcla de culpa y miedo. Sabía que su Alfa estaba enojado y no podía culparlo. Había guardado este secreto durante tanto tiempo, y ahora había vuelto a atormentarlo de la peor manera posible.

Finalmente, habló, con voz baja y mesurada. — No tenía ni idea — dijo, con los ojos fijos en el camino que tenía por delante. — Sabía que tenías un pasado, pero nunca lo imaginé...

Se quedó callado, negando con la cabeza. — Esos son tus cachorros, Gi-hun. Tu propia carne y sangre. ¿Cómo podrías dejarlos atrás?.

Gi-hun se estremeció y su cuerpo se hizo en piel de gallina ante la acusación en la voz de su Prometido, su corazón se retorcía en su pecho. — No quería — susurró. — Nunca quise dejarlos. Pero In-ho... No me dio otra opción. Esa noche fue un desastre y no pensaba nada más que escapar, pensaba en ellos pero nunca tuve el valor de volver a ese lugar.

Se giró para mirar por la ventana, observando cómo las luces de la ciudad se difuminaban. — Pensé que los estaba lastimando — dijo, su voz apenas audible. — Pensé que al irme, me extrañarían muchísimo al no tener a su madre presente pero...in-ho les estaba dando la oportunidad de una vida mejor, una vida sin mí.

El silencio de Jun-ho era ensordecedor, la tensión en el coche era palpable. Gi-hun podía sentir la ira que irradiaba de él, y eso hizo que su estómago se revolviera de náuseas. Quería estirar la mano, tocar su brazo o su mano, pero dudó. No estaba seguro de si el Alfa agradecería el contacto, o si solo serviría para enfurecerlo aún más.

Cuando llegaron a la mansión, Jun-ho finalmente habló, su voz fría y distante. — Entra — dijo, sin mirar a Gi-hun.

Este asintió, con el corazón cargado de tristeza. Salió del auto y caminó hacia la mansión, con los hombros caídos y la cabeza inclinada. Al llegar a la puerta, se detuvo y miró a su Prometido, con la esperanza de ver alguna señal de comprensión o perdón. Pero el rostro de el era una máscara de piedra, sus ojos fijos en otro lado menos en el. Su pecho se hundió y su garganta se hizo un nudo, no hizo más que entrar y cerrar la puerta silenciosamente detrás de él. Observó cómo el Pelirrojo desaparecía en la mansión, con el corazón cargado de una mezcla de emociones. La ira, la decepción y una profunda sensación de traición se agitaban en su interior. Había confiado en Gi-hun, lo amaba, y ahora se sentía como un tonto por creer en su inocencia.

Con un profundo suspiro, volvió a arrancar el coche y se alejó de la mansión. Sabía a dónde tenía que ir, a quién tenía que enfrentarse. Su hermano, In-ho, era la clave de este lío, y estaba decidido a obtener respuestas.

El viaje hasta la mansión fue corto, pero se sintió como una eternidad por el reciente trafico. La mente del Alfa se aceleró con recuerdos del Omega, del amor y la felicidad que habían compartido. Trató de reconciliar esa imagen con la de el que había abandonado a sus propios cachorros, y se encontró luchando por darle sentido a todo.

Mientras se acercaba a la mansión, respiró hondo, armándose de valor para la confrontación que se avecinaba.

Mientras se acercaba a la mansión, respiró hondo, armándose de valor para la confrontación que se avecinaba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
















† Que tal espero estén bien, No olviden dejar su votito si les gusta y si no, gracias al menos por la vista

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

† Que tal espero estén bien, No olviden dejar su votito si les gusta y si no, gracias al menos por la vista. ♡

Yo creo que nadie se esperaba que apareciera Jang Deok-su ( Yo tampoco ) Tampoco que iba haber Junhun por el momento. 🤫

Lo siento por posibles errores ortográficos o narracion mala en párrafos, despues lo corrijo. ♡

Sin más que Mencionar, me despido.

឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵ ឵឵឵឵឵ ⩇⩇ . ┊ 𝗡𝗼 𝗱𝗲𝗻𝘂𝗻𝗰𝗶𝗮𝗿, 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗿𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀 𝗿𝗲𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮𝗱𝗼, 𝗡𝗼 𝗰𝗼𝗽𝘆𝗿𝗶𝗴𝗵𝘁.

឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵឵឵឵឵឵឵឵឵឵ ឵ ឵឵឵឵឵ ⩇⩇ . ┊ TERMINADO - 𝐔𝐍𝐇𝐎𝐋𝐘Where stories live. Discover now