Con el aliento entrecortado, se sentó en la cama, tratando de calmarse mientras la luz tenue de la habitación comenzaba a filtrarse a través de las cortinas. Sabía que debía encontrar una manera de enfrentar lo que vendría, de no dejar que el miedo lo consumiera. La noche había sido larga, pero el nuevo día traía consigo la esperanza de una salida, aunque el camino hacia ella estuviera lleno de incertidumbre.
Miró el reloj de la mesita de noche y se dio cuenta, con sorpresa y un ligero atisbo de angustia, de que ya era de tarde. Había dormido durante horas, agotado por los acontecimientos de la noche anterior, como si su cuerpo hubiera estado en un estado de recuperación profunda. Sin embargo, la tranquilidad del sueño no podía borrar la inquietud que lo acompañaba.
Mientras yacía allí, tratando de ordenar sus pensamientos y aferrarse a la calma, escuchó un suave pero firme golpe en la puerta. — Gi-hun — la voz de Gong Yoo resonó, clara y autoritaria. — Es hora de prepararse.
Su cuerpo se tensó y dejó escapar un suspiro entrecortado y tembloroso. Balanceó las piernas sobre el costado de la cama, poniéndose de pie con dificultad sobre sus piernas débiles, que aún llevaban el peso del agotamiento y la ansiedad.
Sin embargo, levantó la vista cuando escuchó la puerta abrirse. Una criada entró en la habitación, sosteniendo una bandeja de comida en sus brazos. Con un gesto cuidadoso, dejó la bandeja sobre el tocador, sus ojos bajos y sus movimientos rígidos, como si cada acción estuviera medida y controlada.
— El Sr. Gong Yoo pensó que podrías tener hambre — dijo la criada en un tono bajo pero amable, su voz era un susurro que parecía intentar romper la tensión del ambiente.
Seong sintió una mezcla de emociones. La comida, aunque simple, era un recordatorio de que aún había alguien que se preocupaba, incluso en medio de su incertidumbre. Con una leve sonrisa agradecida, se acercó a la bandeja, su estómago protestando levemente por la falta de alimento.
Mientras comenzaba a comer, su mente divagaba. La criada, que se movía con una discreción casi fantasmal, le recordaba que no estaba solo en esta mansión, aunque la soledad lo envolvía como una sombra. Cada bocado era un pequeño refugio, un momento de normalidad en un mundo que se sentía desbordante de caos. Sin embargo, en el fondo sabía que la calma era solo temporal; el verdadero desafío aún estaba por llegar.
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† Hola, Buenos dias, tardes, noches o Madrugadas, espero se encuentren bien, tarde dos días, tres, la verdad no recuerdo, Pero en fin, ya traje actualizacion, mañana habrá otro.
Habrá un personaje que muchos me han dejado en los comentarios que aparezca 🤭.
También quería mencionarles que tengo tres finales, Uno agridulce, uno trágico sin final feliz, y un final nada más, ni dulce, ni agrio. 👀
Espero que les haya gustado perdonen si hay falta de ortografía o si está vez fue más narrativo pues es noche aquí y me llega la inspiración. ♡♡
