In secret. / kooktae

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14 de febrero. 11:25 am.

—¡Oh p-por dios Jungkook mmh...! ~ —mordió su labio inferior, y apretó sus dedos sobre los bordes del escritorio, su pecho se hallaba pegado a este, recostado.

Jungkook tomaba con fuerza sus caderas mientras embestía con rapidez. Soltaba jadeos bajos, con la cabeza ladeada, y sus ojos fijos en como su polla se perdía entre medio del culo grande de su "hermano"

Ambos estaban en uno de los salones de clase de su escuela. Éste se encontraba vacío, y era un salón el cual no se usaba en la escuela. Se hallaba en el quinto piso, y hasta el final del pasillo. Era muy raro que alguien pasase por ahí, es por eso que siempre que alguno de los dos tenía ganas de "jugar" un poco, ambos iban a ese salón en específico.

Era el primer receso, y ambos no perdieron el tiempo de utilizarlo para tener sexo, como era costumbre.

—Pégate más al escritorio, y alza más el culo, Taehyung. —ordenó, abofeteando con fuerza su glúteo izquierdo. Un gemido agudo y lleno de necesidad escapó del rubio, quien inmediato hizo lo que se le fue ordenado.

—Pégame más...~ —pidió, con una sonrisita.

Jeon río cortamente.

—¿Acaso eres masoquista? ¿Ah? —cuestionó, moviendo sus caderas suavemente, embistiéndolo despacio. Tae jadeó con suavidad.

—Tal vez... —respondió de forma juguetona. —Tengamos sexo rudo en casa. ¿Qué piensas? —sonrió.

Jungkook también sonrió, y apretó sus caderas con fuerza.

—Pienso que deberías callarte. Hay que terminar, en cinco minutos tenemos clases. Después podemos decidir de qué forma quieres que te folle. —Respondió.

Y cuando Taehyung iba a volver a hablar, Jeon lo embistió con dureza, logrando así que un alto gemido agudo saliera de Taehyung, y que apretara sus ojos con fuerza. Su cabeza cayó sobre el escritorio y su espalda se arqueó de forma automática.

—¡A-Ah..! !Si, si-si!

Jeon siguió penetrándolo con la misma fuerza de antes, escuchando el sonido de sus pieles chocando, y los vulgares gemidos y llorariqueos del más pequeño.

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Taehyung caminaba por los pasillos de la escuela con su mejor amigo a su lado; Jimin. Caminaban en rumbo hacia su casillero. De hecho, ambos casilleros estaban uno alado del otro, siempre se encontraban ahí a diario, es así como se hicieron amigos. Eran como dos chicles. Siempre estaban juntos. Siempre. Se cubrían absolutamente todo. Eran tal para cual.

Y si. Si se lo preguntan, Jimin sabía perfectamente qué clase de relación tenía con Jungkook. Y claro que los apoyaba. Y Tae lo sabía. Tenía muy claro que podía confiar incondicionalmente en el castaño.

—La vi con un ramo pequeño de girasoles con rosas rojas. Ella lucía tan feliz, y lo está más por el simple hecho de que las personas piensan que Jungkook fue quien se las dio ¿Puedes creerlo? —. contó Tae, sin dejar de caminar.

Jimin suspiró y torció los ojos inevitablemente.

—Y seguramente ella no se ha tomado la molestia de desmentirlo, ¿cierto?