El balcón

17.7K 1.1K 250
                                    

Narras tú

Cuando Loki volvió, uno de los guardias me ordenó que fuese a verle a su habitación.
Sin pensármelo dos veces, encaminé mi rumbo hacia su dormitorio y abrí la enorme y pesada puerta.
-¿Cómo está tu hermano?- dije preocupada -¿Está bien?-
-Si- dijo Loki agarrándome con suavidad de la cintura -está tan a gusto allí que probablemente no vuelva-
-Loki...- dije seria -a mí no me puedes engañar y lo sabes-
-Te estoy diciendo la verdad- dijo con una sonrisa.
-Una de tus sonrisas no va a ocultar tus mentiras a mis ojos Loki- dije seria mientras mi piel comenzaba a quemar -¿Cómo está tu hermano? Y dime la verdad-
-Ha perdido su martillo- dijo él -y sus poderes, por lo tanto está hundido y con mi visita aún más-
-¿Qué le dijiste?- dije molesta mientras mi cabello se volvía rojo al ver su rostro orgulloso.
-Pues...- dijo él con una malvada sonrisa en su rostro -que no podría volver y que nuestro padre había muerto-
-¡Loki!- dije notando como en mis manos comenzaba a acumularse el calor -eres un desgraciado-
-Shhhh- dijo el con sus manos de color azul mientras tomaba las mías para enfriarlas -no te enfades preciosa-
-¡Por supuesto que me enfado!- dije gritando bastante alterada -le mientes a tu hermano y a mi mejor amigo. Él tiene mucho más derecho que tú a estar sobre ese trono que ahora tienes tú-

De pronto posó su mano derecha en mi cuello y comenzó a estrangularlo con fuerza mientras yo notaba un frío intenso en mi cuello.
-Como vuelvas a decir eso- dijo molesto -tus hermosas cuerdas vocales dejaran de existir-
-Suéltame- hice haciendo que su muñeca comenzase a quemarse lentamente -o te quemaré vivo-
-¿Quieres jugar a eso?- dijo volviendo su rostro de color azul y sus ojos rojos -recuerda que soy un gigante de hielo preciosa-
-Y yo soy una Flagardiana- dije con mis ojos rojos -¿Recuerdas como en la batalla de Jötunheim fundí a muchos de los de tu clase?-
-Ellos no eran yo- dijo acercando sus labios a los míos con provocación -jamás podrías hacerme daño-
-Por supuesto que puedo- dije -sé todos tus puntos débiles y el principal de ellos soy yo-
-No creas preciosa- dijo acariciando mi mejilla con la mano que tenía libre para luego deslizarla a mi cabello rojizo -puede que seas uno pero desde luego no eres el principal-
-¿Quieres que te lo demuestre?- dije con una pícara sonrisa en mi rostro -déjame quitarme la armadura-
-¡¿Qué?!- dijo sorprendido.
-Tu hazlo- dije sin despegar la sonrisa de mi rostro.

Me soltó y yo comencé a quitarme la armadura lentamente quedándome con unos pantalones y una blusa que transparentaba bastante.
Al ver como Loki se relamía los labios puse una sonrisa ladeada y salí a su balcón.
Examiné el jardín y pude ver a Fandral bajo un árbol.
-Ahora verás Loki- dije mirándole para luego mirar a Fandral soltando un fuerte silbido -¡Fandral!-
-¡¿Qué pasa?!- dijo gritando para que le escuchase.
-Loki ha vuelto a irse- dije cuando estuvo debajo del balcón y comencé a jugar con mi cabello que ya era de color castaño-
¿Quieres que nos divirtamos un rato tú y yo solos?-
-¡Ah no de eso nada!- dijo Loki tomándome con fuerza de la cintura volviendo a meterme en su habitación -¡Cómo la toques Fandral tendrá consecuencias!-

Loki cerró la ventana de un portazo y yo reí mientras me sentaba sobre su cama.
Su rostro mostraba molestia, celos y envidia al mismo tiempo.
Se abalanzó sobre mí haciendo que me cayese sobre el colchón con él encima y o pude evitar reírme.
-¿Qué te resulta tan gracioso?- dijo molesto.
-Tú- dije riendo -tus celos hacen que me demuestres que lo que dije es cierto-
-Eso no es cierto- dijo con una sonrisa ladeada -solo quiero que seas mía y de nadie más-
-Eso hace que sea tu punto débil principal -dije rodeando su cintura con mis piernas viendo como sus mejillas adquirían un color rojizo -porque admite que desde que éramos niños te gustaba-
-No- dijo con una risilla para pegar su nariz a la mía -jamás dejaré que alguien como tú sea la dueña de mi corazón-
-Tarde- dije agarrando su nuca -ya has dejado que lo sea-

De pronto, sus labios se unieron con los míos en un apasionado e intenso beso que confirmaba mi hipótesis.
Sus manos se deslizaron a mi cabello comenzando a jugar con él mientras devoraba mis labios con ansia.
Yo correspondía sus besos mientras jugueteaba con su cabello entre mis dedos y al separarnos por falta de aire pude ver un brillo en sus ojos.
-¿Qué me has hecho?- dijo él acariciándome -¿Por qué no puedo estar alejado de ti?-
-No lo sé- dije apartando el pelo de sus hermosos ojos verdes -es lo que tiene el amor, nunca sabes cuando te va ha golpear-
-Maldita seas- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -maldita seas una y mil veces por ser tan hermosa-
-Eso es algo inevitable- dije riendo antes de que volviese a besarme con suavidad -supongo que me viene de familia-
-No lo sé- dijo él acariciando mi cabello con delicadeza - pero créeme que no permitiré que nadie te mire de la forma en la que yo lo hago-
-¿Y si lo hacen?- dije acariciando su brazo con suavidad -¿Qué harás para evitarlo?-
-Les mataré a todos y cada uno de ellos- dijo con una sonrisa malvada en su rostro pero que me resultaba agradable -porque nadie toca lo que es solamente mío-

Le di un delicado y dulce beso en los labios dejando que disfrutase unos segundos y se separó para agarrar unas bolsas.
La curiosidad comenzó a carcomer todos los rincones de mi cuerpo cuando me dio la primera bolsa.
Al abrirla pude ver que eran un montón de libros sobre la historia, cultura y algunas otras tradiciones del planeta tierra.
En otra bolsa me había traído unos dulces dentro de una caja, según él se llamaban bombones y estaban hecho con chocolate y al probarlos sinceramente fue lo mejor que había comido en toda mi vida.

No puedes engañarme (Loki y tú)Where stories live. Discover now