Que les den.

Lo único que me permití fue darle un leve asentimiento en su dirección y volver mi atención a la clase.

En la segunda hora teníamos un descanso de solo veinte minutos y tomando en cuenta que la cafetería estaba en el centro del campus y solamente ese tiempo me iba a costar llegar hasta ahí, decidí mejor sentarme en una de las bancas que estaba fuera del edificio, ya que estábamos en pleno verano, ocupe una a la que el sol no estuviera torturando y revise mi mochila, me di cuenta que llevaba conmigo mi copia de uno de los libros que tanto amo, bueno los amos a todos, me podría perder en ellos y simplemente desconectarme del mundo real e ir directo a vivir otra vida o por lo menos imaginármelo.

Saque mi libro y empecé desde donde me había quedado, pero al poco tiempo sentí que alguien me miraba, así que levante la vista y ahí estaba mi compañero-soy-señor-popularidad.

-Hola- me dijo mientas levantaba su mano derecha, en forma de saludo.

-Hola- dije de regreso al mismo tiempo que bloqueaba la luz del sol ya que no me permitía verlo bien.

-Perdona si te interrumpí- por lo menos tiene modales.

-Si, no te preocupes- pues qué más da, cerrando mi libro en el proceso

-¿Puedo sentarme?- dijo señalando el lugar a mi lado

-Sí, adelante- mientras me recorría un poco más hacia mi lado en señal de aprobación.

-Me llamo Dylan, ¿y tú?- lo dijo con una gran sonrisa dibujada en su cara mientras me miraba a los ojos.

-Mucho gusto- no sabía que más decir, así que pues saque mi kit de "ser amable".

-Igualmente- lo dijo mientras una leve risa salía de su pecho.

Lo único que pude hacer es devolverle una media sonrisa y un asentimiento, y se estaba poniendo un poco incómodo todo esto ja ja, ¿Qué más se dice en estas situaciones?

Ughhhhhh

Me estaba comportando como una tonta, ni siquiera sé porque me pongo toda tipo colegiala-enamoradiza.

-Wow, ¿ese es una marca de nacimiento?- lo dijo mientras señalaba mi muñeca izquierda, mientras yo estaba sumergida en mis pensamientos no me di cuenta que él podía ver mi marca. Algo que por lo general no dejaba hacer a nadie más que a mi madre, no se sentía mal para mí que todos pudieran verla, por lo general la cubría con una pulsera de cuero que tenía en mi casa, y claro hoy se me olvido. Pff.

-Amm si lo es- mientras lo decía, sentía que la sangre invadía mis orejas.

-Pues es muy bonita, perdona si te incomode- si definitivamente tenía modales.

-No te preocupes, no pasa nada- mientras miraba mi marca y asentía. Mi orejas siguen calientes

-Amm disculpa, no pude no notarlo, pero ¿Yemaya es tu hermano?- ¡Boom! Ahí tienes Ner.

Trague con ganas, mientras trataba de respirar con normalidad -Si, es mi hermano-

Adentro, Afuera, Respira, Adentro, Afuera. Debes de recordar como se respira.

-Oh ¿Vendrá mañana?-pregunto mirándome a los ojos, parecía que vi en ellos algo así como esperanza o fue curiosidad, uff no lo sé, pero rayos, truenos y por todos los Dioses, no hagas más preguntas.

-No, no vendrá- Dije evitando sus ojos, no quería que viera lo que sucede dentro de mí, ya que sus ojos parecen ver a través de mi.

Diosssssssssssss un poco de ayuda aquí por favor.

-Oh que mal, ¿ya no quiso estudiar contigo o se equivocaron en ponerlo en esta clase?- si bueno parece ser el día de molestemos-a-Ner-hasta-que-llore-sobre-el-suelo

Rayos ¿qué le digo? ¿Invento una historia en que mi hermano el perfecto-estudiante-deportista fue reclutado en una escuela del extranjero con una beca completa o simplemente le digo la verdad?.

Uff.

-No, no es un error, mi hermano murió el año pasado en un accidente, solo olvidamos por completo notificar a la universidad- si fui directo por decir la verdad, ya a esta altura que más da.

Vi como sus ojos se agrandaban y tragaba fuerte, si lo sé, conozco ese sentimiento amigo, totalmente.

-Perdóname, lamento haberme metido en lo que no me llaman- se pasó su mano por su cabello en forma nerviosa- De verdad lo lamento, solo quería hacerte platica, enserio, perdóname- si lo sé, todos cuando recién me preguntaban por él, ya que siempre éramos la sombra del otro, y les decía lo que paso todos tenían la misma reacción.

-Si no te preocupes, ya paso un año- si ha pasado un año, pero eso no ha hecho que pase el dolor, bueno debo admitir que ahora ya puedo hablar de él y del accidente.

-Se lo que sientes, yo perdí a Maris el  año pasado, fue muy duro para mis padres y para mí, aunque siendo gemelos pues...- dijo lo último en un susurro y vi como bajo la mirada a sus manos y su rostro se ensombreció con la perdida, sí que es una tremenda coincidencia, pero admitámoslo, miles de estas cosas han de estar pasando alrededor del mundo, igual que cualquier otra muerte por cualquier otro accidente, enfermedad, asesinato y demás, aunque no me traía consuelo a mí por mi perdida.

Nunca culpe a Dios, a ninguno o al que crean, ni a nuestras acciones, aunque pudimos no ser tan tercos al respecto.

Si, pudimos...

En tiempo pasado, así que mejor alejo ese pensamiento, si no las lágrimas que están picando en mis ojos se desbordaran.

-Lamento oír eso- lo dije, porque realmente lo sentía, nadie debía de perder a su otra mitad a su otro yo, su alma gemela.

-Si, no hay problema- me dijo con un asentimiento y con la mejor de sus sonrisas, aunque era la segunda vez en el día en que podía verla.

NERISSA: EL LLAMADOWhere stories live. Discover now