Era tan obvio. Taehyung lo sabía. Jungkook lo sabía. ¡Todos lo sabían! Pero Jungkook no hacía nada. Porque decía que tan solo era su amiga, y que ella tenía claro que jamás iba a poder ser más que eso. Aún así, no le agradaba nada, en lo absoluto.

Es por eso que cuando la vio llevar, súper sonriente, sintió como su buen humor se esfumaba. Especialmente cuando observó a Jungkook saludarla como si la hubiese invitado el mismo.

Lo único que salió de su boca cuando la amiga de Jungkook se alejó de ellos para sentarse en las gradas fue un: " ¿es en serio? "

Y sin dejar que Jungkook dijera algo, se dio la vuelta y se fue de allí, escuchando al pelinegro llamarlo repetidas veces. Estaba harto de que siempre que estuviera con Jungkook en la escuela, esa tipa estuviera cerca de ellos como un maldito chicle. La detestaba sin duda.

De solo pensarlo otra vez, ya se sentía molesto nuevamente.

—Que se quede con esa. —susurró para sí mismo, puchereando.

Pasaron los minutos, largos minutos, tantos que se convirtieron en casi una hora. Una hora en la que Taehyung se quedó recostado en su cama pensando una y otra vez en la misma situación fastidiosa. Ni siquiera se dio cuenta de todo el tiempo que había pasado hasta que escuchó sonido de una persona subiendo las escaleras, y después, el de una puerta cerrarse.

Jungkook había llegado.

Se sentó en su cama rápidamente, y se sintió completamente indignado al notar que no había ido siquiera a ver cómo estaba. ¿Acaso la había pasado tan bien con su amiguita que se olvidó que él también existía?

Taehyung soltó un bufido.

—¿Es en serio? —se preguntó a sí mismo sin poder creerlo.

No, esto no podía ser así.

Rápidamente se puso de pie y caminó a la salida de su habitación, yendo a paso apresurado hacia el de su "hermano", al llegar, abrió la puerta con fuerza, esperando encontrarlo dentro de la habitación, pero al entrar a ésta, no obtuvo señales del pelinegro.

Sus ojos recorrieron la habitación por algunos segundos, hasta que el sonido de la regadera llegó a sus oídos. Ahí supo que Jungkook estaba tomando un baño.

Y estuvo apunto de salir de la habitación y volver cuando terminase de ducharse, pero una idea pasó por su mente de forma fugaz. Una sonrisita traviesa adornó su tierno rostro.

Con pasos lentos, caminó hacia el baño. Abrió la puerta segundos después, sintiendo como el vapor del agua caliente chocaba contra su rostro en un instante.

Jungkook voltea alarmado hacia la entrada del baño, pero cuando ve que se trata de Tae, relaja su expresión. Le sonríe levemente, mirándolo a través de las puertas de cristal.

Taehyung cierra la puerta tras él, viendo fijamente a Jungkook.

—Hey, amor... ¿qué sucede? —cuestiona Kook, con las gotas de agua resbalando por su cuerpo, pues la regadera seguía prendida.

El rubio no dice nada, y con lentitud comienza bajar su pantalón fuera de su cuerpo, sin dejar de ver al pelinegro. Jungkook lo ve fijamente, y suelta una risa corta.

In secret. / kooktaeWhere stories live. Discover now