Sin alas © || [TERMINADA]

26. En la oscuridad |1|

Importante antes de leer: Capítulo muy largo, por eso he decidido dividirlo en dos partes, espero no aburrirlos :( pero en serio la información siguiente es importante.

P. D: ¡¡Vean el vídeo!! (Si no pueden les dejo el link en los comentarios o pueden buscarlo en mi perfil) Es el mejor booktrailer que he hecho y es de Sin Alas.

Capítulo 26 |parte 1|

No tengo nada así que la respuesta es fácil: cuando me vaya, y sé que será pronto, no me llevaré nada.

Sólo necesito mi libertad, quiero poder tomar mis propias elecciones y que todos los demás se traguen sus malditas palabras autosuficientes.

Mientras camino de regreso a la habitación, ignorando las protestas de Garnett, mi mente regresa al momento en que firmé el tratado con su padre.

Las cláusulas brillan en la oscuridad.

Cláusula primera.

Enrico Anesi en representación de la familia Anesi y la resistencia al gobierno actual quedará a cargo del destino de Carlo Radetti, Beatice Radetti y Ferdinando Radetti, siendo Edeline Ellise Radetti la que autoriza a ello.

Camino al baño y tomo el viejo diario de Cincia.

Cláusula segunda.

El poder de elegir sobre el destino de las vidas de sus padres y hermano recaerá en Edeline Ellise Radetti anulando el poder de Enrico Anesi sobre éstos a cambio de que la tercera y cuarta cláusula sean cumplidas de manera correcta o el poder seguirá en el líder de la familia Anesi.

Siento lágrimas acumularse en mis ojos pero resisto y se van a mi garganta formando un nudo es ella.

Cláusula tercera.

Edeline Ellise queda a las órdenes de Enrico Anesi, teniendo que cumplir todas al pie de la letra siempre y cuando no pongan en peligro la salud e integridad de ella.

Salgo en dirección a la puerta principal, Garnett ya no está en el corredor, bajo las escaleras y empujando con algo de esfuerzo, logro mover la puerta lo suficiente para pasar por ella y de inmediato el frío y una capa ligera de nieve me abrazan con maldad.

Cláusula cuarta.

Edeline Ellise no debe interponerse en los movimientos y acciones del ejército Anesi sin importar cuáles sean.

Mi aliento se materializa ante mis ojos, mis pasos se hunden en cinco centímetros de volumen de nieve, aprieto contra mi pecho la piel maltratada del diario, las calles están desiertas, con este frío nadie está tan loco para querer salir si no le es forzoso.

Las avenidas han sido limpiadas, ya no hay ningún cadáver y cualquier rastro de éstos quedó olvidado bajo la nieve.

Mientras me rodeo con mis propios brazos, guardando mi calor lo más que puedo, abro el diario y avanzando en la página en que me quedé comienzo a leer.

No pararé hasta terminarlo.

Es como si el mismo libro me gritara que lo lea.

Bien, lo normal no va conmigo y la cordura abandonó mi cabeza cuando comencé a leer de pequeña.

Diciembre 4

Diario, ¡no puedo dejar de llorar! Lo detesto, lo odio con todo mí ser, ¡Enrico es un maldito! ¿Por qué?