Razón 25 Ladies and Gentlemen

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     Hola, muy buenos días. les comento que se supone que debería comenzar las vacaciones de invierno el lunes que viene pero esta mañana me hice la loca y nofui a la escuela -mentira, la autora se despertó y al descubrir que le habían cortado el agua y la luz no tuvo ganas de ir despeinada y sin de mal humor.

     No sé por qué no me aparece para escribir en negrita aunque tengo una hipótesis -internet de mierd4 cof cof- así que va a parecer desprolijo pero en realidad está más que prolijo por lo que voy a seguir escribiendo hera hera hera...

     Bueno, les comento que he estado muy intrigada con el cínico de Inglaterra -uno de los personajes más populare, mucha veces encabezando listas-, sí, cínico porque reconoce que hace mal algunas cosas pero igual no cambia de actitud. Eso, lectores, es ser cínico. Como sabrán, para hacer alusión a que todos los países se independizan de él como la India por ejemplo, él siempre pierde cosas y, haciendo mención a sus orígenes celtas, siempre ve hadas, unicornios y por alguna razón al Capitán Garfio lo que me da miedo porque una cosa es ver a Peter Pan, pero ¡¿Ver a Garfio?!

     Por cierto, antes de continuar les recomiendo que vean la película «Mangal Pandey: the rising» que trata sobre el levantamiento del pueblo indio que marcó la caída del control del imperio británico en el subcontinente. Está muy buena, y encima muestran a la danza kathak que es milenaria y preciosa.

     Al final les voy a dejar la sinopsis y también un video en caso de que no la hayan visto jeje.

     Bueno, volviendo a Igirisu es un personaje que, bueno, básicamente no es de mis favoritos pero sí de los que más gracia me hace puesto que todos creen que él está loco -aunque Francia en un capítulo lo vio con esos seres al rededor de él, creo que cuando se estaba muriendo y el amoroso Alfred estaba feliz por eso. El hermanito menor que todos quieren =w=. Uno de mis capítulos favoritos en en el que Francia lo molesta, bueno, en realidad todos los capítulos en que Francia los molesta son mis favoritos. Bastardo cejudo, Gran Oruga Amarilla, la verdad es que Inglaterra no deja de ganarse improperios y apodos qu, si fueran dirigidos a mí persona causarían la explosión del universo.

     La cuestión es que me puse a pensar. Si la comida inglesa no es bien reconocida -vamos gente  por favor, que lo único inglés que sabe bien es el budín de zanahoria y a eso lo cocinan desde la Edad Media más o menos- ¿Por qué se los puede reconocer?

      Piratería. Argentina pasó por las invasiones inglesas. Por dos invasiones inglesas. Una en 1806 y otra en 1807 que al ser echados de nuevo tomaron Montevideo y por eso, porque algunos de los ingleses se quedaron ahí, hay uruguayos de apellido inglés y hasta algunos que se llama Washington y no es joda, mamá tiene un tío que se llama Juan Wahington Altamiranda.

     Más de cinco toneladas de pesos plata que los ingleses se robaron del Río de la Plata, jamás fueron devueltos por el gobierno británico a pesar de haber sido derrotados en la primera Invasión Inglesa de 1806. El "Tesoro del Rey" del Virreinato del Río de la Plata fue finalmente el gran triunfo militar de la corona británica que solo conquistó Buenos Aires, en su primera incursión en estas tierras, que se extendió por un mes.        Los dos millones de duros (denominación del dinero español de esa época) llegaron al Banco de Londres al poco tiempo que el general William Carr Beresford conquistar el puerto porteño, en junio de 1806. El tesoro fue lo primero que el Virrey Rafael de Sobremonte cargó en varios carruajes y se llevó consigo en su huída de Buenos Aires rumbo a su destino en Córdoba donde pensaba formar un gobierno de emergencia ante la llegada de los ingleses. Fue para Beresford también el primer objetivo a alcanzar y en ese juego de intereses envió una partida a seguir al delegado del Rey de España que fue alcanzado en Luján. Parte del Tesoro, ante la inminente llegada de los ingleses intentó ser enterrado en el fondo de una laguna de la zona, pero el Virrey, que siguió en su "huída patriótica", no tuvo tiempo de hacerlo y dejó casi todo abandonado.

     En su carruaje personal se llevó lo que pudo, un tesoro que finalmente fue a parar a sus arcas personales, ya que nunca más apareció. Los ingleses embarcaron todo el gran tesoro conquistado en un buque que llegó a Londres por los mismos días en que era Reconquistada Buenos Aires, y mientras Beresford capitulaba ante Santiago de Liniers, ocho carros recorrían el trayecto del puerto de la capital inglesa hasta la sede del banco de Londres. En los registros de esa entidad se verificaron el ingreso de "cinco toneladas de pesos plata" que nunca fueron devueltas a estas tierras. Beresford, que huyó de Buenos Aires meses después de la Reconquista, llegó a Londres como un militar derrotado pero sin embargo fue premiado por la corona por sus "servicios prestados".

     Una derrota militar poco valor tiene ante la conquista económica y así el Rey le entregó al general una espada de oro y diamantes que se guardan en el Museo de Londres como parte del reconocimiento a su labor. En ella está escrito los valores que Beresford tuvo para "aumentar la grandeza del Reino Unido", un homenaje lógico para un militar que además fue premiado con el cinco por ciento de sus aportes al Tesoro británico.

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