𝐯. burning red

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。゚゚・。・゚゚。
tell myself it's time now, gotta let go
but moving on from him is impossible
when i still see it all in my head
in burning red
・。・


— No quiero que vuelvas a hacer algo tan imprudente.— dijo Suho con un tono de reprimenda. Eran las seis de la mañana y Hana tenía una jaqueca horrible a causa de su resaca.— Ya no hay botellas a tu alcance.

— De todas formas no pienso volver a tomar en vida,— murmuró Hana mientras cerraba los ojos y se sobaba la cien.— ¡que dolor!

Suho viró los ojos y se dirigió a la cocina, luego le entregó un platillo de Haejangguk, Hana lo miró confundida.

— ¿Pero cómo...?— preguntó a medias.

— Porque soy el mejor.— dijo Suho con un tono egocéntrico falso, Hana soltó una risita.— Quédate en casa, debes descansar. Y por favor, ya no te busques más problemas.

Hana asintió.

— ¡Te amo, hermanito!— se despidió él, aunque la verdad hubiera preferido que Suho se quedara ahí con ella porque no quería estar sola. Les envío un mensaje a sus amigas por el chat de grupo que tenían y les avisó que no iría ese día porque se sentía mal, sin embargo no especificó nada.

El día se pasó bastante lento, fue un tortura porque no había dejado de pensar en Seojun en todo el día. No podía sacárselo de la cabeza y menos el hecho de que definitivamente le seguía gustando, o incluso algo ma fuerte. Lo extrañaba demasiado, pero sabía que ya no era correcto acercarse a él. No después de todo lo que había pasado.

Harta de estar sola, salió en busca de un taxi para ir hacia el cementerio donde el cuerpo de su mejor amigo estaba enterrado, sentía que necesitaba hablar con alguien que la comprendiera, incluso si no recibía respuesta alguna.

— ¿Fuiste tú?— le preguntó a la lápida como si a través de ella pudiera comunicarse con Seyeon.— ¿Fue a ti a quien se le ocurrió hacer que Seojun regresara? ¿Acaso creíste que eso mejoraría las cosas, Seyeon?

Suspiró

— Déjame hacerte saber que solo las está empeorando...— murmuró.— Seojun y Suho parece que se odia, ¿qué quieres que haga con él? Ya no podemos estar juntos, pero por más que me lo repita a mí misma no puedo... dejar de pensar en él. No puedo olvidarlo y estoy segura de que me costará bastante superarlo, ¿acaso querías verme sufrir más? Eres cruel.

Sabía que no era correcto seguir pensando en Seojun de esa forma, pero tenerlo cerca de nuevo era una maldita tentación. Recordarlo era ser golpeada con flashbacks y ecos lejanos con cualquier cosa: era como si todo le recordara a él. Quería hablarle, quería abrazarlo, quería decirle lo mucho que lo había extrañado y necesitado durante esos meses, pero sabía que simplemente no podía.

Por respeto y lealtad a su hermano. Fue Seojun quien cometió el error de culparlo por la muerte de Seyeon, ¿cómo podría Hana simplemente ignorar eso y tratarlo como si no hubiera hecho nada? Le dolía el corazón, porque sabía que a Seojun también le dolía la partida de su amigo, pero ella no podía hacer nada por cómo descargaba su dolor y frustración.

— No puedo cambiarlo...— murmuró Hana con tristeza y un puchero.

Al día siguiente todo fue peor. Ella iba llegando a la escuela, la gente la recibió como de costumbre: como si ella fuera una celebridad. La verdad era que Hana no entendía por qué todo el mundo parecía estar tan fascinado con ella, no consideraba que tenía algo especial que las personas admiraran, pero no podía cambiar las cosas.

DIE FOR YOU, Han SeojunWhere stories live. Discover now