die for you, han seojun ★

𝐱𝐢. one kiss

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something about you, do you feel the way i do?
there's magic in the room
tell me, do you feel it too?
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Hana comenzó a caminar de regreso a casa, oficialmente era una estúpida. ¿Era capaz de arruinar una muy buena relación como la que tenía con Jiwon? Al parecer sí. Ella sabía que era lo mejor, pero también sabía que la situación era estúpida. Seguía amando a Han Seojun y no podía dejar de hacerlo, tampoco podía alejarse de él por más que ella quisiera. Era un maldito infierno.

Fue hacia el centro y comió algo: no había comido en todo el día. Ni siquiera lo hacía a propósito, simplemente no tenía ganas de comer y ya. Supuso que después de tantos días sin comer bien, ese había sido su límite. Aunque en realidad tampoco comió algo muy saludable. Simplemente entró a una tienda y compró un ramen instantáneo.

Cuando terminó el cielo comenzaba a oscurecer, las personas parecían divertirse y vivir el mejor momento de su vida, pero nuevamente, ella era como una escala de grises en un mundo lleno de color. Tuvo que pasar por un pequeño callejón abandonado y oscuro. No se preocupó al principio, pero luego se dio cuenta que por ahí había un par de hombres; ni siquiera eran tan grandes, probablemente unos tres años más grandes que ella. Aún así eran dos y mucho más altos que Hana.

Fue ahí cuando sintió que se le bajaba la presión. Hana podía defenderse, pero cuando estaba en desventaja era obvio que perdería.

— Oye bonita, ¿por qué tan sola, chiquita?— preguntó uno, Hana sintió repulsión inmediata. Se abrazó a sí misma mientras rezaba por salir viva de ahí.

— Esa falda está muy corta, ¿no?— preguntó uno mientras le llegaba por la espalda y tocaba degeneradamente el borde de la falda de Hana. Ella sintió que empezó a temblar y por impotencia las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

— Déjenme,— pidió ella.— por favor.

Ambos chicos rieron y uno se acercó demasiado a ella, dejándola acorralada entre la pared y su asqueroso ser. Comenzó a acercarse a Hana hasta que ella se hartó de la situación y le dio un golpe bajo. En el desconcierto de ambos chicos, Hana aprovechó para correr.

Ellos comenzaron a perseguirla.

Hana nunca fue muy rápida al correr, pero tenía la ventaja suficiente para lograr salir a un lugar más confortable y con más personas, por lo menos sabría que no estaba sola. Aún así nadie pareció darse cuenta de que una estudiante era perseguida por dos adultos depravados, así que ella tuvo que correr aún más.

Así fue hasta que chocó con alguien.

— Fíjate.— vociferó Seojun, luego se dio cuenta de que la chica que había chocado con él y ahora se encontraba entre sus brazos era Hana.— ¿Hana?

Ella miró hacia atrás con miedo, dándose cuenta de que los chicos ya la habían alcanzado y solo se habían detenido porque ella estaba ahí con Seojun.

— Muévete viejo,— dijo uno mientras Hana se escondía de ellos detrás de Seojun. Tenía mucho miedo.— nosotros la vimos primero.

— ¿Que la vieron primero dicen?— Seojun sintió que su sangre hirvió del coraje y lo único que quería hacer era golpear a esos tipos.— Lárguense de aquí. Si no la dejan se las verán conmigo, y miren que tienen suerte de que no los golpee ahora mismo.