Milky Way // (Ongsa + Sun) (Milk + Love)

VIII

-Así que...- Ongsa se acercó más a Aylin mientras estaban en el camino de regreso a casa. Era el último día de clases antes de que las remodelaciones comenzaran. Deberían tomar dos semanas de clases virtuales.- ¿P'Luna eh?- Alzó su ceja mostrando una sonrisa.

-¿Qué tiene?- Aylin le dió un vistazo rápido.

-¿Ustedes son algo? El otro día llegaste muy tarde, Alpha incluso te llamó. Pero no respondiste hasta que fué mamá quien lo hizo.

-Solo somos amigas.

-Entonces, ¿por qué las ví besándose en la terraza?- Preguntó divertida.

-¿¡Eh!? Has visto mal, humana. Deberías ir a que gradúen tus cristales.- Los apuntó.

-Incluso les tomé una foto. Mira.- Le mostró la pantalla. Aylin le dió un manotazo lanzando el teléfono al asiento de enfrente.

Ambas se miraron en pánico. El teléfono estaba boca arriba. Si su padre lo miraba, vería a su ahijada besando a una desconocida.

-Ésto es mío.- Se apresuró a tomarlo.

-Ten más cuidado con tus pertenencias.- Habló su padre sin despegar las vista del tráfico.

-Sí. Lo siento.- Se disculpó.- Tú y yo no hemos terminado de hablar.- Apuntó Ongsa a su prima, quien se hundió en su lugar. Hasta ese día no creía que los aliens podían experimentar vergüenza.

-¿Qué pretenden hacer estas dos semanas? Tu madre dijo que iríamos a visitar a tus abuelos, así que puedes venir si deseas.- Habló el hombre deteniendo el auto en su casa.

-Aylin también irá.- Dijo Ongsa.

-Bien, ¿quieres ir hija?- Le preguntó a la castaña.

-No.- Negó.- Me quedaré a cuidar a Latte.- Lo apuntó con el dedo. El dorado perro las miraba a través de la puerta corrediza de cristal jadeando con la lengua fuera del hocico.

-Entonces...- Respiró profundo.- Tú te quedarás con Aylin.- Su padre dijo con una sonrisa.

-Pero- Su padre la interrumpió.

-Nada de pero. Ahora vamos que tu madre está haciendo langosta.- Caminó haciendo un pequeño baile de felicidad.

-Yo sé que ese tal Latte se llama Luna.- Ongsa la miró con los ojos entrecerrados.

-Estás loca, humana.- Avanzó a gran velocidad.

-¡Claro que no!- Gritó a su prima comenzando a perseguirla.

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-Pueden llamarnos si pasa algo. Aylin, cuida de nuestra huésped.- Su madrina habló levantando su pulgar.

-Claro que lo hará, de cerca además.- Ongsa estaba fastidiada.

Ya había pasado casi una semana de que las clases online habían comenzado. Empezaba a olvidar el rostro de Sun. En realidad así lo veía ella. Una completa exagerada.

-Aylin, estaré en la sala. P'Luna.- Se despidió.

Se sentó en el sofá y tomó su teléfono.

"Quisiera regresar a clases. La remodelación tarda demasiadoooo." Era un mensaje reciente de Sun.

"Deberías estudiar. ¿A caso no sales de casa? Busca algo con lo que divertirte, mandas mensaje a todas horas." Envió. Su mensaje había sido bastante duro sin quererlo.

"Ouch." Respondió la castaña. Nada más.

Un minuto, diez minutos, veinte minutos pasaron. Solo "Ouch".