El destino que nos une - KiVi

Capítulo 20

POV Violeta

Un día sin hablar con Chiara, culpándome de todo lo ocurrido, pensando que no querría volver a verme nunca y, en realidad, lo único que hacía falta era un poco de paciencia. Por fin Chiara ha querido escucharme y me ha perdonado. Ahora la volvía a tener encima mía.

- Te he echado de menos y eso que solo ha sido un día - dije entre gemidos mientra mi morena me mordía y me besaba el cuello.

- Y yo, mi amor, siento haber sido tan gilipollas y no haberte querido escuchar antes - dijo ella sin parar.

- ¡Me lo merecía! - exclamé riendo.

- No, bueno un poco sí, pero cállate y sigamos - me respondió a lo que asentí con la cabeza.

Empezamos besando el cuello de la contraria y acabamos después de hora y media tumbadas en la cama y sin ropa. Estuvimos un rato mirándonos dejando que nuestros ojos y nuestras sonrisas mandaran los mensajes. Escuchamos la puerta y Ruslana gritó que ya estaba en casa. Las dos contestamos al unísono y Rus subió las escaleras para entrar a mi habitación. 

- Uy, aquí me tenéis que contar cosas, creo yo - dijo Rus entre risas.

- Sal un momento, nos vestimos y entras que te contemos - dijo Kiki con una sonrisa.

La pelirroja salió de la habitación y se apuraron en vestirse, no querían hacer esperar mucho a la canaria. Cuando acabaron de ponerse la última prenda de ropa, avisaron a su mejor amiga para que pasara. Pasó y las tres se sentaron en la cama deshecha.

- Contadme porque estoy flipando - dijo con alivio.

- Nada, que decidí escucharla, la he creído y le he dado una segunda oportunidad. Te juro que me siento una completa imbécil por no haberla escuchado antes, lo siento - dijo Chiara en un tono apenado.

 - ¡Que no pidas perdón, te lo hemos dicho mil veces!, ¿vale? - salté yo indignada.

- Vale vale, perdón - respondió y Rus y yo la miramos mal, dándole a entender que lo había vuelto a hacer. 

- Me alegro mucho que volváis a estar como antes, no sabéis lo duro que es veros enfadadas y sin miraros a la cara, sois mis mejores amigas y no me gusta estar en medio de una pelea - dijo Rus cogiendo una mano de cada una.

-  Estamos mejor que nunca, ¿verdad? - dijo Chiara y asentí con la cabeza orgullosa de lo que había pasado.

- Bueno es la hora de comer, ¿qué vamos ha hacer? - pregunté  levantándome de la cama.

- Podríamos hacer una ensalada de pasta - propuso Rus.

- Me parece bien, está muy bueno, yo para la cena propongo pedir sushi, ¿os apetece? - dijo Chiara con una sonrisa.

- Yo lo veo - dijo Rus.

- Me encanta, dos de mis comidas favoritas. De verdad, vosotras sí sabéis cuidarme - dije entre risas abrazando a las chicas.

Todas bajamos a la cocina y mientras se estaba cociendo la pasta, llaman al timbre. Fuimos las tres a abrir y nos encontramos a una Denna alegre.

- ¿Cómo están mis chicas favoritas? - dijo abrazándonos a cada una.

- Genial, pero ¿qué haces aquí? No te esperábamos - dijo Chiara sonriendo.

- He venido de paso, acabo de terminar mi próximo single. Bueno y ya de paso le he echado el ojo a la casa justo de al lado - dijo con una sonrisa.

- Pasa, no te quedes ahí - Denna se adentró en la casa de sus amigas - ¿Nos vas a enseñar la canción? - preguntó Chiara.

- Por supuesto, ¿me prestáis vuestra sala de música? Así la ponemos en los altavoces y sonará mejor. Además, como está insonorizado, nadie lo escuchará.