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—Es increíble que no digas nada.

Me siento en el retrete.

Lo veo dentro de la tina, embrocado en la orilla, empapado y apenas respirando. Levanta la cabeza, me mira y me dice:

—Sera porque no se nada, no sé qué quiere saber hijo de perra.

Lo tomo de los cabellos, tiro de ellos y acerco mi rostro al suyo.

— ¡¿Qué te dijo tu hermana?! ¡¿Dónde escondió el puto UBS?!

— ¡No me dijo nada! ¡No sé nada maldito imbécil!

— ¡Mientes!

Lo zarandeo y presiono sus mejillas con mi otra mano.

—De buenas a primeras te vas a Seúl. Aun cuando tienes prometido, siento que te llevas algo y es mío. ¡¿Dónde está el UBS?!

— ¡No sé de qué me habla infeliz gusano!

— ¡Jeon!—me toca la puerta de la habitación Yoon.

— ¡¿Qué mierda quieres?!

— ¡Te busca el detective Jin, dice tener algo!

—Mierda, ese inoportuno.

Suelto a Taehyung y me levanto del retrete.

— ¡Maldito idiota!—me lanza un bote de shampoo que me da en la cara. Justo en el ojo.

—Hijo de...voy a regresar y juro que pagaras por esto.

Cierro la puerta del baño y me retiro de la habitación para cerrar con llave. Aun cuando los custodios cuidan la puerta.

— ¿Estas bien?—me pregunta Yoon que me acompaña escaleras abajo.

—No, me dio con un shampoo en el ojo. Juro que lo voy atar y a darle con un cable.

Yoon solo se ríe pero a mí no me causa gracia. Voy a torturarlo toda la noche.

Cuando bajo, veo a Jin admirando una pintura de un mundo en un cuadro.

— ¿Qué te trae a estas horas de la noche a mi casa Jin?

Gira y me mira.

—Él mundo es tuyo.

Ha leído la leyenda que acompaña el cuadro.

—Asi es, el mundo es tuyo pero no es para cualquiera que no aprecie vivir en él.

Se ríe.

—Señor Jeon, encontramos algo—me cambia el tema.

— ¿Qué cosa?

Se rebusca en el saco y me extiende un sobre.

—Esto, lo encontraron en algunas cosas de la señorita Rose y va dirigido a usted. Me han pedido que se lo entregue.

En efecto es un sobre que tiene escrito mi nombre.

— ¿En dónde exactamente?

—Un policía lo encontró detrás de otro cuadro igual a este pero más pequeño—me señala el cuadro del mundo.

Astuta Rose.

Lo muevo, hay algo dentro del sobre pero no quiero abrirlo delante de él.

— ¿Ya se va?—le pregunto.

—Sí, ya me voy pero antes quería preguntarle algo.

— ¿Qué cosa?

— ¿No ha visto a Taehyung? Su amiga dice que esta mañana cuando despertó ya no lo encontró en su habitación y está preocupada. Ya es de noche y el no suele desaparecer así.

—No tengo idea donde está. Pero tal vez pudo irse con su novio por ahí de parranda.

—Bien, si sabe algo agradecería me avise.

—Claro.

Le hago una seña a Yoon para que lo acompañe a la puerta.

Yo me siento en el sillón y abro el jodido sobre. De él cae una llave al suelo y la levanto. La conozco, es de las que usan en las cajas de seguridad en los bancos.

¿Sera posible?

Reviso el sobre y dentro hay un papel con letras a puño y conozco la letra, es de Rose.

Dejo la llave en el sillón y leo la hoja:

Jeon, mi dulce y amado Jeon:

Primero que nada te pido perdón, no fui honesta contigo. Mereces saber la verdad, yo me acerque a ti en aquel bar para traicionarte, robar información tuya y entregarte por fin con todas las pruebas que se necesitan, para poder extraditarte a estados unidos pero no pude.

Si estás leyendo esto, es porque estoy muerta. Traicione a los que trabajaban conmigo y juraron matarme porque no quise seguir, no pude traicionarte porque me enamore de ti. Pero no te preocupes, tu información está bien resguardada en un USB. El que te conté la vez pasada. Lo puse en una caja de seguridad en el banco a nombre de Yoongui. La llave en el sobre lo abre pero necesitaras un número para abrir la otra cajita que está dentro.

El número es la fecha de nacimiento de mi hermano, la puse en el dije que me regalaste. Él no tiene idea, no sabe nada, nunca le conté porque quería mantenerlo seguro. Cuida de él, es todo lo que tengo. Mi dulce y amado niño ha pasado por muchas cosas. Apenas puedas, envíalo de regreso a Seúl con mis padres. Antes que lo sepan cercano tuyo o van a matarlo.

Te ama por siempre, Rose.

—Mierda.

Esa hija de puta.

Maldita loca.

Busco traicionarme desde que la conocí en el bar. Lo planeo todo.

Yoon aparece y toma la carta de mis manos al verme ido de pensamientos. Estoy procesando lo que acabo de leer.

Apuesto que ese camión que la atropelló, no fue accidental. Quienes eran sus cómplices la mataron.

—Jeon—la voz de Yoon me trae de regreso—, esa perra...

—Sí, esa perra.

—Maldita idiota. ¿Qué haremos?

—Ir en la mañana por el USB al banco.

— ¿Y qué harás con Taehyung? Porque es obvio que él no tiene idea de nada.

—Por el momento no lo sé, primero iremos por el USB y luego veo que hago con él. Ahora quiero ir a recostarme un rato, se me ha desordenado la cabeza.

Tomo la llave del sillón y me retiro del salón.

Subo escaleras y camino en el pasillo, llego a la puerta de la habitación de Taehyung. Los custodios cuidan la puerta.

Él no tiene idea, no sabe nada, nunca le conté porque quería mantenerlo seguro.

No mentía, él no sabe nada.

Está muy en silencio, que hará.

Abro la puerta con mi llave, y entro.

Lo veo en el suelo junto a la cama convulsionando.

Mierda.

— ¡Taehyung!—corro a su lado—, ¡¿Qué te pasa?! ¡Háblame, dime algo! ¡Yoon, ven aquí!

LOS DELICADOS HILOS QUE SOSTIENEN MI OBSESIONWhere stories live. Discover now