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En la mañana, mientras desayuno en el jardín y Yoon nada en la piscina...

— ¿Mas café señor?

—No Hobi, retírate. Gracias.

Y en media vuelta se marcha mi mayordomo.

Leo algo en el periódico. A ver si aparece un cadáver con mí firma.

De pronto escucho un gran escándalo por toda mi mansión. Gritos y que lanzan cosas.

Jimin llega corriendo a mi mesa.

—Señor.

— ¿Qué pasa?—le cuestiono de inmediato. Tiene un hilo de sangre en la frente.

—El chico Taehyung está destrozando el salón señor. Exige verle.

— ¿Él está aquí?

—Sí, entro a la fuerza a la casa.

— ¿Él te hizo eso en la frente?

—Sí, me aventó un jarrón. Pero ya lo controlaron señor.

No puedo evitar reír, ya sé porque ha venido a mi casa, lo sabía.

Ojeo mi periódico tranquilamente, y le digo a Jimin:

—Suéltenlo, déjenlo venir conmigo.

—Pero señor, está hecho una furia.

—Haz lo que te digo. Se domar bestias salvajes.

Y se retira. Saco de mi pantalón del pijama su cartera y la dejo junto a mi taza de café.

Sabía que vendría.

— ¡Bastardo hijo de perra!—aparece frente a mi mesa en pijama igual.

—Buenos días Taehyung—dejo mi periódico en la mesa—, ¿y ese milagro que me visitas a tan tempranas horas? ¿Te caíste de la cama o morías por verme?

— ¡Váyase a la mierda! Devuélvame mi cartera ahora mismo.

— ¿Por qué no te sientas y tomamos el desayuno primero? Hay jugo, café, lo que quieras.

—Escuche señor Jeon—apoya sus palmas en la mesa y me mira psicópata: —No sé qué intenta, no sé qué quiere de mí, ya me dispararon y es obvio que ha sido por su culpa. Esos tipos

—Era de ella—me llama la atención la cadena que lleva puesta.

— ¿Qué cosa?

—La cadena que traes puesta, yo se la regale a tu hermana en su último cumpleaños.

Es el dije de un mundo que tiene gravada la frase: El mundo es tuyo.

—Es lo único que me queda de ella pero si la quiere igual se la doy—se la arranca y me la tira a la cara—, ahora deme mi cartera.

Maldito mocoso grosero.

¡Lo quiero hacer picadillo!

Respiro, cuento hasta once.

Tomo la cadena y la coloco en la mesa.

—No te la dare hasta que te sientes.

—No me obligue hacer cosas que no quiero maldito estúpido.

—Por favor Taehyung, solo siéntate un momento joder. No te quito mucho tiempo.

Rueda los ojos.

¡Mierda, no me gusta eso!

Maldito cabron.

Vaya modales.

—No voy a sentarme, asi que si tiene algo que decirme, hágalo que lo escuchare aquí de pie y que sea rápido.

LOS DELICADOS HILOS QUE SOSTIENEN MI OBSESIONWhere stories live. Discover now