LOS DELICADOS HILOS QUE SOSTIENEN MI OBSESION

6

Tres semanas después...

Es la octava bomba de chicle que revienta el idiota de Yoon y me brinca el ojo cada vez.

Ya me tiene del nervio.

Novena

— ¡¿Puedes dejar de hacer eso?!—le doy un zape, viene adelante de copiloto de Jimin.

—El chicle me ayuda con el nervio Jeon.

—Pues a mí me los altera baboso.

Baja la ventanilla del auto, y escupe el chicle.

—Listo.

—Eso es asqueroso Yoon, puedo pisarlo con mi zapato.

—Pues no me lo iba a tragar.

—Pudiste ponerlo en una servilleta y luego llevarlo al cesto, eres un cerdo, no sé cómo es que...

—Señor Jeon—me llama Jimin—, tenemos movimiento.

Yoon es el único que me llama Jeon, los demás no tienen permitido tutearme.

Me da los binoculares Jimin que tomo y observo al departamento donde se está quedando Taehyung.

Lo veo en la ventana que da a su habitación, que ya se ha despertado. Se está quedando en el departamento de una chica, la misma que lo fue a ver al hospital todo este tiempo, y estuvo pendiente de él hasta que le dieron el alta hace dos días.

Según averiguo Yoon, la chica es una amiga de la universidad.

Taehyung se ha recuperado muy bien, es un chico fuerte y parece como nuevo. Yo me he mantenido al margen, vigilando de lejos, no me aparecí en el hospital pero Yoon estuvo rondando el lugar para mantenerme informado. Me dijo que todo a su momento y bueno, el momento ha llegado.

— ¿Estás listo Jeon?—pregunta Yoon.

—Yo nací listo.

Le entrego los binoculares a Jimin. Me retoco la corbata, me veo en el espejo retrovisor y chequeo que mis preciosos cabellos estén en su lugar.

— ¿Cómo me veo?—pregunto.

—Muy bien Jeon—me guiña un ojo en el espejo Yoon.

—Excelente señor—opina Jimin.

—Lo sé, soy hermoso. Yoon, ábreme la puerta ¡¿o esperas invitación, fax, correo o whatsap?!

—Ya voy. Joder, que carácter.

Y se baja para abrirme la puerta trasera de la limusina, y yo tomo el gran ramo de rosas que compre a Taehyung y desciendo del auto.

Debo conseguir a como dé lugar, ese jodido USB del demonio.