Capítulo 13

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Narrador omnisciente

El rubio se encontraba nervioso ante la idea de expresar sus sentimientos hacia el espadachín de manera más clara. Aunque había dado un paso importante al confesarle sus sentimientos, sentía la necesidad de reafirmar sus palabras de alguna manera.

Con el corazón latiendo de forma acelerada en su pecho, el cocinero tomó una decisión. Se acercó con determinación al peliverde y sin decir una palabra se inclinó levemente para depositar un suave beso en sus labios, un gesto corto pero lleno de significado.

Sin embargo, antes de que el espadachín pudiera decir algo, el rubio se adentró rápidamente a su habitación, cerrando la puerta detrás de él con vergüenza.

El peliverde se quedó paralizado por un momento, procesando lo que acababa de suceder. La sensación del beso aún reverberaba en sus labios, dejando una calidez reconfortante en su interior. 

Sus labios son tan suaves y delicados. -pensó mientras tocaba suavemente sus propios labios con la punta de los dedos, sintiendo la electricidad residual del contacto con el rubio-

El espadachín se quedó allí, parado en el pasillo, con una sonrisa tonta en el rostro y el corazón lleno de felicidad, pues aunque aquel gesto por parte del rubio había sido breve, había hablado más que mil palabras, confirmándole sus sentimientos.

Con paso ligero y una sensación de alegría que lo envolvía, se retiró a su propio cuarto, con la mente llena de pensamientos sobre el rubio y lo que podría significar aquel beso para ambos.

Mientras tanto, el rubio se dejó caer en su cama con un suspiro, sintiendo cómo el calor se extendía por sus mejillas ante la vergüenza de su propia acción y no pudo evitar sonreir al recordar la reacción del peliverde. Se sentía increíblemente aliviado y feliz de finalmente haber dejado en claro sus sentimientos hacia el espadachín.

[...]

Era casi hora del almuerzo y Sanji se encontraba preparando la comida, mientras toda la tripulación se encontraba reunida en la mesa, hablando sobre la isla misteriosa a la que se aproximaban, compartiendo historias y expectativas sobre su próxima aventura.

Mientras convivían, la arqueóloga observaba con atención al cocinero y al espadachín, notando cómo intercambiaban miradas cómplices de vez en cuando. Emocionada e intrigada por esta dinámica, decidió observar más de cerca para descubrir qué podría estar sucediendo entre ellos.

Después del animado almuerzo, cada miembro de la tripulación se dedicó a lo suyo.

Por su parte, Law se encontraba recostado en su cama, con la mirada perdida en el horizonte invisible que se extendía más allá de las paredes del barco. Había estado intentando leer un libro, pero sus pensamientos no se lo permitieron.

Desde que se unió a los Sombrero de Paja, a pesar de sentirse bien estando con ellos, había experimentado una mezcla de emociones que lo habían llevado a cuestionar su lugar en el mundo y su propósito en la vida.

Su pasado lo atormentaba haciendole sentir miserable por traicionar a aquella persona que tanto amó... el hombre que lo cuidó cuando era niño y que fue asesinado por piratas.

Se suponía que por esa razón se había unido a la marina, pues su intención era encarcelar a todos los piratas posibles como una forma de vengar la muerte de "su padre". Sin embargo, ahora se encontraba en el lado opuesto, convertido en un pirata, lo que le generaba un profundo conflicto interno.

Mientras reflexionaba en silencio, alguien entró a la habitación, interrumpiendo sus pensamientos.

-¿Qué estás haciendo, Torao? -preguntó el capitán con su habitual tono alegre-

El pelinegro levantó la mirada para encontrarse con los ojos determinados de Luffy.

-Solo estaba pensando en algunas cosas. -respondió nervioso, intentando ocultar la tormenta de emociones que lo invadía-

-¿Puedo sentarme? -preguntó ya sentándose sin esperar respuesta-

El pelinegro asintió, permitiendo que el capitán se sentara a su lado.

-¿Algo te preocupa? -preguntó, mirando al otro con preocupación genuina-

Law suspiró antes de responder.

-Muchas cosas, Luffy. No estoy seguro de si pertenezco realmente aquí, mi pasado me persigue y siento que no debo o no merezco estar aquí.

Luffy lo miró fijamente por un momento antes de responder con determinación.

-No sé por que dices eso, Torao. Pero, todos tenemos un pasado, y pues, eso no define quiénes somos ahora. Si estás aquí con nosotros, es porque confío en ti y en tu fuerza. Eres parte de nosotros, y siempre estaré aquí para ti, sin importar qué. -dijo sonriendo-

Las palabras del capitán resonaron en el corazón de Law, ofreciéndole un destello de esperanza en medio de su tormento emocional.

Aunque Law intentaba ocultarlo, la presencia del capitán lo ponía nervioso. La forma en que sus ojos se encontraban con los suyos, llenos de confianza y determinación, despertaba en él una atracción que le resultaba difícil de ignorar. Sin embargo, siempre se esforzaba por mantener la compostura, aunque a veces eso se le hacía muy difícil.

-Muchas gracias, Luffy. -dijo con sinceridad, sintiendo un peso levantarse de sus hombros-

El capitán sonrió con confianza.

-¡No hay problema! Ahora, ¿quieres venir conmigo? Estaba pensando en hacer una competencia de pesca. ¡Será más divertido si estás ahí!

El pelinegro no pudo evitar sonreír ante la energía inquebrantable de Luffy, esa era una de las tantas cosas que le gustaban de él.

-Claro, Luffy. Será un honor. -dijo sonriendo tímido-

Todo estaba listo, así que la competencia inició.

Chopper, Law y Sanji decidieron no participar, así que mientras los demás chicos competían, ellos solo observaban junto a Nami y Robin, quienes determinarían al ganador.

-Hasta ahora, hay un empate. -exclamó la pelinaranja-

-¿Entre quiénes? -preguntó Sanji-

-Franky y Zoro. -respondió la pelinegra mirando de forma peculiar al rubio-

Pero el cocinero ni siquiera notó aquello, estaba demasiado ocupado observando al espadachín.

-Ay, ¿y yo cuántos puntos llevo? -preguntó el capitán-

Law no pudo evitar sonreir para sí mismo ante lo tierno que le pareció aquello. Entonces, en sus pensamientos apareció el recuerdo de su encuentro con Luffy en la mañana.




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Intruso {ZoSan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora