Arriesgarse.

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Su primera reacción ante el peligro (peligro que no era peligro pero que su mente le obligaba a ver) fue mirar a su alrededor en busca de una forma es escape. Divisó el frasco de alcohol medio vacío que antes Chrome había utilizado para desinfectar la aguja y nuevamente la idea de prenderle candela a algo se cruzó por su mente.

-Senku, aun no termino. Siéntate, por favor.

Escucha hablar al mayor del grupo. Regresa su vista a ellos y puede notar que lo tienen observado detenidamente, expectantes a cualquier reacción que pudiese tener. Senku sabe que no va a poder llegar a esa botella con el líquido inflamable, no en su condición y no en su estado. De hecho, no iba a poder dar cinco pasos sin que alguien lo detuviese o antes de que que su cuerpo lo traicionara.

Pero debía de intentarlo, había llegado hasta donde estaba de puro intentar las cosas.

-Necesito aire.

Confiesa con sinceridad, y después de pronunciadas esas palabras se aleja de inmediato de ahí. Su hipótesis desgraciadamente es verdadera (como la mayoría de veces) y al quinto paso siente como el mundo gira de forma irreal, y como no si había perdido una cantidad considerable de sangre y estaba a punto de tener una crisis. Y, como dije, su hipótesis fue verdadera porque justo al quinto paso siente unas manos al rededor de su cintura que le impide avanzar pero que también impide que caiga al suelo.

Eso era lo último que necesitaba, caer de forma dramática.

Ukyo fue quien lo sostuvo, preocupado de que la herida volviese a sangrar y ensuciando los guantes en el proceso, pero menos no podía importarle.

En un instante el científico volvió a estar rodeado por los demás, y eso solo logró sofocarlo aún más.

-Quiero salir a tomar aire.

Habla con toda la firmeza que puede reunir en su cuerpo, lo cual contradecía ya que se tambaleaba levemente. Gen lo mira de arriba hacia abajo, analizando lo alterado que se encontraba el chico.

¿Que debía hacer? No podía dejarlo solo en ese estado de crisis y menos con una herida a medio cocer, pero entendía también que Ishigami quería estar un momento a solas para poder respirar y tranquilizarse.

-¿Que te sucede, Senku?

Pregunta Ryusui con preocupación, y el mentalista le dio una patada en la pierna. De las peores cosas que le podía preguntar a alguien tan alterado, aunque el rubio lo hizo inocentemente. Antes de que Ryusui pudiese insultar al mentalista, Senku le interrumpe:

-¡Si yo lo supiera, si yo de verdad lo supiera ni siquiera estaría aquí metido como un imbecil!

Levanta la voz con agobio, sus ojos nuevamente se cristalizan. Ryusui entendió el porqué de la patada, decide entonces guardar silencio.

-Muy bien, siéntate en el suelo por un segundo.

Entre Ukyo y Tsukasa sientan al chico contra la pared, el menor sentía las piernas como gelatina y realmente no hubiese aguantado mucho más tiempo de pie.

-No podemos dejarte ir sin haber terminado de suturar la herida, Senku, así que vamos a tranquilizarnos un poco para que Ukyo pueda terminar y, después de eso, si aún tienes ganas de irte, lo podrás hacer. No queremos agobiarte, Senku, queremos ayudarte...

Ishigami levanta la vista a las personas que tenía a centímetros. No lo agobiaban ellos, se agobiaba él solo... bueno, tal vez si lo hacían ellos, pero solo un poquito.

Entiende que no puede salir de ahí con una herida a medio cerrar, si había un lugar medianamente esteril en este reino sin duda era donde se encontraba ahora mismo, sin contar el hecho de que realmente no podía caminar aunque quisiese.

Apostar Y Perder.  ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡Where stories live. Discover now