Intercambio equivalente.

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Domingo el día, y ya por fin hemos cerrado el arco de desarrollo de personaje y pasamos a la trama principal.

Senku sentía un Deja Vu muy agresivo. Estaba de pie frente al taller de Yuzuriha, dudando si entrar o si por el contrario hacerse el loco e irse bajo la excusa de que se le olvidó, vaya, ¿Cuantas veces había estado en ese mismo lugar por la misma razón? Esta apuesta se le estaba haciendo eterna.

Tarde o temprano tendría que saldar la deuda que tenía con la costurera, realmente hablando, prefería tarde. Aunque, si se detenía por un momento y pensaba bien la situación, este era el lugar y la excusa perfecta para esconderse un rato de las garrapatas que traía como amigos. Aún no entiende como logró escapar y mucho menos como ha logrado que no lo encuentren.

Su desgracia últimamente se había personificado, y llevaba el nombre de "Koharu". La endejendro del demonio el día anterior había sido la responsable de su cuidado obligatorio, y, por dios, hace tanto tiempo Ishigami no pasaba un día tan desesperante como ese. No lo dejó hacer nada, NA-DA, la chica se lo había echado en el hombro literalmente y lo llevó a pasear por cualquier sitio, estuvo todo el día dando vueltas como una canica sin hacer algo productivo. Y la cosa no termina ahí, a la noche, como Koharu no había visto suficiente desesperación en el científico, se había echado a dormir con el chico en su cama.

PORQUE SI, MALDICIÓN, SE HABÍA HECHO UNA MALDITA CAMA PARA SU PERSONA. Fue regalo de tres navidades y cinco cumpleaños próximos, la mejor inversión de su existencia.

Aunque el día anterior no pudo disfrutar de aquella cómoda superficie puesto que la engendro del diablo dormía exageradamente mal y en medio de la noche le había encajado el tobillo en su espalda y de un patadon lo mandaron al piso.

Ahí, en la fría y dura superficie, mirando algún punto del techo y a media madrugada Ishigami solo podía pensar en dos cosas: la primera es que, como ya venía sospechando, con las únicas personas que estaba medio dispuesto a compartir cama y aire eran los generales. La segunda fue que esta maricada de la niñera iba a llegar a su fin aquel día, así se tuviese que hacer matar para eso.

Estuvo en el piso horas mirando lejos, aquel golpe le había quitado todo rastro de sueño. Pero bueno, ya que estaba totalmente consciente, él se había escabullido del lugar apenas hubo el mínimo rastro de sol, y desde entonces se había estado escondiendo de los generales, a estas alturas ya se habrán informado entre ellos que él no se encuentra por ningún sitio.

El colmo que en su propio reino tenga que estar a las sombras. Se emputa con él mismo por estar permitiendo que toda esta situación se saliera de control, y ahí parado como una güeva se comienza a aventar un discurso de las razones por las cuales él merecía que lo dejasen en paz. Estaba a punto de dar media vuelta a ir a pelear con el primero que se atravesara, sin embargo a lo lejos pudo notar por el rabillo del ojo el peculiar cabello rubio rebelde de Koharu, y, bueno, tal vez realmente este no era el momento ideal para luchar por su dignidad.

No tienta más a la suerte y por fin entra al sitio, y, para su sorpresa, no hay nadie.

Parpadea un par de veces incrédulo, y pasa su vista por cada sitio del lugar solo por si depronto la estupidez en su sistema lo hacía ser ciego. Nada, ahí no había nadie.

Toma aire profundamente, sintiendo la vena palpitar en su frente. Ubica un dedo delante de sus ojos y se concentra en repasar el calendario de actividades que tenía su amiga, o al menos el que él recordaba. Y hubiese preferido que la chica no estuviese ahí de imprevisto, pero no, él era estúpido y no había recordado que, a esa hora de la mañana, justo antes de que el reino se pusiese en funcionamiento, lo primero que hacía ella era regar los cultivos y recoger la cosecha de ese día junto con Taiju y el equipo de agricultura.

Apostar Y Perder.  ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡Where stories live. Discover now