Un latido, un pulso, un respiro.

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Si le diesen a Ishigami Senku una moneda por todas las veces que ha muerto y regresado a la vida, tendría dos monedas, lo cual no es mucho pero es extraño que haya ocurrido más de una vez.

Si Ishigami Senku estaba con vida, se debía principalmente al espíritu santo, un milagro y las necesidades del guión.

Aquel hombre, segado por las drogas y su colapso mental, había puesto sus manos al rededor del cuello de Ishigami y había apretado con fuerza. Buscaba desesperadamente deshacerse de los testigos, de la evidencia. Si no podía hablar, no iba a delatarlo.

El científico básicamente era un muñeco de trapo entre sus brazos. No tenía la mínima fuerza como para si quiera hacer el esfuerzo de separarlo, además de que seguía mirando estrellas por culpa del golpe que se dio contra el piso.

No puso resistencia, sabía que era inútil.

Solo se quedó ahí, mirando el rostro distorsionado de aquel hombre, sintiendo como iba perdiendo el conocimiento segundo a segundo por la falta de oxígeno.

"¿De verdad voy a morir de esta forma?" Se había cuestionado el científico. Siempre creyó que iba a vivir lo suficiente para lograr reconstruir la sociedad moderna y para poder salvar a toda la humanidad, sin embargo ahí se encontraba, iba a morir de una forma sumamente estúpida.

Y solo. Iba a morir solo. Gen tenía razón, estaba escrito en su destino.

Después de eso, su mente se desconectó totalmente. Si de verdad Senku hubiera muerto, es muy triste que ese haya sido su último pensamiento antes de perder el conocimiento.

Los demás llegaron tarde.

Fue algo sumamente alarmante. En un momento regresaban de cenar charlando amigablemente, al segundo siguiente Ukyo se había quedado totalmente quieto, palidecio y de repente había salido corriendo en dirección al laboratorio. Todos lo siguieron, no había que tener dos dedos de frente para saber que, si alguien corría como alma que se lleva el diablo, era por una buena razón.

-¡Senku! ¡Hay que llegar rápido!

Grita sin dejar de moverse. No entendía nada, pero había escuchado un fuerte estruendo a la lejanía, y después como el científico llamaba a su nombre; no había que ser un genio para saber que algo no estaba bien.

Tsukasa con esas palabras se adelantó un par de metros al resto. Iban con el corazón en un puño, confundidos hasta el putas y más preocupados para donde.

Cuando llegaron al laboratorio, Ishigami Senku ya estaba muerto, pero ellos no lo sabían.

A pesar de la oscuridad, lo vieron ahí: tendido en el frío y desordenado suelo del laboratorio, la boca ligeramente abierta, una mancha roja que salía de su nariz que contrastaba con su pálido rostro, y sus ojos suavemente cerrados como quien duerme un tranquilo sueño. Encima de él estaba aquel otro hombre, despeinado, aun con la mancha del polvo blanco al rededor de la nariz, pupilas dilatadas, ojos rojos y lágrimas en su rostro, apretando con todas sus fuerzas el frágil cuello del científico.

Tsukasa actuó primero, yendo a por el hombre apenas puso un pie dentro del laboratorio. Los demás inmediatamente fueron a socorrer al científico.

Sus cuerpos se movían meramente por impulso y adrenalina, sus mentes estaban completamente en blanco.

Shishio golpeó al hombre contra la pared del laboratorio, más fuerte de lo que normalmente haría. Estaba segado por el sentimiento de la rabia, lo único que quería era desaparecer a aquel hombre de la fas de la tierra.

-¡Es culpa de él, es culpa de él!

Se intentó justificar Kusuri, pero no había ni la más remota forma de salvarse de esa. Tsukasa, a pesar de estar sintiendo el odio en su sistema, no iba a caer tan bajo como para dañar de forma irreversible al hombre que tenía agarrado por la ropa.

Apostar Y Perder.  ♡Dr. Stone. SenkuHarem♡Where stories live. Discover now