Mi espía favorita

" Nos van a escuchar..."

Cerré la puerta y suspiré, porfin podíamos seguir. No me dio tiempo a decir nada, ella ya estaba besandome de nuevo.

Me pego contra la puerta y me quito la camiseta. Agarró mis pechos y comenzó a jugar con ellos. Siguió bajando poco a poco hasta quedar de rodillas frente a mi. Ni siquiera se lo pensó y metió la cabeza en mi entrepierna, yo las abrí para que tuviera espacio.

Volví a sentir su lengua, ya no estaba tomándose su tiempo, estaba ansiosa, desesperada y eso solo me ponía mas.

- So..fia voy a...- musite, con la respiración agitada.

Se levantó con una sonrisa y volvió a besarme. Mientras nos besábamos, aproveche para desabrochar sus pantalones, seguía llevando demasiada ropa para mi gusto.

Los tire a un lado, apoye mis manos en su abdomen y, mientras seguiamos besándonos, la llevé a la cama. Cuando se sentó y me miró, desee tener memoria fotográfica para poder pintarla así.

Quede encima de ella, ahora era mi turno de disfrutar la. Besé su cuello, oliendo aquel perfume que tanto me gustaba, seguí bajando por su abdomen hasta llegar al borde de sus bragas. Se las quite y la tire con el resto de la ropa.

Me coloque justo como ella lo hizo antes, estaba igual de húmeda que yo o más. Con sus manos retiró el pelo de mi cara y lo hizo a un lado, aproveche ese momento para mirarla.

Sus ojos estaban cerrados y su cabeza inclinada hacia atrás, al mismo tiempo que mordía su labio inferior en el proceso de todo eso.

No podía explicar lo satisfactorio que se sentía verla así, era un sentimiento inexplicable, algo que no me había pasado con nadie. No despegue mi mirada de ella cuando comencé a pasar mi lengua por su clitoris, es más, quería verla, necesitaba verla.

- No..pares..- susurro, pasando mano libre por su pelo.

Así que no lo hice, seguí hasta que note como se corrió, arqueado su espalda y soltado un gemido que, posiblemente, hasta mi hermana había escuchado.

Subí para quedarme enfrente suya, tenía una sonrisa de oreja a oreja. La besé y volví a mirarla.

- Creo que esto es mucho mejor que correr en la cinta- reí sin entender a qué se refería- Llevó toda la tarde con Laura, me ha hecho un montón de pruebas, por lo del suero- añadió.

- ¿Y que ha..- me besó, interrumpiendo mi frase.

- No quiero hablar de eso, quiero terminar lo que empezamos- dijo con un tono sexy.

Se incorporó, dejándome sentada en sus piernas. Volvimos a besarnos, sentí como una de sus manos se colocó en mi espalda, mientras que la otra fue directamente a mi entrepierna.

Paso sus dedos por mi clitoris al mismo tiempo que besaba mis pechos. Esas corrientes de placer que recorrían mi cuerpo me hicieron jadear y, aunque intente taparme la boca, ella me lo impedio. Agarró mis muñecas y, con una sola mano, las sujetó en mi espalda.

Era una tortura no poder tocarla o agarrarme a ella, pero a la vez era excitante.

Metió dos de sus dedos dentro mi vagina, comenzó a moverlos nada más hacerlo, haciéndome arquear mi espalda ante el placer que aquellos me proporcionaban.

- Suelta..me...déjame tocar..te- suplique, necesitaba agarrarme a ella aunque fuera.

Ella aflojó su agarre, dejando libre mis muñecas. No tarde ni tres segundos en tomar su rostro y besarla. Deje nuestras frentes juntas por unos segundos, todo esto me estaba dejando sin aliento y necesitaba respirar.

Cuando sentí que estaba a punto de correrme, me agarre a sus hombros, sabía que estaba clavando la las uñas, pero ella tampoco se quejo.

- Oh...ah...- jadee contra su boca.