POV MORGAN
No se ni que hora era cuando me comencé a remover en la cama, solo sabía que Sofia seguía ahí conmigo porque su brazo no abandonó mi cintura. Me giré despacio con intención de verla dormir. Podía parecer un poco raro, pero me parecía surrealista que esto estuviera pasando.
Cada vez que recordaba el beso y las sensaciones que surgieron con él, me era inevitable no mirarle los labios, esos que llevaba tiempo queriendo probar.
Aún dormida plácidamente, su pecho subia y baja despacio, parte de su pelo le cubría la cara. Sonreí inconsciente, esta feliz y me hacía feliz estar con ella. Su ceño se frunció y no supe si era la poca claridad que entraba o alguna pesadilla lo que la estaba molestando. Subí un poco más la manda para taparla, pero ella se pego a mi pecho, como si se estuviera protegiendo de algo.
- Ma...ma...pap..a- susurro.
Acaricié su espalda despacio, como si eso de alguna forma la hiciese saber que estaba ahí, que solo era una pesadilla.
- No...pa..pa- musitó.
- Esta bien Sofía, solo es una pesadilla- susurre.
Podía notar como su pecho subía y bajaba más rápido que antes. Sea lo que fuera que esté soñando no era bueno. Me separe un poco de ella y puse mi mano en su mejilla. No quería, pero iba a despertarla.
- Sofía...despierta- retire el pelo de su cara.
Al final abrió los ojos y por primera vez lo único que vi fue miedo. Se incorporó más rápido de que lo quiso porque enseguida se agarró el costado.
- ¿Estas bien?- sumirada estaba perdida en pared.
Respiraba entrecortado, como si hubiese corrido una maratón. Nunca la había visto así y hasta yo llegué a preocuparme. Me miró y soltó un suspiro de alivio. Tome su rostro despacio y la mire, esa expresión de miedo se estaba yendo.
- Estoy bien- respondió- Es lo mismo de siempre- comento.
- ¿Cómo que lo mismo de siempre?- ¿siempre tenía pesadillas?
- Buenos días- se acerco y dejó un beso en mis labios.
- Buenos dias- sonreí- Pero no te vas a escaquear con una beso de mi pregunta-
- ¿No..?- sonrió.
- No- comenzó a acercarse.
Volvió a dejarme otro beso, después otro y así con otros más hasta que acabe recostada en la cama con ella encima mía. Esto era jugar sucio, me distraía y sabe que funcionaba porque se los devolvía todos.
Reí cuando comenzó a dejar besos por toda mi cara hasta que se cansó y volvió a mis labios.
- Hasta por la mañana estas preciosa- sonrió.
- ¿Lo dudabas?- negó.
- Ni un poquito- sonrio.
Tome su rostro y la mire directamente en esos ojos verdes. La atraje hacia mi y la besé. Estuvimos así unos minutos, los suficientes para no querer levantarme de esta cama. De un movimiento acabe encima suya, cosa dela que me arrepentí un poco, pues sin querer con mi peso la hice daño.
- Perdona- ella negó con una sonrisa.
- Esta bien- puso sus manos sobre mis muslos- ¿Qué hora es?- preguntó.
- Ni idea, ¿por que?- estiró su mano y cogió su móvil.
- Son las diez y media- dijo extrañada.
- ¿Y qué pasa?- la mire sin entender nada.
VOCÊ ESTÁ LENDO
Mi espía favorita
AçãoSofia es una chica de apenas 20 años que se quedó huérfana a la edad de once años, dado que sus padres fueron asesinados. Nunca supo que quería hacer con su vida, hasta que presenció la muerte de sus padres y le dijeron en lo que realmente trabajan...