Capítulo 7

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Durante el viaje, Goofy sacó de su bolsillo su cartera y lo abrió para ver unas fotos.

Natalia curiosamente se acercó y se asomó a lo que él estaba viendo.

—¿Qué estás mirando, Goofy?

—Oh, son fotos vividas de hace tiempo —dijo Goofy enseñando su cartera—. Guardo aquí las fotos de todos mis amigos.

Nat se asomó con curiosidad. En la primera aparecían Goofy, Mickey y Donald en el castillo.

—Qué lindos se ven ahí —comentó ella.

—Y recuerdan a este pequeñín de grande corazón —señaló Goofy otra foto.

Todos reconocieron a Sora sonriendo y saludando con la mano. Hiro y Riku intercambiaron una mirada pensativa.

—Definitivo lo encontraremos —aseguró GoGo con determinación.

Goofy pasó más fotos. Hasta que Natalia ladeó la cabeza a ver una en particular.

—¿Quién es él, el de camiseta roja? —preguntó curiosa.

—Ah, ¿él? —miró la foto con dulzura—. Es mi hijo, Max.

Silencio inesperado.

—¿¡CÓMO QUÉ ERES PADRE GOOFY? —exclamó Wasabi impactado.

Goofy se echó a reír—. Lo soy. Mi hijo ya tiene 18 años y lo están entrenando para que algún día trabaje como caballero cómo yo.

—Vaya, nunca pensé que tendrías un hijo Goofy —dijo Hiro realmente sorprendido—. Debes sentirte muy orgulloso de él.

—¡Pues claro que lo estoy! —exclamó Goofy entusiasmado—. Max es todo un caballerito. Aunque también heredó mi torpeza jeje.

—Me encantaría conocerlo —sonrió Honey—. Debe ser todo un amor al igual que tú.

—Seguro que ya está listo para emprender grandes aventuras —agregó Riku.

Goofy asintió emocionado—. Ojalá pronto pueda presentárselos muchachos. Estoy seguro que se llevarían de maravilla.

Hiro sintió un calorcito en el corazón. No cabía duda que su leal amigo había crecido también como padre. Eso lo hacía aún más admirable si cabe.

—¿Y adónde esta? —preguntó Nat.

—Allá en Disney Castle. Podemos ir a verlo si gustan —sugirió Goofy.

—Me parece una excelente idea ir a ver a Max —dijo entusiasmado—. Seguro se alegrará de verme.

—Será estupendo pasar tiempo con tu familia Goofy —opinó Hiro con una sonrisa.

—Pues a Disney Castle es a donde nos dirigimos de todos modos —dijo Riku—. Podremos realizar una parada para visitarlos.

—¡Sí! Vayamos para allá —sonrió Natalia.

Riku tomó el volante de la nave y se dirigieron hacia Disney Castle.

🌊

El grupo caminaba de camino al hogar de Max. Goofy iba delante, incapaz de contener la alegría de pronto reencuentro.

Llegaron a las afueras, donde se alzaban un pueblo con pequeñas casitas. Goofy guio hasta una de colores vivos.

—¡Max! ¡Soy yo, papá! —llamó asomándose por la ventana.

En eso oyeron pasos apresurados. La puerta se abrió de golpe revelando a un joven alto de rostro amistoso.

—¡Papá! —Max lo envolvió en un fuerte abrazo—. Te eché de menos.

Open Water BeyondWhere stories live. Discover now