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Chapter #11

-¡ME LASTIMASTE!

-No, Madison, escúchame. No es lo que crees –dice tratando de sonar calmado-.

-¿No? –Susurro- ¡¿NO?! JODER, BLAKE, CASI ME MATAS.

Mis manos automáticamente taparon mi cara. Estaba aterrada. No sé qué estaba haciendo él aquí. Y no sabía que estaba haciendo yo al estar con él y no salir corriendo.

-Madison, escúchame... por favor –dice en susurro y sacándome delicadamente las manos de la cara para que yo pueda mirarlo- si decides... si decides seguirme, podrás estar conmigo para siempre... y yo podre amarte para siempre, como siempre lo eh hecho. Madison, mi vida... tienes que creerme... cuando eso paso no fui yo, solo...

-¿Qué?, ¿Cómo que no fuiste tú?

-Estaba bajo un control... es algo raro... algo que tú no entiendes.

Sus manos pasan de mis hombros, acariciando mis desnudos brazos, hasta llegar suavemente a mis manos.

-Te amo.

Comienza, despacio, a jalarme hacia el con intensión de besarme. Por más que extrañara sus labios, por más que quisiera sentirlos... por más que quisiera que me hiciera suya, como siempre lo hace, no era lo correcto. Esta vez... no puedo corresponderle.

-Blake... esta vez no. Ya no puedo corresponderte. Has decidido tomar un camino que no puedo seguir. Por favor... deja de dañarme, de dañarnos.

Su mirada se entristece. La baja, suspira y la vuelve a subir. Sus ojos están negros como la oscuridad misma. Respira pesadamente. Retrocedo un paso, pero entes de que puedo moverme el me agarra fuertemente la muñeca.

-Blake... me lastimas...

Trato de zafarme de su agarre, pero todo es en vano. Su puño vuela a mi mejilla haciéndome caer aturdidamente. Mi labio sangra y trato de gatear para poder alejarme de él, pero no. Sus pasos firmes y seguros se acercan a mí hasta el extremo de que su bota de combate vuela a mi cara haciendo que toda mi vista se vuelva negra.

~X~

Sentía mi cara húmeda. A pesar de que tenía los ojos cerrados y no podía abrirlos... me di cuenta de que estaba llorando, y nuevamente era por Blake. No puedo mover ni mis brazos ni mis piernas, trato de no entrar en pánico, pero escuchar unas voces a lo lejos me tranquiliza.

-¿Está llorando? –Dice Zara-.

-Sí, seguramente está soñando con alguien que extraña. Dudo que sean sus padres... su memoria no recuerda nada de eso –dice el Dr. Woods-.

"¿Qué?"

-No puede volver... ósea, ella ya lo tuvo, ¿cierto? –Dice una voz desconocida-.

-Sí. Su caso fue extremo, llegamos a un puto en que de verdad creímos que nunca iba a despertar... pero Ray fue el único que nunca se rindió. –Vuelve a decir Woods-.

"¿Ray?, ¿Qué tiene que ver el en esto?"

-Llego Nina. Ella podrá saber en cuanto tiempo más puede despertar –Dice Zara-.

Pasos se alejan de donde me encuentro yo. Una puerta cercana se cierra dejándome en completo silencio. Nuevamente intento moverme pero se me hace imposible. Trato de abrir mis ojos pero mis parpados no les importa abrirse. Al igual que mis cuerdas vocales. Si no hubiese dice que escuche las voces de Zara y del Dc. Woods, hubiera estado completamente segura de que estoy muerta. No sé cuánto transcurrió desde que se fueron, hasta que sentí la puerta abrirse y cerrarse. Solo puedo escuchar una respiración, luego de unos segundos, pasos se acercan a mí. Y es cuando me doy cuento de que estoy en una cama, porque a mi lado izquierdo siento que se hunde haciendo presión. Una mano fuerte y masculina, áspera pero cómoda a la vez, se posa en mi mejilla haciéndome cariño... algo reconfortante. Siento una respiración en mi cuello, poniéndome la piel de gallina. Esta se desplaza hasta mi oreja paralizando mi corazón.