Capítulo 34: Aférrate a mi

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Ivy

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Ivy

Por fin ha llegado el día en que la abuela sale del hospital. Todo en casa ha quedado preparado para que pueda estar lo más cómoda posible, principalmente su habitación.

Desde el día en que fue ingresada hasta su salida, se hicieron revelaciones y se tomaron decisiones importantes que cambiaron totalmente el curso tanto mío como de mi familia.

Es un día que en lo personal trato de digerir lo mejor que puedo. La abuela finalmente decidió no seguir con su tratamiento ni someterse al trasplante del riñón, por lo cuál solo es cuestión de tiempo para que uno de mis más grandes miedos se haga realidad.

A diferencia de otras veces, el digerir la situación no se siente como querer pasarme un hueso de pollo de forma horizontal por la garganta. Me he hecho a la idea de que nadie puede decidir sobre la vida de la abuela más que ella misma. Fui egoísta durante mucho tiempo y ahora mi apoyo no debe basarse a lo que quiero aferrarme, sino en aquello que tarde o temprano pasaría.

No voy a pasar el tiempo que le queda frustrada y enojada con la vida o con ella. Voy a disfrutarla. Voy a atesorar cada segundo sabiendo que puede ser el último.

Es difícil, pero es lo que hay. Mi dolor es enorme pero no más que el amor que siento por mi abuela y en querer respetar finalmente su decisión.

Ryder me abraza a su costado mientras estamos sentados en el sillón del porche de la casa de mi infancia, esperando a que llegué la ambulancia con la abuela.

Mis brazos están bien agarrados a su torso. Solo puedo pensar en lo agradecida que estoy por tenerlo para mí en este momento. Se lo he hecho saber varias veces, la misma cantidad en las que él se ha resignado a aceptarlas sabiendo que es algo que necesito hacer. Aún sabiendo yo que lo hace porque no le gusta verme tan desanimada.

Me ha hecho compañía en silencio. Me reconforta. Siendo el apoyo que una vez le dije a mi abuela que no necesitaba y que hoy no me imagino no tener.

Hoy se siente como una despedida. Y se que no lo es porque solo estamos esperando a que la abuela llegué a casa y se instale, pero la sensación persiste así que repaso mentalmente todo lo que debe de estar listo para su llegada.

Hemos acondicionado su habitación con una cama especial. Han venido a instalar los aparatos que le darán el soporte necesario hasta que su cuerpo ceda por sí solo a la enfermedad que lleva dos años matándola lentamente.

Mis hermanos y papá pusieron una rampa temporal para poder subirla por las escaleras del porche a la casa. Cada dos días vendrá una doctora a ver que la abuela se encuentre lo mayormente estable posible, una de las cosas en las que Ryder influyó y que le pedí que fuera él quien le dijera a la abuela para que así no tuviera como repelar. A él no le puede decir que no aparentemente.

Ryder también apoyo con el tema de la seguridad, después de que haya por fin conocido al equipo que contrató para mi , y que ya no se encuentran en las sombras de los espacios a mi alrededor. Más necesario después de que esta mañana nos hayamos despertado con que volvemos a ser trend en todas las redes sociales y que Ryder haya subido una de las múltiples fotos que nos tomaron ayer en el café con la frase "Mi super *sticker de estrella*" junto con cinco emojis de corazones azules que nos representa a los cinco y uno de un anillo de compromiso.

LOCURA DE AMOR EN LOS HAMPTONS (Libro 2 de la serie "Locos de Amor")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora