Capítulo cincuenta y cuatro

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Narra: Venus

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Narra: Venus

Miro mi teléfono, ignorando los llamados de Hans.

Le dejo un mensaje:

''No sé si pueda hacerlo. Lo estuve pensando bien y me parece una locura.''

Mi teléfono se queda sin batería y se apaga. Subo al altillo, buscando mi cargador de repuesto. Me acerco hasta la cómoda, abro el cajón y encuentro una pequeña llave. Preguntándome de qué sera, la agarro. Miro a mi alrededor y debajo del sofá, donde Elizabeth decía que era un buen escondite para guardar algo me sorprende encontrar una pequeña caja de madera con un candado a su al rededor. La agarro, quitándole el polvo de encima y la llave entra justo con la cerradura del candado.

Abro la caja, me toma unos segundos asimilar que el cuchillo de madera de color naranja con que asesinaron a Elizabeth esta ahí adentro. Y no solo, también hay una foto de ella y su asesino.

Rompo en llanto y dejo de sentirme segura hasta en mi propia casa. Salgo de ella, corriendo y con el bolso en la mano.

...

Estoy parada frente a la estación de policía. Respiro profundo. Una parte de mí tiene miedo, mucho.

Camino hacia la entrada, subo los escalones y el sonido de la puerta delata mi presencia. Aun sigo en shock. Me acerco a un oficial, despacio, como si todo esto fuera una película.

—¿Hay algo en que pueda ayudarla, señorita? —me dice el oficial sentado frente a la computadora.

—Vengo a reportar al asesino de mi hermana, Elizabeth Parker. Encontré el arma homicida que había desaparecido.

A pesar de tener un plan las cosas nunca salen como uno espera. Por qué en ese mismo momento alguien más quería reportar al asesino.

—¡Llamen al jefe! —gritan —. Lo encontramos, lo encontramos...

Me doy la vuelta, unos policías corren hasta la puerta y dejan el paso para qué entre...

—Lo encontré en la casa rodante del sospechoso Fredick Jonhs, estaba a punto de incendiarla junto con toda la evidencia adentro —El hombre que habla es mi padre —. Se niega a hablar.

El sospechoso, parece tener unos treinta años. Él forcejea contra mi padre, mientras grita:

—¡Déjenme, yo no estaba haciendo nada! —Lo agarran entre dos oficiales pero no deja de moverse —. Me llamo Lucas Jonhs, soy hermano de Fredick. ¡Solo estaba custodiando la casa, yo no hice nada!

El jefe de los oficiales, robusto y de pelo canoso se acerca él y lo deja inconsciente con una picana eléctrica.

—Llévenlo a la sala de interrogatorio —dice y se retira.

Mi padre frunce el ceño al verme. El oficial qué me atendió vuelve a sentarse frente a la computadora y dice:

—¿El asesino qué ustedes quería reportar se parece a hombre de recién? ¿Es su hermano, Fredick?

Miro a mi padre ante su pregunta. No puedo dejar de temblar.

—¿Qué sucede? —pregunta mi padre.

Miro a mi al rededor, más de una persona esta observándome. Me doy la vuelta y niego con la cabeza.

—Lo siento, creo qué me confundí... —balbuceo.

Mi padre me toma del brazo y me saca de la comisaria. Hans esta parado en el estacionamiento. Se acerca a mí una vez qué me ve.

—¡Venus! —grita —. ¿Qué sucede? ¿Qué hacías aquí?Se nos hace tarde.

—¿Tarde para qué? —pregunta mi padre, mira sobre mi hombro y su rostro serio se vuelve aun más serio —. ¡¿A donde se supone que vas con ese bolso?!

Camino hacia la salida, mi padre y Hans me siguen. Mi padre me toma del brazo con fuerza, intentando llevarme al auto. Me resisto.

—¡Suéltame! Me estas lastimando.

—¿Te volviste loca o qué? —me grita mi padre, fuera de sí —. Parece que no aprendiste nada de tu hermana.

Me quedo en silencio, respirando con dificultad.

—¡¿Sabias que ella quería escapar con Hasn también? él la convenció de hacerlo y unas horas antes de salir la dejo tirada. Va a hacer lo mismo contigo!

Miro a Hans y niego con la cabeza.

—Es mejor que volvamos a casa —Mi padre insiste —. No voy a perder a otra hija por su culpa.

—¡¿Mi culpa?! —grita Hans —. Su hija se escapaba de su casa para prostituirse y usted nunca se dio cuenta. Es policía pero nunca hizo nada por la muerte de Elizabeth.

Mi padre me suelta y se acerca a Hans, tomándolo de la remera con fuerza.

—Se prostituía para escaparse contigo, si no la hubieras convencido de irse de este pueblo seguro estaría viva.

—Si tal vez Elizabeth no hubiera visto como usted violaba a su madre tal vez estaría viva —susurra Hans —. Ella escucho como su madre pedía que pare, lo vio todo y tuvo que fingir que nada paso. Le tenia miedo.

Me quedo inmóvil pero no me sorprende.

—¿Es verdad lo que esta diciendo Hans? ¿Violaste a mamá?

—¿Realmente vas a creerle a él? ¿No te das cuenta que esta manipulándote?

Niego con la cabeza y respondo:

—Sí, puedo creerle por que no seria la primera vez que lo haces, ¿o no?

Mi padre me toma del brazo con fuerza, llevándome hasta el auto. Me sienta en la parte de atrás y cierra las puertas. Hans corre hasta su auto, pero mi padre acelera. Le pido que se detenga pero tengo que agarrarme del asiento por que cada vez acelera más fuerte.

Empiezo a llorar, perdiendo la noción de hacia donde estamos yendo y de repente estamos por una carretera vacía, al rededor de un descampado.


NOTA DE AUTORA: Recomiendo estar muy atentos a estos capítulos. No se olviden de votar y dejar su comentario, los amo.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora