Capítulo cincuenta y tres

8K 506 26
                                    

Narra: Venus

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra: Venus

La verdad nos hace libre.

Me miro frente al espejo, convenciéndome a mí misma de lo qué voy a hacer. Agarro las tijeras del lava manos y empiezo a cortarme el pelo, hasta qué me llega a los hombros. La verdad nos convierte en una nueva persona.

Siento la corriente de la brisa entrando por la ventana. Suspiro, con nerviosismo y miedo.

Mi teléfono comienza a sonar, atiendo.

—¿Por qué no respondes mis llamados, acaso te arrepentiste? —me pregunta Hans.

—Ahora no puedo hablar, Hans. Te llamo luego.

—Venus...

La llamada de corta. Salgo del baño, observo el bolso listo y cierro la puerta de mi habitación. Un recuerdo de la noche anterior me detiene.

12 HORAS ANTES:

Llegue rápido a mi casa luego del llamado de mi padre, Maria esta muerta. Pienso en Hans y me olvido totalmente de lo que pasó con el pastor.

Desde mi mensaje Hans a aparece en la puerta de mi casa en menos de veinte minutos.

—¡¿Donde estuviste?! —Lo empujo —. Me asuste, encontraron muerta a Maria. Pensé que habías sido tú...

—Parece alguien llego primero.

—¡No es gracioso, Hans! Me dejaste inconsciente en la iglesia y te fuiste —Lo miro de arriba abajo —. Eres un puto loco.

—Un puto loco que quería evitar que tú vayas a la cárcel.

—¡¿Y que ibas a hacer?! ¡¿Asesinarla?!—Alzo la voz —. ¿Lo hubieras hecho realmente?

Ignora mi pregunta, jugando con su encendedor.

—¡Hans, respóndeme ¿lo hubieras hecho?!

—¿Qué otra opción tenia? ¡Dime! —Me mira fijo a los ojos —Sí, lo hubiera hecho y lo volvería a hacer...pero solo por qué no me gustaría irte a visitar a la cárcel.

Sonrió, acercándome a él. El viento sacude su cabello, despeinandolo. Emite una pequeña sonrisa, sus labios tienen un color rosado qué combina a la perfección con el tono de su piel.

—Me siento vulnerable al estar cerca de ti, a veces no sé si estas conmigo o entra de mí —confieso.

—Pensé que mis acciones ya te lo habían dejado en claro. Solo qué no te animas a confiar en mí.

—Un día me dijiste que si lograba confiar en ti, nos escaparíamos de Wonderf juntos...

—Y todavía tengo el bolso preparo por si algún día logras hacerlo —me dice.

Niego con la cabeza y me quedo observando como recuesta su cuerpo sobre la pared.

—¿Tú confías en mí? —le pregunto.

Hans me mira, y su silencio me dice todo.

Sonrió y digo:

—¿Y por qué no nos escapamos a pesar de no confiar uno del otro? No tendríamos que estar juntos. Simplemente ser unos desconocidos que se ayudaron a empezar una nueva vida.

—No me gustaría que te vuelvas una desconocida para mí.

Hans se acerca a mí, acomoda mi cabello detrás de mis orejas y posa sus manos sobre mi mejilla.

—Vente conmigo —Me pide —. Sé que no confías en mí, y yo tampoco de ti. Pero ¿cuantas veces imaginaste una vida lejos de este pueblo? Donde puedas ser libre, empezando de nuevo.

Sus palabras me recuerdan a Elizabeth.

Un nudo en la garganta aparece cuando intento responder.

—¿No te da miedo dejar a tu familia atrás? —le pregunto.

—Soy hijo del pastor, sé cual es mi destino si me quedo aquí, y eso me da más miedo.

—¿Y a donde iremos?

—Prepara tus cosas esta noche. Voy a hablar con Lord, él seguro podrá ayudarnos pero debes estar segura de hacerlo.

—No lo sé, Hans. ¿Y si me arrepiento?

—Me tendré que ir solo.

—¿Y que haré yo sola en este lugar? Me voy a aburrir sin ti.

—¿Aburrir o extrañar? —Hans me mira con una sonrisa pícara.

Me acerco a su oreja y con una sonrisa, susurro:

—Te voy a extrañar, Hans Wist.

Sonríe. El miedo, a mí, en cambio, me detiene a hacerlo. Simplemente me acerco a él y me recuesto sobre su pecho. Cierro los ojos y disfruto sentirlo cerca de mí.

NOTA DE AUTORA: ¿Por que creen que Venus no le dijo nada a Hans sobre lo que paso con su padre?
¿Lograran escaparse juntos o algo los va a detener?

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora