16.- MI LUGAR

21 1 0
                                    

Mis ojos ardían pero me negaba a llorar otra vez, estaba tan molesta que mi cuerpo entero estaba temblando, toda la frustración que había acumulado poco a poco desde el caso Hobbs había explotado en ese momento

"VOY A GRITAR SI QUIERO GRITAR!!!"

"Bella..." el doctor se levantó y extendió una de sus manos hacia mí pero me moví antes de pudiera tocarme "Bella..."

"NO!"

"Bella... Ya suficiente"

"YO VOY A DECIDIR CUANDO ES SUFICIENTE"

En un arranque de ira y/o estupidez tiré al suelo todo lo que había en el escritorio de Hannibal, él solo negó mientras veía como los documentos que antes estaban acomodados de manera prolífica ahora se esparcían en el suelo.

"Te odio..." 

"Ven..." el doctor se acercó a mi con sus brazos extendidos en mi dirección "Ven aquí cariño"

"No quiero"

"Bella..." trató de tomar mis manos pero me moví bruscamente antes de que pudiera tocarme "Bella, cariño..."

"TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO HANNIBAL"

Grite hasta que mi garganta dolió, él solo me miraba con una expresión neutral, por un momento pensé que mis rodillas cederian ante el cansancio que el desgaste emocional me había provocado.

"¿Terminaste?" su voz sonaba tranquila pero yo sabía que hasta cierto punto se había molestado conmigo.

"Vete a la mierda Hannibal..."

Antes de que pudiera seguir maldiciendolo me tomó bruscamente del brazo y practicante me arrojó a su escritorio, no comprendí lo que estaba pasando hasta que mi cabeza impactó con el panel de caoba de su escritorio

"DÉJAME" le ordené mientras pataleaba para librarme de él "TE ODIO"

Sin cuidado alguno me giró para inmovilizarme doblando mis brazos detrás de mi espalda.

"Isabelle... Tranquilizate" seguí tratando de forcejear pero aplicó más fuerza sobre mi cuerpo dejándome completamente inmóvil "Eso es cariño, respira hondo"

"Déjame..."

"Shhh... Guarda silencio, solo respira"

Cerré mis ojos y dejé de intentar solarme de su agarre, sabía que me sería imposible escapar de él, Hannibal no solo era físicamente más fuerte que yo, sino también tenía años de experiencia reteniendo personas que trataban de escapar de él.

Después de un momento de tranquilidad finalmente me soltó y me dio la vuelta con cuidado para poder estar de frente de nuevo.

"Lo estas haciendo muy bi..."

Sus palabras fueron interrumpidas por una bofetada mía, el doctor me miró con asombro pero no hizo nada más.

"Te odio..."

"No Bella, no me odias... Estas molesta conmigo pero no me odias"

"Te odio..." repetí tratando de convencerme a mi misma "¿Por qué no puede ser mi compañía suficiente para ti? ¿Soy tan poco que necesitas a alguien más?"

"Mi hermosa Bella... No se trata de ser suficiente, porque siendo honesto claro que eres suficiente pero soy un hedonista y siempre quiero más, nuestro tiempo juntos pronto llegará a su fin y nuestros caminos se separaran"

"¿Cuanto tiempo haz estado planeando dejarme?"

"¿Dejarte?" una pequeña risa de escapó de sus labios "No cariño, eres tu quien va a dejarme a mi"

"¿Quieres que me vaya?"

"Claro que no Bella, pero ya no me necesitas... Ya comenzaste a hacer tu vida sin mi, vives en otro lugar y haces tu día a día sin mi, pronto tus visitas serán más esporádicas..."

"No voy a dejarte, me niego... Aún si vivimos en casas separadas no voy a dejarte, mi lugar esta junto a ti"

Yo estaba dispuesta a matar y morir por Hannibal, había pasado tanto tiempo junto a él que me era imposible imaginar una vida si él, después de todo lo que Hannibal había hecho por mi yo no podía concebir la idea de estar sin él. No había un lugar para mi en el mundo si no era a su lado, mi vida comenzaba y terminaba con Hannibal Lecter.

El fuego antes de los cristales rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora