capítulo veintitrés

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Trigger Warning / Advertencia:
Este capítulo tiene contenido delicado:
asesinato, transfobia, disforia de género e ideas suicidas.
Por favor, lee con discreción.

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HoSeok estaba comiendo un sándwich de pavo con un café frío, lo hacía sentado encima del mostrador sobre el cual aún permanecía organizando algunos insumos, había decidido escuchar lo último de algún ritmo latino que, últimamente, estaba tan enganchado. Movió la cabeza ante la música que salía de su pequeña bocina, quitó otro poco del envoltorio de su alimento y, cuando estuvo por morder de nuevo, el teléfono interrumpió el ritmo para reproducir el tono de llamada.

— ¿Aló? —Respondió de buen humor, animado y feliz.

— "HoSeok..." —era JiHye, el tono que estaba ocupando era uno que ya conocía; algo había ocurrido. 

JiHye llegó con su pequeño coche, uno demasiado estrecho, pensó el omega, por lo que tuvieron que ir apretados

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JiHye llegó con su pequeño coche, uno demasiado estrecho, pensó el omega, por lo que tuvieron que ir apretados. Trasladaron al alfa de regreso a la casa hogar, descubriendo así que en la parte de atrás, justo atravesando un jardín pequeño y despejado que se veía verde pero ligeramente abandonado, había una casa pequeña, dos pisos apenas, de ventanas con barrotes sencillos y paredes blanca sin algún tipo de adorno como la fachada exterior que era colorida. Por dentro era similar; pálido y estéril, había un sólo comedor —con una mesa pequeña— que se encontraba en el mismo espacio de la cocina, la habitación frente a ésta tenía dos sillones sencillos que parecían prácticamente nuevos por el poco uso que tenía. En medio de ambos muebles había una mesa demasiado pequeña para ser útil más que para quitarle lo frío al ambiente, con una planta de plástico verde neón que acumulaba polvo entre sus ojos pequeños. Olía a desinfectante de lavanda que estaba desvaneciéndose porque, seguramente, limpiaban muy poco aquel sitio dado su poco uso.

Encontró, una vez los dos hombres ayudaban a transportar al alfa a una habitación, la única extra que estaba en la planta baja, que la puerta tenía bloqueadores de olores que, una vez acomodaron al hombre en la cama, los activaron mientras cerraban la puerta. Salieron del sitio una vez JiHye se los indicó, dejándola sola con el omega.

Por la calidad del inmueble, adivinó, debía ser un refugio para personas en situaciones vulnerables, como la de YoonGi en ese momento.

— ¿Qué ocurrió? —murmuró preocupado, escuchando un quejido proveniente del otro lado de la puerta, sus ojos dirigiéndose directamente a éste punto.

— Lo siento... —JiHye puso una mano sobre su hombro llamando su atención— YoonGi presentó un celo, creo... es extraño, hacía mucho no lo tenía, no sabía..., no pensé que fuera a pasar tan pronto. —De inmediato sacó su teléfono para contactar a HoSeok, que lo llevaría a casa y, de paso, llamaría a un médico para que viese el estado del alfa— ¿quieres esperar con los demás?

— Umh... —JiMin pensó en el alfa que estaba sufriendo, una extraña sensación amarga invadió su estómago, no estaba tan tranquilo, no podía estar tranquilo si no lo veía— ¿puedo quedarme aquí?

no me dejes caer ›› ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora