CAPÍTULO 18| MARATÓN 4/4

1.2K 210 11
                                    

Estaba preparando un postre que se me había antojado, cuando escucho pasos apresurados venir hacia mí.

-Señorita, afuera se encuentra un hombre que quiere verla y trae al señor Alex recostado en sus hombros, ya que al parecer el señor Alex está un poco borracho.- me dice Rosa con preocupación e inmediatamente me tenso.

¿Alex borracho?; no se suponía que solo iba a ser una cena "tranquila" con su hermano?

-Está bien Rosa, yo me ocupo de eso, por favor ve a preparar un café bien  cargado para Alex y luego puedes ir a descansar.- le digo con una pequeña sonrisa y ella asiente.

Joder Alex, tenías que emborracharte justo hoy?

Me dirijo a la sala y ahí los veo, Alex balbuceando palabras que no entendia y Recce burlándose de él.

La verdad es que no creí que mi encuentro con Reece Morgan sería así de desastroso, pero bueno que se puede esperar, ya me hice a la idea que soy la menos favorita del universo.

Garraspeo para llamar su atención y me estremezco cuando el mayor de los Morgan posa su mirada en mí.

Joder, ahora que lo recuerdo solo traigo puesta una bata de seda roja, que no es que cubra mucho que digamos, pero cómo iba a saber yo que hoy conocería al famoso Reece Morgan?.

Si lo hubiera sabido, me hubiera puesto un poco más decente.

Así que en teoría no es mi culpa, es culpa de Alex por emborracharse.

-Así que tú eres la novia de mi hermano?.- pregunta con una sonrisa pícara y no puedo evitar fruncir el ceño ante sus palabras.

Novia?, Alex y yo no somos novios, solo somos "amigos con beneficios y exclusivos", se podría decir, pero no novios.

-¿Novios?, creo que estas confundido, Alex y yo no somos novios.- aclaro mirándolo fijamente.

Él me mira interrogante mientras arquea una ceja y suelta una risa, una risa que inevitablemente me da un ligero cosquilleo en todo mi cuerpo.

Mierda Sara controlate, sé que es tú personaje favorito y que quisieras saltarle encima, pero por favor no seas tan obvia, me repito mentalmente como si fuera un mantra.

-Nunca pensé vivir lo suficiente como para ver que una mujer negara a mi querido hermanito, pero supongo que ese es su karma.- me dice en tono divertido y veo como me recorre de pies a cabeza con su mirada.

Maldigo internamente al ver la reacción que eh provocado involuntariamente en él, fue una pésima elección de color para hoy Sara.

Al levantar la mirada y toparse con la mia garraspea y se para quedando frente a mí

-Creo que no nos han presentado todavía, Reece Morgan, encantado de conocerte muñequita.- suelta con una sonrisa, mientras toma mi mano y deja un beso ahí.

-Un gusto, Sara Harts.- le digo con una pequeña sonrisa y con un tono tranquilo.

-Lo sé, Alex no para de hablar de ti, aunque me sorprende que me digas que no eres su novia.- dice con curiosidad.

Suspiro y me siento al lado de Alex que solo se acurruca a mi lado y esconde su cabeza en mi cuello, mientras susurra mi nombre.

-No lo soy, Alex y yo no hemos puesto una etiqueta a lo que tenemos.- le digo con sinceridad e inevitablemente paso mi mano por los cabellos de Alex.

Reece solo me observa con curiosidad y cuando siento que va a preguntar otra cosa, Rosa aparece con la taza de café para Alex.

-Alex, vamos Alex toma un poco de café, para que se te pase un poco la borrachera que tienes.- le digo llevando la taza a sus labios y lo siento tomar poco a poco el café.

-No se supone que iba a ser una cena tranquila?.- pregunto con ligero sarcasmo y Reece solo ríe.

-Alex se puso así por tí muñequita, estábamos hablando de tí y de un momento a otro se puso a beber y a beber, hasta que terminó así como lo vez.- me dice encogiendose de hombros y suelto un suspiro, hay Alex Morgan.

-Me encanta como hueles preciosa.- me susurra Alex en mi oído y muerdo ligeramente mi labio al sentir sus besos en mi cuello.

-Alex, Alex compórtate, tú hermano está viéndonos.- le ordeno en un susurró y lo siento bufar, al parecer el café lo despertó un poco de su borrachera.

Eso es algo positivo, no quería lidiar con un Morgan borracho, aunque presiento que esta noche va a ser muy larga para mí.
...................................................

Después de unas horas, Alex ya estaba un poco sobrio, pero se puso como un adolescente hormonal y a cada rato buscaba provocarme sin importarle que su hermano estuviera  presente.

Hasta que cayó rendido en el sofá de la sala y solo pude negar con la cabeza.

Era obvio que iba a quedarse dormido.

Reece y yo comenzamos a conversar con tranquilidad y hasta ahora puedo asegurar que él es todo lo que dicen en el libro y más, es carismático, coqueto, muy coqueto cabe aclarar, guapo y tiene una personalidad demasiado única.

En pocas palabras Reece es el mejor de los Morgan.

En plena conversación, miré el reloj y  me di cuenta que eran las 12 de la noche, así que le pedí a Reece que se quedara en el cuarto de invitados para que no tenga que volver a estas horas al hotel.

Obviamente aceptó con tantas insistencias que le hice, pero ahora se  encontraba ayudandome a llevar a Alex a mi habitación.

Al llegar le pedí que lo colocará en la cama, le saqué los zapatos y lo tapé con la colcha, todo esto mientras sentía la mirada pesada de Reece sobre mí.

-Gracias por traerlo hasta aquí.- le digo con una sonrisa al terminar lo que estaba haciendo.

-No te preocupes muñequita, es mi deber como hermano mayor.- me dice con una sonrisa y se encoge de hombros.

-Bueno, deja te llevo a la habitación de invitados, porque Rosa ya debe estar durmiendo.- le digo cerrando la puerta con cuidado de no despertar a Alex.

Reece me sigue y siento su mirada fija en mí nuca.

Comienzo a guiarlo hacia la habitación, al llegar él me hace entrar primero y le muestro la habitación.

-Espero que te sientas cómodo y una vez más gracias por traer a Alex.- le digo al terminar de mostrarle la habitación.

Me volteo a verlo y para mi sorpresa, yo estaba demasiado cerca de él o él estaba demasiado cerca de mí, ya ni siquiera sabía lo que pasaba.

-No sé si mi hermanito te comentó alguna vez esto, pero el rojo es como kryptonita para todos los Morgan, sin excepción Sara y eso me incluye a mí.- me dice en un susurro y me estremezco cuando siento que me cubre con su saco.

-Así está mejor.- me dice con una sonrisa tensa.- Y así también evito las tentaciones.- lo oigo murmurar pero me hago la que no escuchó eso.

Joder, Diosito acaso estás poniendome a prueba con semejante hombre?

Muevo ligeramente mi cabeza para sacar pensamientos impuros que tengo sobre el hombre parado frente a mí y decido que es mejor irme que tentar a la suerte.

-Buenas noches Reece.- me despido y lo veo apretar ligeramente la mandíbula al oír su nombre salir de mi boca.

-Buenas noches muñequita, que descanses.-me dice con una pequeña sonrisa y con la voz un poco ronca, mientras se sienta en la cama y lo veo colocarse una almohada en su regazo.

Me despido nuevamente y salgo rápidamente de su cuarto, suspiro mientras camino hacia mi habitación.

-Joder.- suelto en un susurro al entrar a mi cuarto y siento el perfume de Reece embargarme.

Con cuidado me quito su saco y lo guardo en mi armario, para luego acostarme al lado de Alex.

Está más que claro que desde ahora debo tener cuidado los días en que hago uso del rojo.

Me acurrucó junto a Alex al sentir que me abraza por la cintura y suspiro mientras poco a poco me voy quedando profundamente dormida.

MAKTUBWhere stories live. Discover now